Diario de Valladolid

A FONDO. TORO DE LA PEÑA - EL ENCIERRO

‘Pelado’ sobrevive al festejo

El primer ‘Toro de la Peña’ transcurre sin incidentes graves y cumple la legalidad / Un chaparrón disuelve un encierro multitudinario pero con menos público, menos antitaurinos y menos policías

Enfrentamiento entre taurinos y animalistas ayer, durante la celebración del Toro de la Peña, en las inmediaciones de la rotonda del puente.-J.M.LOSTAU

Enfrentamiento entre taurinos y animalistas ayer, durante la celebración del Toro de la Peña, en las inmediaciones de la rotonda del puente.-J.M.LOSTAU

Publicado por
Santiago G. del Campo
Valladolid

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Pelado’, el espectacular morlaco de 640 kilos que protagonizó ayer el festejo sustitutivo del Toro de la Vega, permanece vivo y sano, pastando con normalidad desde que despertó de la anestesia a las 16,15 horas. Así lo aseguró a este periódico el concejal de Festejos de Tordesillas, Francisco Javier Campos. De esta forma, despejó las suspicacias de algunas organizaciones animalistas como Pacma, que dudaba de si no le habrían dado la puntilla nada más acabado el festejo.

Pese a las sospechas de las asociaciones animalistas, que esperaban un trágico final, Tordesillas cumplió la ley. Sus vecinos, aun en desacuerdo con una norma que consideran injusta, respetaron la prohibición de dar muerte al astado. Un veto que impuso la Junta de Castilla y León por Decreto Ley el pasado 19 de mayo, ratificado después por las Cortes regionales.

‘Pelado’, el Toro de la Peña, atraviesa la rotonda del puente rodeado de corredores, poco antes de entrar en el pinar de La Vega.

El ‘Toro de la Peña’, nombre del nuevo festejo con análogo recorrido al anterior, pero sin muerte, comenzó pasadas las 11,10 de la mañana. En la rotonda del puente se habían vivido algunos conatos de violencia entre un grupo de antitaurinos, menos voluminoso que en los últimos años –no llegaba al centenar–, y los vecinos de la villa.

La Subdelegación del Gobierno, que había disminuido los efectivos a un centenar de Guardias Civiles, una unidad a caballo y un helicóptero, confirmó a Europa Press un incidente con insultos y empujones, lo que condujo al coronel de la benemérita, Juan Miguel Recio, a habilitar un cordón de seguridad junto a los antitaurinos.

Durante el dispositivo de seguridad, los agentes se incautaron de un spray de pimienta y pequeñas cantidades de droga a varias personas. También identificaron a una persona por alterar el orden público y a otra que se apoderó del dispositivo de comunicación de un policía. Aun con esos pequeños altercados, la Subdelegación considera que la jornada fue «razonadamente tranquila».

Una activista forcejea con un defensor del Toro de la Vega.

El astado, que dio buen juego a los participantes en el peculiar encierro ‘al revés’, –comienza en el casco urbano y termina en el campo–, llegó con rapidez al pinar de LaVega, donde le esperaban más de cien caballistas, esta vez sin lanzas. Una nube de polvo se levantó y cubrió a la comitiva.

El espectacular ‘baile de caballos’ típico del antiguo Toro de la Vega, se reprodujo entre la arena y los pinos. La manada de caballos, muy juntos, con sus jinetes, cambió de lugar aquí y allá, según se movía el morlaco. Una curiosa estampa para quienes la divisaron desde lejos, sin ver a la res que marcaba el compás.

Minutos después, ‘Pelado’ se dio la vuelta para volver al puente. Al llegar a las primeras talanqueras de La Vega el panorama cambió en segundos: comenzó un intenso chaparrón que logró disolver el festejo con mucha más efectividad que las proclamas de los animalistas.

Aun así, el toro continuó su marcha hacia la rotonda y volvió a pisar el puente sobre el Duero. Sólo permanecían en el recorrido los más aficionados, mientras miles de espectadores buscaban refugio en cualquier zona bajo techo.

Defensores del Toro de la Vega prepararon ayer una bolsa con ratones de laboratorio para lanzarlos a los animalistas, que recibieron una lluvia de roedores durante su sentada. ICAL

Corredores a pie lograron reconducir a ‘Pelado’ hacia la Vega, y los caballistas lo condujeron después al campo, donde fue anestesiado pocos minutos después de que un cohete anunciara la finalización del festejo, a las doce y diez minutos de la mañana. Aunque los pastores intentaron conducirlo a los corrales con la ayuda de cabestros, el toro se escondió en un rincón frondoso, por lo que finalmente el equipo de anestesia le disparó un dardo tranquilizante. Pasada la una de la tarde, recogieron a la res con una pala, para trasladarla a un prado acondicionado.

A la vista de la conclusión del encierro los antitaurinos, que al inicio habían intentado una sentada pero que finalmente apenas pudieron acercarse al lugar del encierro como era su intención, despejaron la zona protegidos por el cordón policial. Habían protagonizado algunas broncas, gritos, proclamas y algunos encontronazos físicos, que se saldaron con un antitaurino con un bastonazo en un costado, sin que los servicios sanitarios tuvieran que atender heridos.

Así concluyó un festejo que logró paliar de cara a los vecinos, en cierta medida, la falta de un verdadero Toro de la Vega, a la espera de que el Tribunal Constitucional admita, o no, a trámite, el Conflicto en Defensa de la Autonomía Local presentado por el Ayuntamiento contra la prohibición de la Junta.

Acudieron al evento miles de personas, pero el festejo, aún multitudinario, estuvo lejos de los 30.000 ó 40.000 visitantes de ocasiones anteriores.

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