Moro sitúa Medina como un «punto de encuentro de los amantes del vino»
El presidente de Matarromera destaca una villa cuya tierra produce «uno de los mejores vinos y aceites de oliva virgen extra del mundo»
Jesús Julio Carnero, Carlos Moro y Teresa López momentos antes del inicio del pregón.-MIGUEL ÁNGEL SANTOS
Carlos Moro, enólogo y presidente del Grupo Matarromera, expresó ayer su «cariño, respeto y admiración» por Medina del Campo durante su pregón de las Fiestas de San Antolín. Ensalzó su historia y sus costumbres, así como a los ciudadanos de la localidad. Se trata, según sus palabras, de «una tierra centenaria, cuna del verdejo y punto de encuentro para los amantes del vino». Además, un lugar «donde se produce uno de los mejores vinos y aceites de oliva virgen extra del mundo».
El pregonero se dirigió al público congregado en la Plaza Mayor tras la proclamación de la ‘guardesa’ (o reina) de las fiestas, la joven Paula Muñoz, y, por primera vez en la historia medinense, de un ‘guardés’, el joven David García. Eran alrededor de las ocho y media de la tarde.
El empresario, primero en instalar una gran bodega en Medina del Campo en los tiempos actuales, acogida a la Denominación de Origen Rueda y con el marchamo ‘Emina’, relató sus inicios empresariales en la villa, hace sólo una década. Los calificó como una experiencia «enriquecedora y satisfactoria».
También aprovechó el enólogo para hacer un llamamiento a la juventud, no sólo para que disfrute durante las fiestas, sino también para que se esfuerce, una vez acabado el verano, con el fin de «implicarse a tope» en «su formación y proyección», en mejorar sus capacidades para optar a un «buen empleo» y «desarrollar y emprender sus propias creaciones y proyectos».
Moro valoró a los medinenses (dijo ser él mismo un «medinense de corazón»), como luchadores, trabajadores e innovadores. «Personas trabajadoras, dedicadas en cuerpo y alma a la familia y a la vez a vuestros trabajos y estudios, pero que también sabéis divertiros y disfrutar de los mejores momentos de la vida», dijo. «Gentes con orgullo pero sencillas, humildes, con capacidad y sabiduría para saber adaptarse a los nuevos tiempos».
El enólogo habló ante más de un millar de personas en la Plaza Mayor sobre la tradición vitivinícola, «extendida de generación en generación transmitiendo el legado de valores, creencias y formas de expresión». Acudieron a escuchar sus palabras el presidente de la Diputación de Valladolid, Jesús Julio Carnero, y un buen número de autoridades locales de la comarca.