De cabeza al descenso del Pisuerga

Sin duda, una de las mejores cosas del verano son las fiestas. Esas orquestas y charangas que amenizan el día y la noche con los últimos éxitos y, por supuesto, con las canciones típicas de estas ocasiones... y algún que otro pasodoble, rumba y rocanrol. Son momentos únicos que vivirán este fin de semana los vecinos de Cabezón de Pisuerga. Esta localidad podrá disfrutar, por fin, de unas fiestas en paz, ya que el año pasado sufrió el derrumbe de parte del muro de contención del puente medieval.

El río de diversión y colores comenzará a correr a partir del sábado con el desfile de peñas y asociaciones amenizado por las charangas. Para participar en esta particular procesión donde nadie es lo que parece, hay que inscribirse en la Casa de Cultura antes de mañana a mediodía. Y es que tras este momento épico, los participantes se pueden ir a casa con un premio en metálico que oscila entre los 50 y los 150 euros y la andorga llena, porque junto con el dinero se entregará empanada, jamón, queso, chorizo y salchichón.

A las diez de la noche tendrá lugar la saluda del alcalde y, posteriormente, el pregón de fiestas a cargo de David López, representante del bodegón El Ciervo. Tras el viva a San Roque y a la Virgen de la Asunción, se procederá a la coronación de la Reina y las Damas. La noche se cerrará con una verbena amenizada por el Trío Spacio y Disco, y la discomóvil Pety.

Una misa solemne oficiada por el párroco Janssen Mandani y cantada por el coro de la parroquia será el acto que abra el domingo. Un día repleto de actividades para todos los gustos. Por un lado, campeonatos de tanga y yincana de bicis. Por otro, música, mucha música, de la mano del grupo Dos de Picas, la orquesta Tucán Brass y los pinchadiscos Alberto Puro y Jona.

El lunes, tras la misa en honor a la Virgen, habrá una yincana tradicional donde los participantes intentarán irse a casa con todas las pruebas superadas. Por la tarde, se celebrará el besapiés al santo. Además, entre beso y beso, se podrá llenar el estómago con el pincho de feria organizado por la peña El Sacrilegio. Después de cenar, si es que aún hay hambre, habrá un espectáculo para todas las edades en el que se verán malabares inimaginables, circo y modelado de estructuras con globos. Pelota arriba, pelota abajo llegará el turno de la verbena a cargo de la orquesta Teclas Azabache. La jornada se clausurará oficialmente en la plaza de los Vacceos. Eso sí, los más fiesteros podrán seguir el jolgorio en varios rincones de la localidad.

El martes tocará volver a embutirse en el traje de fiesta para acudir a la misa castellana en honor a San Roque. A continuación se celebrará la tradicional procesión que recorrerá las diferentes calles del pueblo. Después de la siesta, habrá hinchables en la avenida de José Zorrilla y un pasacalles con cabezudos. El día terminará con música de la orquesta Avatars, fuegos de colores y sopas de ajo. Sí, han leído bien, un rico plato castellano para saciar la gula a altas horas de la madrugada.

El broche a las fiestas lo pondrá el acontecimiento del año. Un acontecimiento que requiere una ardua preparación y concentración. Por ello, a partir de las ocho y media de la mañana, todos los que quieran podrán acudir a la plaza de la Concordia para paladear una fritada de huevos. Más tarde, sobre las 11, empezará el descenso en balsa. En él podrá participar todo el pueblo. Después, habrá concurso de paella en la explanada del Pisuerga. La tarde caerá a ritmo de música del sexteto Just Jazz y flamenco. Una gran chocolatada y la traca de fin de fiesta pondrán punto y final a unos días llenos de buenos momentos donde no faltarán reencuentros con los amigos de siempre y, por qué no, nuevas amistades que podrán convertirse en inmortales.

Mientras usted lee estas líneas, los vecinos de Cabezón miran el reloj contando las horas, minutos y segundos para que comiencen sus días grandes. Preparados, listos... ya.