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ESPECIAL. FIESTAS EN QUINTANILLA DE ONÉSIMO

Listos para vibrar con el arte ecuestre y el flamenco

Las peñas calientan motores para llenar la plaza, disfrutar hasta el amanecer y reponer fuerzas con sopas de ajo, champán y chocolate

Un grupo de niños en las fiestas de Quintanilla de Onésimo.-EL MUNDO

Publicado por
Estibaliz Lera

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Quintanilla de Onésimo afronta su semana más importante del año. Miles de personas se acercarán hasta la localidad para vibrar con las fiestas en honor a San Roque. El pistoletazo de salida será el sábado, pero desde hoy varias actividades calentarán motores para que nadie llegue bajo de forma al ‘día de autos’.

A las seis de la tarde niños (y no tan niños) se zambullirán en El Bailadero para pasárselo en grande con el rocódromo, la zona Wii, el circuito Radiocontrol, la lucha de gladiadores, globoflexia y pintacaras. Habrá estampas para todos los gustos: niños que parecerán pikachus y correrán el riesgo de ser ‘cazados’ por los presentes o pequeños con cara de felino. Además, más de uno se irá a casa con una ‘herida de guerra’ en su cuerpo.

Los aficionados al tenis estarán de suerte porque podrán pelotear y dejar a los espectadores con la boca abierta con sus reveses a partir de las siete en el polideportivo. A las 10, los adiestradores de perros tomarán el control de la plaza de toros para mostrar cómo los caninos pueden hacer espectaculares acrobacias si tienen un entrenamiento adecuado.

Mañana la fiesta comenzará con una guerra de agua en la piscina. Agua y más agua para pasar un momento divertido y vengarte de tu eterno enemigo con un globo gigante. Por la tarde seguirá la competición pero el escenario pasará a ser la plaza de toros. Allí las que sembrarán el miedo serán las vaquillas. Los asistentes tendrán que sortear todos los obstáculos e intentar regresar al hogar sin un revolcón en el cuerpo. El día terminará con las canciones del grupo Sal Gorda en el pub Studio 17.

Al día siguiente, el sábado, la jornada empezará de la mejor manera que puede comenzar para los amantes del cuchillo y el tenedor: con comida. No se trata de un concurso, sino todos los que quieran, tortilla en mano, podrán acercarse a la calle Basilón y paladear sus viandas y las de los demás. Un suculento momento que ayudará a los presentes a saber si sus creaciones son tan ricas como creen.

Después de la siesta, arrancarán las fiestas. Tras la coronación de reyes y príncipes, tendrá lugar el pregón a cargo del grupo de teatro juvenil Los Otros. Más tarde se iniciará un desenfreno que durará hasta el miércoles. Las peñas mostrarán sus mejores galas en un desfile donde las más originales se irán con premios bajo el brazo que oscilan entre los 40 y los 120 euros. 

La noche comenzará al son del arte ecuestre y el flamenco. Por primera vez, el programa incluirá una exhibición de caballos siguiendo los acordes de un estilo de música y danza propio de Andalucía, Extremadura y Murcia. El día terminará con la verbena amenizada por la orquesta Dominó y una discomóvil patrocinada por Mesón Quintanilla.

Al día siguiente, a las cinco, hinchables y fiesta de la espuma harán que tanto pequeños como mayores pasen un rato divertido en El Bailadero. Posteriormente, a las seis, en el campo de fútbol se celebrará el Día de la Marra con juegos y conciertos hasta el amanecer. Además, a partir de las ocho de la tarde, habrá prácticas de escuela de toreo mexicano con suelta de vaquillas. La noche llegará de la mano de la orquesta La Órbita y se cerrará con unas sopas de ajo cortesía de la peña E lLagar. 

La santa misa en honor a Nuestra Señora de la Asunción será el particular despertador de los quintanilleros el lunes. Asistirán los reyes y príncipes de las fiestas y autoridades locales. El acto central tendrá lugar a las ocho con la tradicional merienda en la Plaza Mayor con el típico reparto de vino por parte del Ayuntamiento. Con el estómago lleno, todo el mundo acudirá a la verbena. Baile arriba, baile abajo, los presentes intentarán bajar los chorizos y morcillas de la tarde. Eso sí, el postre a altas horas de la madrugada lo pondrá la peña El Yugo. Los que aguanten disfrutarán de chocolate. Lo que no se sabe es si será con churros.

El día grande arrancará con la tradicional misa en honor a San Roque y procesión amenizada por el grupo de dulzaineros La Olma. La tarde llegará muy fresquita. A las cinco, el agua caerá desde ventanas y balcones y los asistentes recorrerán las calles calados. Por la noche, el grupo Radar invitará a todo el mundo a bailar pasadobles, rumbas y la canción de La Bicicleta. Los fuegos artificiales y el champán repartido por la peña La Bodega pondrán el punto y final a unas fiestas que aunque se despiden hasta el año que viene dejan dos actividades para el día siguiente. El motivo: la espera es demasiado insoportable. El miércoles se celebrará una misa en recuerdo de los que ya no están y un refresco en la Casa de Cultura. Ahora, sí que sí, lo bueno tocará a su fin y habrá que esperan 365 días para que las luces, los colores y la diversión inunden, otro año más, Quintanilla de Onésimo.

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