Diario de Valladolid

La desidia de ocho años amenaza cinco siglos

La Junta sigue sin actuar en la iglesia de Pedrosa (Valladolid), seriamente amenazada por humedades, grietas y desplomes, a pesar de que la Comisión de Patrimonio ordenó una actuación urgente en 2008 en este emblemático BIC, al que el alcalde augura «un derrumbe cualquier día»

El retablo mayor, del XVI, sufre un deterioro evidente en sus esculturas y sus 18 tablas. Sólo la que falta fue restaurada para exponerla en ‘LasEdades’.-JOSÉ CASTILLO

El retablo mayor, del XVI, sufre un deterioro evidente en sus esculturas y sus 18 tablas. Sólo la que falta fue restaurada para exponerla en ‘LasEdades’.-JOSÉ CASTILLO

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Santiago G. del Campo
Valladolid

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La Administración acaba de aprobar una minúscula intervención en la iglesia de la localidad vallisoletana de Pedrosa del Rey, pero es como si el cirujano usara una tirita para sanar a un moribundo. La Dirección General de Patrimonio de la Junta de Castilla y León ha solicitado esta semana licencia de obras al Ayuntamiento para reparar las humedades y el alero noroeste de la Iglesia de San Miguel Arcángel, declarada Bien de Interés Cultural (BIC) en 1994. La inversión, sólo 26.500 euros.

La Consejería de Cultura y Turismo da respuesta, así, a las reiteradas peticiones del Ayuntamiento, que desde 2008 demanda una actuación integral. Ese año, tras un estudio técnico, la Comisión Territorial de Patrimonio determinó la urgencia de la restauración. Ocho años después, todavía no se ha efectuado ninguna obra en el emblemático edificio de la pequeña villa, ubicada cerca de la frontera con Zamora, de algo más de 200 habitantes.

«Con la crisis, ese plan de restauración se pospuso en favor de otras poblaciones más grandes», explicó ayer a este periódico el alcalde de la localidad, Ramón Fernández. «Hasta que hemos recibido la comunicación de la Dirección General de Patrimonio, esta semana, llevábamos ocho años de buenas palabras, pero sin ninguna actuación concreta. Se puede producir un derrumbe cualquier día».

Las obras urgentes que acometerá, en concreto, la Consejería de Cultura y Turismo de Junta de Castilla y León, se dedicarán a la reparación de una actuación anterior, que tuvo lugar hace sólo 15 años, cuando se acometió la sustitución de la cubierta de la iglesia. Quizá una mala factura de aquella intervención derivó en el desprendimiento de un revestimiento exterior, que ha dejado al descubierto un paramento de tapial que se deteriora con rapidez. Así lo facilita la naturaleza del material, compuesto de barro apisonado, que se deshace por la humedad cuando pierde la capa exterior de reboco.

Tanto esas humedades, como otras que han surgido en los aleros, bajo la cubierta, y la sustitución de tejas de la cubierta que se han deslizado en hileras –lo que deja amplias áreas del entablamento que las sostiene al descubierto–, son algunos de los elementos sobre los que se actuará.

«Ahora estamos con el trámite de la licencia de obras, y luego habrá algunos más, de tal forma que esperamos que las obras se puedan realizar antes de que acabe el año», añadió Fernández. «Y también esperamos que el año que viene tome cuerpo la actuación de rehabilitación integral que ha comprometido, por ahora sólo de palabra, la Dirección General de Patrimonio de cara a 2017».

Y es que el estado actual de la iglesia es lamentable. Si bien en el exterior se aprecian los desperfectos aludidos, es en el interior donde los destrozos se hacen más evidentes, pues el agua filtrada en zonas del arranque de los aleros ha provocado que se deterioren grandes áreas de los muros, realizados en tapial.

Además, se observan deficiencias estructurales en el coro: el arco carpanel central que lo sustenta ha cedido y amenaza colapso, lo que llevaría al hundimiento de esa parte elevada del templo. También existe un gran número de grietas y fisuras interiores, tanto en lo alto de los muros como en las bóvedas de yeso, con separación respecto a los paramentos en que se apoyan.

Otros elementos como la instalación eléctrica, formada por un tendido interior aéreo de cableado sin proteger, permanece en estado muy deficiente, con elementos obsoletos.

El deterioro más alarmante corresponde a los materiales de revestimiento interior del inmueble y el mobiliario ornamental fijo, incluidos varios retablos y artesonado, que se encuentran muy deteriorados y expuestos a las patologías constructivas.

En particular, el retablo mayor ha sido víctima de la intemperie y los excrementos de las palomas. Se trata de una joya del primer tercio del siglo XVI, con una concepción en su ensamblaje propia del gótico. Cuenta con banco, tres cuerpos y siete calles. El banco presenta doce compartimentos con esculturas de los apóstoles y en la calle central se puede ver una imagen del titular, San Miguel Arcángel.

Pero lo más interesante del retablo mayor son las dieciocho tablas de pintura que presenta, y que han sido atribuidas al Maestro de Pozuelo. De excelente calidad, su estilo está relacionado con el de Juan de Borgoña.

Esa calidad queda patente a la vista de una de las tablas, restaurada para exponerla en una reciente edición de Las Edades del Hombre. Se trata de La expulsión del paraíso, atribuida al círculo de Lorenzo de Ávila. Los colores recuperados ponen de manifiesto aún más, si cabe, por comparación, el lamentable estado de las demás tablas del conjunto.

Entre la imaginería de la iglesia, destacan dos Cristos románicos de gran valor y un Ecce Homo en talla del siglo XVI.

En cuanto al valor arquitectónico del edificio, que le ha valido la declaración de BIC, se trata de una construcción levantada en los siglos XVI y XVII con sillares de piedra en la torre, esquinas y partes nobles. Para el resto se utilizó mampostería y tapial.

Presenta tres naves, cubiertas con bóvedas barrocas y ornamentadas con yeserías geométricas. La capilla mayor del siglo XVI, de planta rectangular, se cubre con artesonado sobre arcos de medio punto decorados con pinturas barrocas de temas vegetales. La entrada, construida en 1754, se realizó a través de una puerta abierta adintelada con dovelas almohadilladas.

Más moderna, sin embargo, es la puerta de entrada, para cuya sustitución han tenido que hacer colecta los vecinos de la localidad. El deterioro de la puerta anterior permitía la entrada de gatos y otras alimañas, que contribuían al destrozo del mobiliario.

La comunicación de la Dirección General de Patrimonio ha tranquilizado en parte al Ayuntamiento, que multiplicó durante los últimos meses el número de cartas remitidas a la Administración regional. En ellas recordaba la responsabilidad de la Junta en cuanto a la conservación del patrimonio, y más especialmente en los Bienes de Interés Cultural. De hecho, los pasos hacia adelante y hacia atrás en las intervenciones de la iglesia se remontan a dos años después de su declaración como BIC, cuando tuvo que ser clausurada por el derrumbamiento de la cubierta.

Según informó el Ayuntamiento, en junio de 2000 la Consejería de Cultura y Turismo acometió en la iglesia una obra de restauración parcial, básicamente la reconstrucción de la cubierta. También se revistieron con mortero los muros exteriores y se colocaron nuevas ventanas.

En 2003, 2005 y 2008, la Consejería encargó la redacción de informes descriptivos del estado de la Iglesia, sus pinturas murales, retablo, artesonado y entorno, sin que conste la realización de obras u otras actuaciones posteriores. Tan sólo se realizó un acondicionamiento parcial del entorno de la iglesia en 2005, disponiéndose unos parterres a su alrededor que, al no haber sido rellenados, provocaron humedades en los muros por capilaridad.

En febrero de 2016, el alcalde se dirigió a la Administración regional para poner de manifiesto el estado de la iglesia y solicitar una intervención urgente. Tras un intercambio epistolar de cinco meses, la Consejería respondió en junio que realizarían «una primera intervención de emergencia» cuyo alcance y fecha de comienzo comunicaría «oportunamente», un compromiso que tomó cuerpo esta semana.

El pasado mes abril, los vecinos solicitaron la intermediación del Papa en un intento de conseguir la rehabilitación de su iglesia.

UNA LARGA LISTA DE BIC DEMANDA MANTENIMIENTO

Hay mucha ‘competencia’ entre los Bienes de Interés Cultural (BIC). Un gran número de ellos necesita una intervención de mantenimiento. Nada menos que 2.267 tienen derecho a conservación según la Ley de patrimonio de Castilla y León, por contar con una declaración como BIC. La crisis, con todos los recortes presupuestarios que ha llevado aparejados en todas las administraciones, no ha hecho sino incrementar el problema.

Si finalmente llega a buen puerto la gran restauración comprometida para 2017, la Iglesia de San Miguel Arcángel y en consecuencia, los vecinos de Pedrosa del Rey, pueden estar de enhorabuena. Por ahora, paliará la situación de la estructura la intervención urgente de la Dirección General de Patrimonio. Los 26.500 euros presupuestados se dividen en 22.600 destinados a la ejecución por contrata; 1.800 de proyecto; 1.100 de dirección de obra y 1.000 de coordinación de seguridad y salud, para dar cumplimiento al artículo 121 del la Ley de Contratos del Sector Público. La intervención abarcará la reparación de humedades y la restauración del alero noroeste del tejado.

El director general de Patrimonio, Enrique Saiz, explicó recientemente a este periódico que, aparte de los 2.267 Bienes de Interés Cultural , existen en Castilla y León más de 300.000 bienes muebles de arte sacro inventariados, aparte de 23.000 yacimientos arqueológicos catalogados. Saiz puso así de manifiesto el «esfuerzo enorme que se ha realizado en los últimos 30 años» para conservar el patrimonio de Castilla y León, que presenta un estado «en general, bueno», aseguró.

El propio Saiz respondió al alcalde de Pedrosa del Rey el pasado 22 de junio, en respuesta a una de los escritos que le había enviado, que la Junta «procura ocuparse de la conservación de los bienes que, no siendo de su titularidad, integran el patrimonio de la Comunidad, pero es evidente que lo hace dentro de sus posibilidades técnicas y económicas», lo que obliga a «priorizar las intervenciones en función de estrategias y criterios técnicos». También llamó a la responsabilidad «de todas las instituciones competentes».

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