Moreno viajó directo desde Medina a cometer el crimen

El vecino de Medina del Campo Manuel Rubén Moreno Portero, que asesinó a su ex pareja anteayer en Zaragoza, viajó directamente desde la Villa de las Ferias para cometer el crimen, informó ayer el Heraldo de Aragón. El presunto agresor habría salido de la localidad el domingo, para cometer el asesinato en el bar ‘Planet’ donde ella trabajaba, esa misma noche, madrugada del lunes.

Pese a no tener antecedentes penales ni policiales en Medina del Campo, la vida de Moreno en la localidad estuvo marcada por algunos altercados, como pudo saber este periódico de fuentes policiales. Protagonizó algunas disputas vecinales que requirieron de la intervención de fuerzas del orden. Su falta de arraigo en la localidad, donde no tenía familia –era natural de Barromán, en Ávila, y pasó su infancia y primera juventud en la también abulense Arévalo–, se evidencia en el frecuente cambio de domicilio de este autor del undécimo caso de violencia de género con resultado de muerte en lo que va de año en España.

Así, desde 2001 había residido en diferentes pisos de las calles Zamora, Doña Leonor, Colonia de Santo Tomás, Travesía de Colón, Plaza de la Rinconada hasta llegar, en abril de 2013, al último domicilio conocido en el número 4 de la Avenida Lope de Vega (no en el 2, como ayer publicó erróneamente este periódico). Según algunos vecinos, incluso en esta última localización ya no residía habitualmente, y estaba iniciando una mudanza.

Entre los años 2001 y 2008 residió con un pie en la villa y con otro en Arévalo, donde tenía familia. También en ocasiones en Zaragoza, donde contaba con dos hermanas. Desde el año 2008 hasta 2010 trabajó en una empresa medinense de estructuras metálicas. Después habría contado con algunos trabajos esporádicos hasta que participó en un programa dirigido a desempleados, que le llevó a trabajar como operario durante seis meses para el Ayuntamiento de Medina del Campo.

Familiares y amigos de la víctima permanecieron ayer consternados por el suceso. Algunos de ellos apuntaron a diversos medios de comunicación que sabían con antelación «que esto iba a pasar». «La primera que lo decía era ella, quien temía no sólo por su vida, sino por la de su hijo», contó una amiga de la fallecida.

La víctima, Soraya Gutiérrez Sánchez, de 37 años de edad, deja a un hijo de 5, de una relación anterior. Lo que más indigna a sus allegados es que hacía sólo 17 días que Soraya había denunciado a la Policía a su agresor, quien entró en su casa y la secuestró durante varias horas en su propio domicilio, acompañada de su hijo. El asesino llegó a decir al pequeño: «Me voy a llevar a tu madre a un viaje muy largo del que no va a volver».

Tras ese suceso, Moreno fue detenido –era 5 de febrero–, y el Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 de la capital aragonesa le impuso una orden de alejamiento al día siguiente. La orden prohibía la comunicación y la aproximación a la víctima a menos de 500 metros durante 4 años. El juez, sin embargo, dejó libre al agresor por considerar que existía ‘riesgo mínimo’, al residir éste en una localidad a más de 400 kilómetros de Zaragoza.

En aquel episodio, Moreno ya la había amenazado con el arma de fuego utilizada en el crimen.La policía no la encontró y estimó que podría tratarse de una imitación. Anteayer sirvió para descerrajar a Soraya un único tiro en la cabeza.

LA ACOMPAÑABAN A TRABAJAR POR MIEDO

Soraya Gutiérrez Sánchez, de 37 años, la víctima de violencia de género asesinada este lunes, vivía con miedo desde que puso fin a la corta relación sentimental que mantuvo con su asesino, Manuel Rubén Moreno Portero, de 41, el pasado mes de diciembre. Tanto es así, que iba a trabajar al conocido bar ‘Panet’, todos los días, acompañada de un hermano.

La mala suerte quiso que, justo el día del crimen, su hermano no pudiera ir con ella, circunstancia que aprovechó Moreno para ejecutar su plan.

Los dos habían mantenido una relación muy corta, de apenas dos meses. Vivieron unos pocos días juntos, pero ella notó que algo iba mal y rápidamente se separaron. Eran dos conocidos de la juventud que habían perdido el contacto desde hacía muchos años, pero se reencontraron por medio de la red social ‘Facebook’ el pasado mes de octubre y empezaron a salir. Ella estaba separada y vivía en la zona de Los Enlaces de la capital aragonesa. A raíz de la ruptura, Moreno volvió a Medina, pero ya no la dejó en paz.