La Junta refuerza el puente de Cabezón contra la erosión

La Junta de Castilla y León, inmersa en la reconstrucción del puente de Cabezón de Pisuerga tras el derrumbe en junio de 50 metros de uno de los muros de contención, ha aprovechado las obras para incluir diversos sistemas de refuerzo en la pared a fin de evitar que la erosión del río y las posibles filtraciones provenientes de la ladera puedan poner en peligro en el futuro la estructura de origen medieval.

Así, debido al «fuerte deterioro» de la base, la empresa encargada de la ejecución del proyecto, Keller Cimentaciones, ha incluido unos micropilotes conectados al cimiento del muro, no sólo para transmitir la carga a estratos del suelo resistentes, sino también para protegerlo de socavamientos posteriores.

Dentro de las medidas de refuerzo se ha aprovechado, además, para colocar una escollera destinada a proteger los cimientos frente a la acción erosiva del río, y para colocar un sistema de drenaje con el objetivo de evacuar correctamente las aguas de infiltración y escorrentía provenientes de la ladera del Cerro de Altamira, según consta en un informe técnico elaborado por la Consejería de Fomento.

Las actuaciones llevadas a cabo incluyen también medidas de protección en la parte contigua del muro derruido para proteger el apoyo del muro, ya que «existe el riesgo de que el fenómeno de degradación pueda afectar a otras zonas del muro que se encuentran en buen estado», añade el escrito.

Un conjunto de medidas implementadas como prevención, a pesar de que los exámenes realizados en la estructura por los técnicos de la Junta concluyeron que la ladera situada detrás del muro «no mostraba signos de inestabilidad» y que «no había signos» de empujes provocados por fugas o filtraciones de agua.

Para ejecutar dichas intervenciones y reconstruir la parte derruida del puente con nuevos materiales, la solución elegida por la empresa se basó en la realización de un muro anclado en tres niveles, lo que permitió levantar la nueva pared por secciones y reducir tanto los costes económicos como los plazos, según explica la memoria de las obras.

Dicho documento destaca, además, la combinación de técnicas modernas para el sostenimiento y estabilización de las estructuras, debido a que los materiales originales del muro quedaron prácticamente inutilizables.

A pesar de la utilización de sistemas y de materiales actuales, el revestimiento de la parte visible del muro en el que trabajan los operarios en la actualidad se está realizando con la misma estética que del muro histórico «con el propósito de respetar el aspecto original del puente y reducir el impacto visual de la obra de rehabilitación».

Además de dicho revestimiento, está pendiente de concluir el acerado, tareas en todo caso compatibles con el tránsito de vehículos y peatones. De hecho, el puente abrió el paso para los peatones el 5 de agosto y desde el pasado 2 de diciembre también es posible la circulación para el tráfico rodado.