En Olmedo pervive el verano

Olmedo, la Ciudad del Caballero, mira sus fiestas patronales en honor a San Miguel y San Jerónimo. No lo hace desde la barrera, sino desde la arena, ya que el pistoletazo rumbo a la diversión está a la vuelta de la esquina. Concretamente, a escasas horas.

El izado de banderas y el tradición disparo de bombas y cohetes tendrá lugar hoy a la una de la tarde. El acto, que contará con la presencia de las Autoridades y la Reina de las fiestas, estará amenizado por las canciones de la asociación musical de la localidad y la charanga Botarate Chow.

Ya por la tarde se celebrará el primer encierro tradicional. Después de pasar un rato divertido con los bravos, tocará reponer fuerzas y la mejor manera de hacerlo es con pastas y limonada. El día terminará de la mano de los temas de la discomóvil Buen Sabor, un encierro urbano donde ‘quemar’ zapatilla y una verbena a cargo de la orquesta Tango.

Al día siguiente, tocará embutirse en ropa cómoda para acudir al segundo encierro. No será la única actividad taurina de la jornada. La plaza de toros acogerá a las cinco un concurso de cortes, quiebros y saltos. Pero no todo van a ser toros. El circo también tendrá su espacio en el programa. Cuatro payasos entretendrán a los asistentes con malabares, clásicos y acrobacias a ritmo trepidante. La risa y el cachondeo están asegurados. El broche lo pondrán un partido de exhibición de pelota mano, las canciones de la discomóvil Buen Sabor, un encierro urbano y los pasodobles, rumbas y merengues de la verbena Azabache.

El domingo, además de los tradicionales encierros y actividades taurinas, se podrá disfrutar de un musical infantil. El centro de artes escénicas San Pedro acogerá un espectáculo de títeres de diversas técnicas y canciones interpretadas en directo. El precio de la entrada es de un euro y se puede adquirir en el Palacio del Caballero. El día terminará con música y una suelta de vaquillas en la plaza de toros. Pero no es una ‘capea’ al uso, allí se podrá ir siendo otra persona. Es decir, todo aquel que quiera podrá abrir el baúl de la abuela y disfrazarse de su ídolo o de su personaje más odiado. Todo vale para pasar un rato divertido.

Un ‘Grand Prix’ será una de las actividades principales del lunes. Después de intentar esquivar los embistes de las vacas, tocará cambiarse de ropa para acudir, una noche más, a la carpa de la plaza de Santa María y soltar adrenalina con las canciones de la discomóvil Mozart.

La diana floreada será el despertador de los olmedanos y visitantes en la jornada del martes. Después de corear los temas más exitosos de las charangas veraniegas, habrá que apretarse bien los cordones para acudir al toro del alba. Una carrera con recompensa. El Ayuntamiento y las peñas invitarán a los participantes a sopas de ajo y chocolate.

Tras limpiarse el ‘bigote’, todo el pueblo se pondrá de punta en blanco para acudir a la procesión que discurrirá desde la plaza Santa María hasta la iglesia de San Miguel. El día terminará con un encierro tradicional, uno urbano y las canciones de la discomóvil Trinity.

Pero todo lo bueno tiene un final. El miércoles, tras la comida de amistad en el parque Lope de Vega, un encierro urbano de añojas y el desfile de peñas desde la Plaza Mayor hasta el Mirador del Hontanar, Olmedo apagará las velas de la diversión. El cielo se llenará de cientos de colores y ahora, sí que sí, la fiesta se despide hasta el año que viene.