Mayorga alumbra el inicio del otoño

Llega el otoño y con él comienza la diversión. Por lo menos, en Mayorga. Esta localidad terracampina pisa fuerte tras el caluroso verano y recibe a la nueva estación con fiesta, mucha fiesta, en honor a Santo Toribio de Mogrovejo.

El eje principal de esta celebración, que comienza el sábado, es El Vítor. Pero antes de colocar los pellejos de vino a largas varas y dibujar un firmamento llameante, tendrá lugar el chupinazo y desfile de peñas. A partir de las 17.30 horas, los mayorganos se ataviarán con sus mejores galas peñeras para dar la bienvenida a unos días cargados de encierros, verbenas y actividades gastronómicas para todos los públicos.

Tras el descorche de cientos de botellas de cava en la plaza de España, se celebrará un encierro al estilo de Mayorga. Calle arriba, calle abajo, los participantes sudarán la camiseta para evitar que los bravos les ‘regalen’ algún que otro revolcón. La tarde morirá a ritmo de las pegadizas canciones charangueras.

Y por la noche de este primer día tanto autóctonos como foráneos no se perderán la histórica quema del cubo en la plaza del Rollo, un acto que cada año es el preludio que precede a la procesión de El Vítor del día siguiente. El grupo Top Líder será el encargado de poner broche a esta jornada.

El día grande llegará el domingo de la mano de una misa y procesión en la ermita de Santo Toribio. Los mayorganos se pondrán de punta en blanco para honrar a su patrón. Mosto por aquí, tapa por allá, no habrá tiempo para echarse la siesta, ya que a las siete de la tarde el coro de gospel Good News ofrecerá un concierto lleno de magia que servirá de antesala al acontecimiento del año: la celebración de El Vítor.

Los habitantes de esta localidad cambiarán sus trajes de domingo por ropa vieja y sombreros de paja para participar en la procesión religiosa del patrón, Santo Toribio, a la cívica que rememora la llegada de sus reliquias en el siglo XVIII.

A partir de las diez de la noche, se rendirá culto a este mayorgano que después de hacer las Américas, regresó a su pueblo. Los vecinos esperarán impacientes con antorchas los restos de quien dedicó gran parte de su vida a evangelizar el nuevo continente.

Esta fiesta, declarada de Interés Turístico Nacional, finalizará a las cuatro de la mañana con la llegada de El Vítor a la ermita y el canto del himno y la Salve. Pero, antes de que se produzca este emotivo momento, el cielo del municipio se llenará de cientos de colores procedentes de los fuegos artificiales.

El lunes, los más rezagados de la noche acudirán directos a tomar ‘La Parva’ acompañada de dulces y churros en la puerta del Arco, mientras que los más dormilones se quitarán rápidamente las legañas para acudir puntuales a esta cita que tendrá lugar a partir de la siete de la mañana.

Con el estómago lleno y las deportivas a punto, tocará ir al segundo encierro en la calle Derecha. No será el único evento taurino de la jornada. A la hora del té, se celebrará un festejo taurino para los diestros Uceda Leal, Curro Díaz y Fernando Robleño, junto con el novillero Álvaro García. El día terminará con los temas de la orquesta San Francisco.

Al día siguiente, los niños vivirán su particular ‘San Fermín’ en el encierro infantil que tendrá lugar a las 11.30 horas. La diversión para toda la familia está asegurada. Por la tarde, a partir de las cinco, se celebrará una corrida de rejones para los jinetes López Bayo y Juan Manuel Munera. La noche llegará de la mano del recorrido de peñas y las canciones de la orquesta Acordes.

Todo lo bueno tiene un final y éste llegará el miércoles. Una gran paellada en el parque del Rollo será el epicentro sobre el que girarán el resto de actividades. El día terminará con una verbena a cargo de la discomóvil Carretos y una traca que no marcará el fin, sino el pistoletazo rumbo a la diversión hasta que el cuerpo aguante. Si es de los que se recoge pronto, no se apure, porque ‘solo’ faltan 365 días para que los festejos en honor a Santo Toribio vuelvan.