Estampida general en el primer encierro de Medina del Campo

Estampida general en el primer encierro tradicional ‘al estilo de la villa’ de Medina del Campo. Sólo dos de los seis novillos de la ganadería La Herguijuela entraron finalmente al recorrido urbano, después de que la manada partiera puntual de los corrales, situados a cuatro kilómetros. Más de trescientos caballistas acompañaron la comitiva, en un intento por conducir a las reses por el recorrido establecido.

Los  toros salieron con rapidez situándose delante de los caballistas y pronto escaparon hacia la derecha, sin hacer caso de los 8 vezados. Otro momento de confusión se produjo cuando la manada pisó el asfalto del camino a Velascálvaro. El resultado fue un festejo deslucido que vieron más de 5.000 personas, en una localidad que cuida mucho el desarrollo de sus encierros, declarados de Interés Turístico Nacional.

Después de que un novillo quedara rezagado, se fueron sucediendo distintas escapadas. El primer astado llegó al ‘embudo’ y entró a las calles de Medina del Campo a las 9,38 horas. El segundo fue el que más momentos de peligro protagonizó en el recorrido urbano, donde entró a las 9,44 horas. Se anestesió a los demás novillos después de dirigirse, por separado, hacia la carretera de Las Salinas. Poco antes de las 10,30 horas fue abatido el último.

Hubo tres heridos leves en el recorrido campero, con algunas magulladuras y contusiones, entre ellos un cabalista que cayó de la montura. En la capea posterior al encierro, en el Coso del arrabal, también se vivieron momentos de tensión cuando los dos primeros toros saltaron al callejón, sin mayores incidentes.

El concejal de Festejos, José María Magro, atribuyó la escapada de los toros y su comportamiento en la plaza a su bravura, a la vez que aseguró que habrá que «cambiar algunas cosas» en la organización y auguró mejores resultados en futuras citas.