Íscar/ Especial fiestas populares
Los toros amanecen al alba en Íscar
Las fiestas populares de la villa maderera cuentan con un programa marcado por los festejos taurinos / La Plaza Mayor, epicentro de la mayor parte de las actividades
Un grupo de jóvenes se divierte durante la celebración del zambombazo en la localidad vallisoletana de Íscar.-José C. Castillo
Los vecinos de Íscar miran el reloj contando las horas para la llegada del tradicional zambombazo que dará el pistoletazo de salida a cinco días repletos de fiesta, colorido y diversión.
Mañana sobre las ocho de la tarde tendrá lugar este particular chupinazo que conducirá a vecinos y visitantes al primer encierro por las calles del municipio. Tras marcarse unas buenas carreras, los que aún tengan hambre de más eventos taurinos podrán acudir a una probadilla en la plaza de toros por el módico precio de dos euros. Allí, los valientes –y no tan valientes– citarán al toro con gracia y desparpajo. Hay que tener cuidado que un pequeño despiste puede acabar en un revolcón. La noche terminará al son de las canciones de la discomóvil Gran Atlanta.
El sábado amanecerá temprano. A las 10 de la mañana, las reses bravas saltarán a las avenidas y bulevares y harán vibrar a todos los corredores. Además, este año, tras sudar la camiseta delante de los morlacos, la asociación Raíz Taurina soltará dos toros de cajón que animarán a seguir corriendo y esparciendo adrenalina por cada rincón de la localidad.
Los tintes taurinos continuarán y, a la una de la tarde, se celebrará un acto de homenaje a la trayectoria profesional del torero Juan Antonio Ruiz, Espartaco. Por la tarde, corrida de toros y por la noche, a las 22.30 horas, toro de fuego organizado por la peña El Abuelo.
La villa maderera también acogerá un macrobotellón en el parque de la avenida Juan Carlos Domínguez, donde, con mucha probabilidad, se repetirá la imagen que se produjo el pasado sábado en Matapozuelos. El broche lo pondrá una verbena popular a cargo de la orquesta Tango.
El domingo, la fiesta continúa. Y el campo será el escenario elegido para disfrutar de un encierro de reses bravas, ya que los toros, este año, cambiarán la tarde por el alba. Tras disfrutar de ese singular espectáculo, pequeños y mayores se sumergirán en el pasacalles de gigantes y cabezudos, que partirá de la Plaza Mayor.
Pasear da hambre. Por ello, la peña El Abuelo –que está en todo– organizará una salchichada solidaria contra el cáncer. Después de disfrutar de un bocadillo de ese manjar del cerdo tocará hacer la digestión y refrescarse en una fiesta de espuma en la Plaza Mayor.
La tarde llegará de la mano de una corrida de toros y animación para niños. La noche caerá con un espectáculo de fuego visual y participativo donde el Ayuntamiento recomienda el uso de gorra y ropa vaquera. A las doce de la noche, concurso de imitación de cantantes. La zona Menfis se convertirá en un escenario improvisado donde todo el que quiera podrá imitar a su cantante favorito. Rumba, flamenco, pop, rock... cualquier estilo vale. Lo importante es aparcar el pudor en casa y dar el do de pecho para convertirse en el ganador de Me suena ese careto. La noche terminará con más música a cargo de la orquesta Principal.
Las reses bravas volverán a despertar a los iscarienses y les invitarán a recorrer con ellas los alrededores de la localidad. Los mayores de edad disfrutarán de esta cita. Los pequeños de la casa no podrán participar, sin embargo, matarán el gusanillo en su particular ‘San Fermín’ de carretones. El día terminará con música.
El broche a estos cinco días de diversión lo pondrá un grand prix de peñas. Tras intentar pasar un buen rato en la plaza de toros sorteando a la vaquilla, todas las peñas se concentrarán en la Plaza Mayor para disfrutar de limonada y huevos fritos. Más tarde, una yincana conducirá a todo el pueblo al entierro de la sardina y a una verbena popular con el cuarteto Etiqueta Negra. Ahora, sí que sí, las fiestas se despedirán hasta dentro de 365 días.
