PP y C’s sellan un acuerdo de mínimos en la Diputación

El nuevo mandato en la Diputación de Valladolid arranca bajo la presidencia de Jesús Julio Carnero gracias a un acuerdo de mínimos rubricado ayer con Ciudadanos sin grandes proyectos programáticos ni líneas novedosas sobre la mesa, más allá de los consabidos compromisos que exige la formación naranja a cada institución, y de un refuerzo del Plan Impulso para reactivar la actividad económica y el empleo.

Tras la rúbrica de los dos documentos firmados ayer en la sede del Partido Popular por ambas formaciones, la diputada de Ciudadanos, Pilar Vicente, destacó tres de los 15 puntos que conforman el acuerdo: la creación de una Oficina de Ayuda al Emprendedor para canalizar labores de formación, atención y asesoramiento a emprendedores; el impulso a la investigación y el desarrollo tecnológico; y el compromiso de que no haya listas de espera en los Servicios de Ayuda y Comida a Domicilio, así como de Teleasistencia, algo que ya se cumple en la actualidad, según aclaró después el popular Jesús Julio Carnero, que mañana será investido presidente en segunda vuelta gracias a la abstención de Ciudadanos.

Más allá de estos pilares económicos y de empleo aún por desarrollar, donde también se incluye la puesta en marcha de nuevos instrumentos financieros para facilitar créditos a empresas y autónomos, destaca la disolución del Consorcio Almirante como ejemplo de la racionalización que promoverán en el resto de entidades públicas de la Diputación, entre las que se incluyen Sodeva o Reval.

«Hemos empezado por éste porque se ha gastado mucho dinero en los últimos años en Rioseco y no somos partidarios de discriminar al resto de pueblos. Además no se ha dado prácticamente a conocer su labor», explicó ayer Vicente.

Se trata de un proyecto iniciado en los años 90 que, hasta 2006, gestionó casi siete millones –procedentes de la Diputación, la Unión Europea, el Ayuntamiento de Rioseco, entidades financieras o fundaciones con el objetivo de conservar y recuperar el patrimonio de la localidad. En los últimos años, sin embargo, se ha mantenido apenas sin actividad ni presupuesto, como se constata en las cuentas de 2015, donde tenía reservada una partida de 500 euros.

Dentro del epígrafe de transparencia, el acuerdo de mínimos incluye también el compromiso de publicar todos los contratos que firme la Diputación de forma clara y accesible –«es algo que tiene que aparecer en la página principal, nada más entrar en la web», recalcó Vicente–, la relación de cargos directivos de empresas y entres públicos –así como sus remuneraciones– y la cuota del IRPF y la relación de bienes de todos los diputados.

Además, los grupos políticos deberán rendir cuentas de manera pública sobre la asignación económica que reciben para gastos de funcionamiento y cuya cuantía este año se cifra en 62.424 euros a repartir.

«Somos la diputación más transparente de España y estos puntos ahondan más en esta idea», sostuvo Jesús Julio Carnero después de reiterar que está «acostumbrado al consenso». En esta ocasión, será una máxima en la que tenga que trabajar por obligación, pues el PP no logró mayoría absoluta en la Diputación, ni ha conseguido un pacto de legislatura.

De hecho, Carnero abrió la puerta a Pilar Vicente para que Ciudadanos entre en el Gobierno «en cualquier momento» y la diputada naranja afirmó rotunda: «No voy a entrar en ningún momento».

Una decisión de ‘independencia’ que le permitirá llevar al plenario sus propias propuestas, apoyar las del resto de formaciones que considere oportunas e incluso rechazar las del PP «si no siguen las líneas de trabajo de Ciudadanos».