Teresa López mantiene el bastón con el apoyo ‘natural’ de Gana Medina

Los vecinos de Medina del Campo optaron ayer por dar el triunfo a la alcaldesa socialista Teresa López, que ha gobernado la localidad en minoría durante los últimos cuatro años. Suma un concejal a los ocho que tenía y alcanza los nueve, aún a dos de la mayoría absoluta.

En esta ocasión podrá mantener el bastón de mando más cómodamente, pues ya no tendrá que buscar el apoyo de dos partidos distintos. Eso sí, estrecha su capacidad de negociación el hecho de que sólo tiene a uno que le puede dar la investidura: la coalición liderada por IU–Equo, Gana Medina.

La siguiente lectura clara que han dado las urnas en Medina es una merma importante de apoyo a la candidatura del Partido Popular, que baja de diez concejales a ocho. La lista acudía a los comicios totalmente renovada, después de la imputación del ex alcalde Crescencio Martín Pascual (lo fue durante 12 años), y de quien ejerció como su concejal de Urbanismo, Javier Rodríguez, por el caso de la adjudicación irregular de una rotonda en 2009. Sin embargo, y según los apoyos contabilizados ayer, no todo se arregló con una renovación de nombres.

El Partido Popular no cuenta, así, con ninguna posibilidad de gobernar, pues aun pactando con el socio que a primera vista parecería ‘natural’, el ex popular Fidel Lambás, sólo alcanzaría 9 escaños, lejos de los 11 de la mayoría absoluta.

Otra fuerza triunfante es la coalición Gana Medina, liderada por Izquierda Unida y Equo. De los dos ediles con que contaba IU, la izquierda más a la izquierda pasa a tres. De sobra para hacer una coalición de Gobierno con el Psoe, o llegar a acuerdos puntuales como la investidura o los presupuestos.

Otro nuevo agente en la Corporación es el único concejal de CI–CCD (Candidatura Independiente – Ciudadanos de Centro Democrático), que entra como nueva coalición (aunque las siglas CI, que se presentaba en 2011 con PCAL, ya tenían un edil en la Legislatura recién concluida). Se trata del histórico Fidel Lambás, un jubilado de banca que ya fue concejal, incluso teniente de alcalde, en dos legislaturas de Martín Pascual.

Sin embargo, poco podrá hacer Lambás en los cuatro años de mandato, más que acudir a plenos y a comisiones, pues su voto no es decisivo para sumar mayoría cualificada, ni en un sentido, ni en el contrario.

Parece claro que Teresa López volverá a ser investida como alcaldesa de Medina del Campo otros cuatro años. Ella misma lo vaticinaba ayer, en declaraciones a los medios de comunicación tras haberse hecho público el resultado al 100% del escrutinio: «Hemos ganado las elecciones, estoy contenta», dijo. «Yo creo que a priori somos el partido más votado, y hay una mayoría de izquierdas. No creo que haya ninguna cosa rara».

En cuanto a las personas, irrumpen en la Corporación medinense nuevas caras a las riendas de Izquierda Unida: Jorge Barragán, quien no por joven (30 años) era menos esperado en la primera línea política medinense. Su prolongado activismo y sus ganas de «cambiar las cosas», se dejarán notar, seguro, en los plenos de la villa. También entra como número tres de su formación un conocido protagonista de la vida cultural de la localidad, Alberto Arranz, célebre por su participación en grupos musicales de ‘Medina Sonora’ y por regentar establecimientos hosteleros de los de escenario concurrido.

Para el PP era de vital importancia recuperar la localidad, principal ‘bastión’ socialista en la provincia de Valladolid. No lo ha conseguido. «Los ciudadanos han votado y ellos son los soberanos», declaró ayer el candidato a la Alcaldía, Eduardo Marcos. «Estamos muy contentos con la participación y por otra parte acatando los resultados».

La situación de los dos grandes partidos se había invertido con respecto a los comicios de 2011 en la localidad. En aquella ocasión la asamblea del Psoe, que había pasado por dos años de divisiones internas, presentó a última hora a una desconocida, Teresa López, como cabeza de lista. Contra todo pronóstico un pacto entre fuerzas minoritarias la convirtió en alcaldesa.

En esta ocasión, fue el PP el que presentó a un candidato que, aunque medinense «de toda la vida», era poco conocido en la localidad. Así, sólo se ha cumplido un objetivo de cuantos parecía tener planteados el Partido Popular en Medina del Campo: alejar de las instituciones cualquier candidato que recuerde la etapa de Martín Pascual.