Pozal ultima la concentración parcelaria de 3.510 hectáreas

La localidad de Pozal de Gallinas afronta la recta final de un proyecto de concentración parcelaria que engloba a todas las tierras de cultivo del término municipal para mejorar un reparto cuya última modificación se remonta medio siglo en el tiempo, en concreto, al año 1963. En total, el cambio afecta a 360 agricultores, propietarios de 652 parceles, sobre una superficie que suma 3.510 hectáreas.

La Delegación Territorial de la Junta en Valladolid acaba de aprobar el informe de impacto ambiental de un proyecto que el Ayuntamiento inició hace ocho años, en 2007, a instancias de la mayor parte de los agricultores de esta localidad situada junto a Medina del Campo, interesados en garantizar una mejor distribución, según explicó el alcalde, Javier Sáez Serrano.

Y es que la superficie media en la actualidad de cada parcela es de 3,47 hectáreas, lo que pone de manifiesto que los titulares cuentan con pequeñas superficies alejadas entre sí, lo que les dificulta los trabajos de laboreo.

«Este tipo de acciones se pueden iniciar a instancias de los agricultores o del Ayuntamiento, y en Pozal lo hemos tenido que hacer desde el Ayuntamiento porque, aunque no todos estaban de acuerdo, sí lo habían solicitado los propietarios que cuentan con más de la mitad de los terrenos», explicó el alcalde sobre los orígenes de la petición para impulsar un nuevo reparto.

Así, han logrado ya el visto bueno de la Confederación Hidrográfica del Duero, la Diputación de Valladolid, el Servicio Territorial de Cultura, el Servicio de Industria, Ecologistas en Acción y del Servicio Territorial de Medio Ambiente. Cumplimentados estos trámites, la localidad espera ahora la aprobación definitiva de la Junta a través de la Consejería de Medio Ambiente para dar por zanjado el proyecto, algo que, estiman, se puede dilatar otro año más.

Para lograrlo, los agricultores deben dar el consentimiento a un diseño para el que se tomará como referencia las tierras de cultivo de mayor superficie, así como las perforaciones que los propietarios hayan efectuado en los terrenos, según aclaró Sáez Serrano.

Además de marcar los nuevos caminos de acceso a las parcelas, el Gobierno autonómico ha previsto una circunvalación para rodear el casco urbano y evitar así el tránsito de vehículos pesados, es decir, de los tractores con los aperos, por las calles del municipio.

El coste total de dichas actuaciones se ha previsto en 1,6 millones de euros, destacó el alcalde, una cantidad que asumirá íntegramente la Junta, sin coste para los propietarios de las tierras.

De la superficie total de 3.510 hectáreas, casi la mitad corresponde a cultivos de secano, con 1.641 hectáreas de extensión. Le siguen, con 907, los terrenos forestales; los viñedos, con 255; y los cultivos de regadío, con 381. En el cómputo, según especifica el informe medioambiental, se incluyen también varias explotaciones de ganado, y 200 hectáreas de terreno municipal.