Diario de Valladolid

Olmedo

Adiós a la penúltima olma de 500 años

Erguía junto a la casa de los abuelos de Santa Teresa, que pudo haberla conocido / Sólo queda uno de los ejemplares a los que la villa debe su nombre

Dos operarios custodian los restos del viejo olmo que se desplomó este fin de semana en Olmedo-David baruque

Dos operarios custodian los restos del viejo olmo que se desplomó este fin de semana en Olmedo-David baruque

Publicado por
Santiago G. del Campo
Valladolid

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Una olma de cinco siglos se desplomó durante la madrugada del sábado en el paseo de la Soterraña de Olmedo, en pleno centro del casco urbano. Se trataba de la penúltima de sus características que permanecía erguida en una villa que debe su nombre a este tipo de árboles.

La mala noticia se extendió como la pólvora entre los casi 4.000 vecinos. Cientos de ellos se acercaron al lugar para contemplar los restos del magnífico vegetal. Llovía sobre mojado, porque en realidad la pérdida se produjo hace una década, cuando la plaga de grafiosis terminó con su cinco veces centenaria vida.

El Ayuntamiento taló entonces el ejemplar pero dejó un tocón de cuatro metros de altura por dos de diámetro en la base, a modo de monumento, que sirviera como testigo de la existencia de tan venerable vecina. A eso de las dos de la madrugada del sábado, la base no pudo soportar más el peso y la estructura se desplomó. Durante la mañana de ayer los operarios municipales ya habían retirado el tronco y limpiado el lugar. Por la tarde quedó cubierto con cemento armado el profundo socavón que ocupaban las raíces.

Ya sólo le queda a la localidad la última de las grandes olmas, la de la Plaza de San Andrés, frente a los restos de la iglesia mudéjar del mismo nombre, del siglo XIII. Se cree que es aún más antigua que la desaparecida este fin de semana. «Dicen los expertos que supera los quinientos años», explicó ayer a este periódico el alcalde de la villa, Alfonso Centeno. Sin embargo, todo parece indicar que no durará mucho. En 2013 enfermó de grafiosis, después de haber resistido mucho tiempo a la plaga. «El año pasado se efectuó un tratamiento y una poda preventiva. La dejaremos una o dos primaveras más para ver si se recupera pero todo apunta a que también la perderemos», añade el edil.

Aún quedan media docena de olmos en la localidad, pero mucho más jóvenes. Al menos dos de ellos han pasado la barrera de los cien años, pero nadie sabe cuánto tiempo tardarán en caer víctimas de la plaga. «No hemos hecho ningún plan de repoblación de olmos porque, mientras no exista un remedio contra la grafiosis, es inútil. La enfermedad les alcanza a todos», aseguró Centeno. «Existe una clase resistente, pero no es autóctona y nos parece más correcto repoblar cuando se pueda hacer con variedades de aquí».

Tan resistente se mostró la olma de San Andrés hasta 2013 que el Ministerio de Agricultura se llevó semillas y otras muestras a Madrid. «Están investigando sobre ellas, para ver si encuentran un remedio», explica el alcalde.

Antes de la crisis llegó a haber un proyecto para convertir el tocón de la olma de la Soterraña en una escultura conmemorativa de la ‘Villa de los Siete Sietes’, pero no llegó a materializarse. El árbol desaparecido este fin de semana se encontraba en las proximidades de la Casa de los Dávila, donde la tradición sitúa la casa de los abuelos maternos de Santa Teresa de Jesús. Curiosamente, la Santa podría haber conocido los primeros brotes de las olmas del Paseo de la Soterraña y la Plaza de San Andrés.

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