Villalba de los Alcores
Santa María del Temple renace de su abandono
Los nuevos propietarios del BIC invierten los primeros 70.000 euros en reparar la cubierta / Prevén una rehabilitación integral de la iglesia románica para uso cultural
Un vecino de Villalba pasea por la plaza donde se ubica el BIC, ya cubierto para su remodelación-J.M.Lostau
La iglesia de finales del siglo XII y principios del XIII de Santa María del Temple de Villalba de los Alcores, catalogada como Bien de Interés Cultural (BIC) desde 1991, comienza su proceso de renacimiento para convertirse en centro cultural de titularidad privada, tras doscientos años cerrada al culto y utilizada durante décadas como granero, salón de baile o teatro.
La compra del inmueble por parte de un matrimonio de Madrid afincado en Bélgica –aunque sin ninguna vinculación con el municipio vallisoletano– ha puesto fin a un proceso de venta que se ha dilatado casi quince años y ahora, apenas seis meses después de su adquisición, ya han comenzado las primeras obras para restaurar esta joya del románico.
Con un presupuesto de 70.000 euros, los nuevos propietarios, cercanos ya a la edad de jubilación, centran los primeros trabajos en el arreglo de la cubierta para evitar que las filtraciones de agua sigan deteriorando el interior. Un importante paso al que seguirán nuevas actuaciones, confirmó el arquitecto del proyecto y también familiar de los dueños, Jaime Lorenzo, aunque se realizarán «poco a poco».
Desde hace dos semanas, explicó el alcalde de Villalba, Manuel Gutiérrez del Campo, los andamios en la parte exterior de esta iglesia, conocida popularmente como ‘La Cilla’, ponen de relieve la apuesta por la conservación del BIC para rescatar su uso cultural.
«El tejado estaba cubierto de hierba y ya lo han estado limpiando; ahora falta retejar», destacó el regidor a tenor de la liciencia de obras que han solicitado al Ayuntamiento de Villalba de los Alcores.
Por el momento, no hay ninguna actuación más aprobada, pero sí muchas propuestas en el cajón de los propietarios para que ese «espacio impresionante» que vinieron a ver en persona tras enterarse por internet de que estaba a la venta, sea enclave de referencia.
Su intención es dotarlo de agua y luz para habilitar una zona donde poder residir, «aunque no para convertir la iglesia en su vivienda permantente», aclaró el arquitecto, y reservar un espacio que utilizarán como su estudio de arte. «El sitio ofrece muchas posibilidades», añadió.
Pretensiones, sin embargo, guardadas celosamente por los nuevos titulares de Santa María del Temple, junto a otros secretos, como el precio que pagaron por este BIC «en estado de abandono con el consiguiente y progresivo deterioro», según reza la web del Ayuntamiento y confirma su inclusión en la ‘Lista Roja’ que elabora la asociación Hispania Nostra.
El cartel de ‘se vende’ se colgó el 18 de agosto de 2001 por un precio de 300.000 euros, pero la venta no cuajó hasta el año pasado, a pesar de que los entonces propietarios, Policarpo y Emilio Hernández, confirmaron en su momento haber recibido la visita de más de un candidato.
El mal estado de conservación, el tiempo que pasó sin que se formalizara una oferta sólida, la crisis, o una conjunción de todas las variables, motivó una suculenta rebaja a la que no han puesto cifra exacta, pero sí una aproximación: «Han pagado menos de la mitad de lo que se pedía», corroboró Jaime Lorenzo.
Al tratarse de un BIC, los interesados trasladaron a la Junta de Castilla y León el precio de venta, por si la administración estaba interesada en su adquisición y, ante la negativa, añadió el arquitecto, rubricaron el acuerdo privado con intención de «consolidar y proteger el templo gracias a sus ahorros».