Vuelve la diversión en las alturas a las fiestas de Valladolid

La llegada de los carruseles al recinto ferial de Valladolid es uno de los momentos más esperados del año para los vallisoletanos. Es obligatorio ir a pasar un rato en las diferentes atracciones que existen y la gran afluencia de visitantes demuestra que este evento se esperaba con ganas.

El Real de la feria cuenta con una gran afluencia de público en sus inmediaciones y se puede observar una clara satisfacción generalizada en muchos de sus asistentes. «Me lo paso muy bien aquí, nadie se puede perder los carruseles», apunta Marta.

Ésta viene bien acompañada de un olor a churros y algodón de azúcar y quizá, algún peluche o juguete. También hay quienes simplemente pasean y disfrutan de la música y de un entorno tan apetecible.

«A mi me gusta salir de casa para ver el ambiente y jugar un rato, es una parada obligatoria», señala un joven. De este modo se denota que el clima de este lugar es uno de los principales reclamos por parte de los asistentes. Se trata de un lugar de entretenimiento al que muchas personas acuden para distraerse de sus actividades del día a día.

«Vengo todos los años un par de veces o tres y se agradecen lugares de evasión como este, al final me entretengo un rato y si tengo suerte me llevo un peluche a casa», indica Mario.

Existe además una infinidad de actividades para realizar en el recinto ferial para que nadie quede insatisfecho. Algunos prefieren jugar a reventar globos con los dardos mientras que otros prefieren actividades como la Selva Encantada.

Otro de los asistentes ha reseñado que está impresionado con la nueva noria que ha llegado este año a Valladolid y que se ha convertido en su nueva atracción preferida. Se trata de una noria panorámica y climatizada de 45 metros de altura a través de la cual se podrá disfrutar de las bonitas vistas que la ciudad de Valladolid ofrece.

Asimismo, otras de las actividades que más gustan son la Tómbola Antojitos o El Ratón Vacilón. Estas últimas son imprescindibles para Yeray.

«Siempre combino estas dos actividades, junto la incertidumbre de qué me puede tocar en la ruleta de la tómbola y la emoción del Ratón Vacilón. Para mi es uno de los mejores momentos del año».

El recinto del Real de la feria acoge a muchas personas que vienen todos los años para a disfrutar; y desde primera hora del día se comprueban las ganas que la ciudad de Valladolid tenía de que llegara septiembre. Además, el buen tiempo acompaña a lo largo de todo el día y algunos visitantes aprovechan su estancia para ver los fuegos artificiales desde el propio lugar.

«Tenía muchas ganas de volver aquí. El año pasado me quedé con ganas de subirme al Ratón Vacilón y este año no me lo podía perder», apunta Raquel.

Y, para que todo el mundo pueda disfrutar de estas actividades, se han organizado dos fechas señaladas como se viene haciendo desde hace varios años atrás. El 15 de septiembre, que será el Día del Niño (en él, el precio de las atracciones y demás actividades será el más barato de todas las ferias), y los días del 10 al 12 de septiembre, que serán los días sin excesivo ruido para las personas con trastornos del espectro autista y diversidad funcional.

Por último, los precios de las actividades no han cambiado en gran medida con respecto al año pasado y rondarán desde los 3.5 euros hasta los 5 euros aproximadamente en función de la actividad que se disfrute.

«Viene bastante gente y el ambiente es muy bueno, por lo que sólo queda trabajar y hacer que los visitantes disfruten de su estancia», comenta un feriante.

Los carruseles del recinto del Real de la feria estarán abiertos hasta el día 22 de septiembre y contarán con un total de 140 instalaciones contando puestos de comida y atracciones.