Diario de Valladolid

FERIAS DE SAN LORENZO VALLADOLID 2024

Primeros bocados en las casetas regionales con la vista puesta en su futura sede

Arranca la Feria de Folklore y Gastronomía a pocas semanas de que den comienzo las obras del nuevo recinto junto al Delibes que contará con una capacidad de hasta 20.000 personas y 365 plazas de aparcamiento

Un grupo de gente disfruta del primer día de las casetas regionales de Valladolid

Un grupo de gente disfruta del primer día de las casetas regionales de ValladolidPhotogenic

Publicado por
Miguel Á. Conde
Valladolid

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Un años más, arrancan las casetas regionales de Valladolid. Sin embargo, esta 41 edición de la Feria de Folklore y Gastronomía comenzó con la vista puesta a su futura sede a tan solo unos metros de su actual emplazamiento. Así, Valladolid ya disfruta de sus tradicionales bocados regionales por las Fiestas de la Virgen de San Lorenzo.

Y es que el alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero aseguró durante la inauguración de las casetas regionales que las obras del nuevo recinto comenzarán «en las próximas semanas», por lo que la siguiente edición de las mismas ya se podrá celebrar en la nueva sede.

«A finales de este mes, principios del mes de octubre, se iniciarán las obras con una duración de cinco meses», afirmó Carnero, quien recordó que el nuevo emplazamiento tendrá una superficie de más de 10.000 metros cuadrados, con capacidad de entre 15.000 y 20.000 espectadores y hasta 365 plazas de estacionamiento. Todo ello con un presupuesto de 1,5 millones de euros.

Además, el Ayuntamiento prevé que el espacio pueda utilizarse como aparcamiento disuasorio y para realizar eventos como conciertos. Además, Carnero destacó que contará con un proyecto de electrificación que tampoco estaba contemplada en el proyecto inicial. Además, como afirmó Carnero, el nombre del recinto será José Luis Bellido, en honor al «alma mater» de las casetas, el presidente de la Federación de Casas Regionales.

De esta manera, la próxima edición de la Feria de Folklore se situará en la nueva sede. Así, la edición 41 mira ya a la siguiente, aunque por el momento las celebraciones acaban de empezar. Desde el primer día ya se podía ver los tradicionales malabarismos de gente con platos a rebosar de comida. Acompañando todos los manjares, la sidra tampoco falta. Y es que no son pocos los que se aventuraban a escanciar la bebida con el objetivo de no desperdiciar ni una sola gota.

Una carpa llena de gente disfrutaba no solo de la gastronomía de todas partes de España, también de la música. El folklore abarrotó el espacio con bandas de todos estilos musicales, bailes y vestuarios de infinidad de colores, que pusieron el toque musical al día inaugural de la Feria de Folklore y Gastronomía.

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