Los drones dibujan Valladolid en el cielo

Valladolid quedó inmortalizada en el cielo con 300 drones que alzaron el vuelo y dibujaron a la ciudad del Pisuerga. El enjambre de aparatos iluminó el cielo nocturno durante diez minutos bajo la atenta mirada de los vallisoletanos, que fueron testigos de un espectáculo de colores y formas que utilizó el cielo como lienzo para crear numerosas figuras, llenas de luces y colores en el Paraje del Caño Hondo. Además, los motivos creados se inspiraron en la propia ciudad y vinculados a la sostenibilidad y al uso responsable del agua, aunque el espectáculo se hizo esperar, ya que fue retrasado media hora por el tiempo.

La coreografía comenzó pasadas las 23.00 horas con el escudo de Valladolid en lo alto del cielo girando sobre sí mismo. A continuación llegaron diversos escenarios de la ciudad como la fachada del Ayuntamiento, la Cúpula del Milenio o la estatua que preside la plaza Mayor, el Conde Ansúrez, o los icónicos pavos reales del Campo Grande.

Así, el vuelo de los centenares de aparatos dejó atónitos a los vallisoletanos, que disfrutaron de una noche de fiestas novedosa y diferente de la mano de las formaciones sincronizadas de los drones, que iluminaron la noche pucelana con hasta 16 millones de tonalidades de luces led, todo ello con el objetivo de no dejar indiferente a los espectadores.

Además, la empresa organizadora, UMILES, cuenta con una larga experiencia en el sector de los espectáculos de drones tras haber trabajador con marcas de tanto renombre como Netflix, Warner Bros, El Hormiguero, Cupra o Volkswagen. De esta manera, Valladolid se convirtió en un lienzo en blanco para que los drones pudieran convertirse en auténticos pintores con los vallisoletanos como testigos de sus creaciones.

El show audiovisual se convirtió además en todo un hito en Castilla y León, ya que el espectáculo es el primero de este estilo que acoge la Comunidad, y que posiciona a Valladolid «a la vanguardia en la organización de eventos públicos», en palabras del CEO de Ximenez Group, Marian Ximénez.