La calle vallisoletana del medio

Arturo Eyries, el barrio olímpico de Valladolid, dedica una de sus calles a la Villa de las Ferias. Y no hablamos de una más dentro del amplio entorno de la zona. El recuerdo a Medina del Campo es bien visible ya que la avenida que lleva el nombre de este municipio vallisoletano, uno de los más grandes de la provincia, conecta la Avenida de Salamanca y el Paseo Zorrilla. El tráfico es intenso a diario y de ello dan fe los cientos y hasta miles de vehículos que circulan por sus cuatro carriles. El tramo de casi 500 metros conecta dos vías que soportan una elevadísima densidad de tráfico. 

Los conductores tienen que armarse de paciencia cuando acuden al Centro de Salud Arturo Eyries y es que encontrar aparcamiento allí, en la calle Puerto Rico, es como buscar una aguja en un pajar. Resulta obligado acudir con antelación a las consultas médicas porque la búsqueda del estacionamiento puede retrasarse muchísimo.

Más sencillo es aparcar al otro lado de la Avenida Medina del Campo, en dirección al polideportivo Pisuerga. A priori da la sensación de que se encontrará pronto un hueco pero a medida que avanza la mañana ya no es tan sencillo. La avenida que da nombre al municipio reseñado no destaca por un número elevado de establecimientos, al contrario. Una ortopedia, una farmacia, una óptica, una clínica dental, una peluquería, un establecimiento dedicado al suministro de equipos médicos y un bar es todo lo que se encuentra quien decide dar un paseo por la avenida. 

En esa misma acera, la más cercana al polideportivo, está la sede del Partido Socialista Obrero Español (PSOE). Enfrente se encuentran los campos de El Palero, donde juegan y entrenan los equipos del Club Deportivo Arces, sin duda uno de los históricos del fútbol vallisoletano. Unos metros más adelante, en dirección al Centro de Salud y a la Avenida de Salamanca, está el centro deportivo El Palero. No hay más tiendas. Las viviendas se llevan casi todo el protagonismo. Y al comienzo de esta recta, si se accede desde la Avenida de Salamanca, lo primero que se ve es el monolito de la Hispanidad.

El café bar Mesón Salmantina cerró sus puertas muchos años atrás, pero las obras que se llevan a cabo en su interior avisan de la reapertura. Propietarios y empleados de la óptica, la farmacia y la ortopedia son quienes advierten de esa actividad que devolverá a la avenida el segundo bar. El único que permanece abierto es el bar Lladolid, que atiende desde primera hora de la mañana y que va camino de cumplir tres décadas. El negocio permanece allí desde 1996, casi enfrente de los campos de El Palero.

Muy cerca del Paseo Zorrilla está la parroquia de Santo Domingo de Guzmán, aunque en realidad se encuentra en la Plaza Doctor Quemada. Los vecinos de la Avenida de Medina del Campo acuden al templo cuando hay actos litúrgicos. El párroco, Manuel González López, que atiende también la iglesia San Rosa de Lima, en la calle Bolivia, destaca el compromiso de los residentes en el entorno y agradece la colaboración que le brindan cuando necesita ayuda para los preparativos, sobre todo en fechas especiales como son Semana Santa y Navidad. 

En los dos años que lleva al frente de los dos templos, el párroco ha comprobado la excelente colaboración de los vecinos, siempre dispuestos a echar una mano. La ayuda de los integrantes del coro y del grupo de Cáritas siempre es bien recibida.

La Avenida Medina del Campo y el barrio Arturo Eyries en general guardan una magnífica relación con los países sudamericanos, cuyas banderas ondean junto al monolito de la Hispanidad, situado junto al cruce de la Avenida de Salamanca con la de Medina del Campo. Muchas calles y plazas del barrio llevan los nombres de estos países: Argentina, Paraguay, Venezuela, Ecuador, Chile, Bolivia, Colombia, México, Puerto Rico... Todos ellos están muy presentes y así se pone de manifiesto cuando celebran las fiestas de sus respectivas patronas. La buena comunicación entre el párroco y los vecinos queda patente en el día a día.

La farmacia, integrada en el barrio desde los años 80, cambió de titular en 2008 y dio paso a un nuevo periodo de renovación con un equipo preparado para ofrecer a los clientes el mejor servicio sanitario y las opciones de salud y bienestar.

La cercanía con el polideportivo Pisuerga concede mayor dinamismo a la Avenida Medina del Campo. El pabellón municipal alberga los partidos del Real Valladolid Baloncesto pero la oferta deportiva es mucho más extensa ya que a los cursos de educación física se suman las numerosas actividades que organiza la Fundación de Deportes e incluye campeonatos de ámbito regional, nacional e internacional de numerosos deportes. Junto al Pisuerga se encuentran las oficinas de la Federación de Baloncesto de Castilla y León, inauguradas en 2022 aunque la Territorial ya se encontraba allí desde un año antes.

Pero si nos referimos al vínculo de la Avenida Medina del Campo con el deporte, el protagonismo se lo lleva el Club Deportivo Arces, fundado en 1943. Su presidente, Borja Macías, se muestra orgulloso de la labor que ejercen los entrenadores de los casi 30 equipos con los que cuentan, que se traduce en más de 400 jugadores, desde los pequeñines de 4 años hasta los aficionados. El CD Arces es uno de los más veteranos de Valladolid. Sus dirigentes mantienen las señas de identidad de sus antecesores y tienen muy claros sus objetivos, que no son otros que dar a conocer los valores que lleva aparejados la práctica deportiva.

Dicen que el movimiento se demuestra andando y esto lo comprueban los espectadores que acuden los fines de semana a los campos de El Palero a presenciar cualquiera de los numerosos partidos que se disputan.

Los vecinos de la Avenida Medina del Campo tienen muy cerca de sus domicilios las galerías comerciales de la calle Ecuador, situadas casi al lado del polideportivo Pisuerga en una recta que parece interminable. Las galerías son un punto de encuentro de muchos residentes en la Avenida Medina del Campo. Allí encuentran muchos puntos de venta a los que acuden día tras día.

Esta avenida que rinde honores a Medina del Campo, uno de los grandes municipios de la provincia de Valladolid, continúa siendo testigo del ir y venir de los numerosos ciudadanos que transitan entre la Avenida de Salamanca y el Paseo Zorrilla. Lógico si tenemos en cuenta que se trata de una de las grandes arterias de Arturo Eyries.