Brigadas de patio en un colegio de Valladolid para que "ningún niño se quede solo"

Brigadas infantiles para fomentar la  participación en un colegio de Valladolid. Los alumnos del último ciclo de primaria del colegio La Inmaculada Misioneras dedican su tiempo en el recreo a integrar a otros compañeros que se quedan solos o aislados. Según una nota informativa remitida por el centro, el organismo lleva años trabajando en la organización de esta iniciativa con el fin de fomentar la inclusión y la convivencia pacífica. 

Bajo el nombre de 'Las Brigadas de Patio', los estudiantes más mayores juegan un rol fundamental en el recreo: de forma voluntaria se aseguran de que ningún niño se quede solo y, si detectan que alguno lo está o necesita ayuda, se acercan para acompañarlo y animarlo a integrarse en actividades y juegos. Además, para identificar a estos brigadistas, llevan un chaleco identificativo con el logo de convivencia del centro.

Este grupo de pequeños voluntarios no solo promueve la inclusión, sino que en coordinación con sus tutores, trabajan para que los patios sean espacios libres de violencia a través del respeto mutuo y mediando en situaciones de conflicto cuando surgen. De esta forma, los brigadistas son un ejemplo de liderazgo positivo para el resto de compañeros. 

La iniciativa ha sido bien recibida tanto por los escolares como por sus padres y profesores, quienes destacan el impacto positivo que está teniendo en el entorno escolar, a decir de las mismas fuentes. "Estas iniciativas buscan que los recreos sean un momento de encuentro, juego diverso y compañerismo", señalan en la nota.

Juegos tradicionales y balones de espuma

Además de los brigadistas, el centro vallisoletano también fomenta la organización y diversidad de actividades en los recreos. De esta forma, los mismos quedan organizados de la siguiente manera: tres días a la semana hay juegos tradicionales, mientras que los otros dos días, son recreos con balones de espuma.

Los juegos tradicionales es un modelo de actividad que promueve la participación de todos los alumnos en actividades más variadas y "enriquecedoras" que permiten rescatar juegos de toda la vida, como son la comba, la goma, las peonzas, las chapas, las canicas, la rayuela, los cromos...

Por otra parte, los recreos con balones de espuma buscan "ofrecer alternativas al fútbol, que tradicionalmente domina los patios" a través de juegos como puntos, balón prisionero, pelota envenenada... Todos ellos con balones "más seguros" que facilitan actividades donde se estimula la creatividad y la colaboración entre los niños.