Los voluntarios embalan cajas que contienen todo tipo de enseres, desde ropa de trabajo a pañales para bebés y medicinas. Nada es imprescindible, ni tampoco nadie. «Faltan manos» es una de las frases más repetidas por todos los presentes en la nave. Un pitido y la palabra «descarga» es lo único que necesitan los voluntarios de la nave del Polígono de San Cristóbal para saber cómo actuar y que la cadena humana comience. Algunos llevan días ayudando a organizar todas las donaciones que se embarcarán en un viaje con destino a los afectados por la DANA de Valencia, pero muchos otros solo llevan unas horas.
«Es increíble cómo no habiendo hecho esto nunca en la vida y sin conocernos sabemos exactamente cómo coordinarnos tan rápido entre nosotros y qué pasos seguir», relata Silvia, de 27 años, con una caja llena de pañales en la mano y un rotulador permanente con la que etiquetarla. Es enfermera y aprovecha los ratos libres para aportar su granito de arena. «Me encantaría irme allí y poder ayudar, pero ya que mi trabajo no me lo permite esta es mi manera de aportar. Todos podemos ayudar un poco aunque sea en la distancia», remarca la joven.
Elena, otra de las voluntarias, se muestra emocionada por la implicación de la gente joven -la mayoría de los presentes en el lugar- y la solidaridad que están mostrando. «La gente joven se ha volcado de verdad. Universitarios, gente que trabaja por la mañana... se acercan el rato que pueden por la tarde. Es una maravilla», comenta. Ella decidió involucrarse en esa iniciativa motivada por su hija. «Me enteré por ella de que se estaba organizando aquí la gestión de los donativos. Ella lo vio a través de las redes sociales y no me pensé ni un momento meterme en esta aventura que es ayudar a las personas», explica.
Iván, de 23 años, realiza labores de carga y descarga desde hace dos días en las instalaciones del Polígono de San Cristóbal motivado por sus amigos, que ya habían decidido acercarse a echar una mano previamente. «Ver las imágenes en televisión de la tragedia me inspiró para venir a ayudar en lo que se necesitara, a echar una mano en la distancia», expresa. Además, hace hincapié en lo que más urge ahora mismo: la ropa de trabajo. «Ahora mismo abundan los productos de limpieza. Lo que más se necesita son guantes y botas de trabajo. Hay que dar gracias cuando en un camión llega un paquete con alguna de estas cosas, porque realmente escasean y son muy necesarias».
Aunque no es lo único que escasea. Uno de los grupos más afectados, el de los celiacos e intolerantes a la lactosa, requiere de mayor aportación . «Es verdad que tenemos prácticamente de todo gracias a la generosidad de la gente, pero de lo que percibo que más falta hace son productos para celiacos, intolerantes a la lactosa y bajos en azúcares, que son los grandes olvidados», comenta Sonia en medio de la vorágine de cajas, rollos de cinta adhesiva y palés con todo tipo de productos.
Estrella, de 57 años, representa a uno de los cientos de casos que tienen amigos y familiares viviendo en Valencia. «Es un infierno, la gente cercana que tengo viviendo allí me manda vídeos y no para de repetir que parece la guerra. Todo sigue igual». Además, dos furgonetas hasta arriba de pañales ya viajan rumbo a Valencia. El Centro de Orientación Familiar (COF) de la Archidiócesis de Valladolid ha realizado una donación de pañales infantiles, uno de los enseres más solicitados por los afectados por la DANA. Esta donación se ha llevado a cabo con la ayuda de seminaristas y formadores el Seminario Mayor, que se han encargado de transportar este lote de pañales recaudado a lo largo del curso pasado en la ‘Operación Pañal’ del COF Diocesano.
El Ayuntamiento de Valladolid enviará en los próximos días un camión especial de desatranque de Aquavall a la localidad valenciana de Aldaia, para participar en las labores de restauración de la red de saneamiento. El camión, con un peso de 26 toneladas, y un almacenamiento de 10.000 litros de agua está equipado con mangueras y herramientas para el desatasco de redes de saneamiento.
Grupos de voluntarios preparan alimentos y artículos de primera necesidad en una nave del Polígono de San Cristóbal
Grupos de voluntarios preparan alimentos y artículos de primera necesidad en una nave del Polígono de San Cristóbal
Grupos de voluntarios preparan alimentos y artículos de primera necesidad en una nave del Polígono de San Cristóbal
Grupos de voluntarios preparan alimentos y artículos de primera necesidad en una nave del Polígono de San Cristóbal
Grupos de voluntarios preparan alimentos y artículos de primera necesidad en una nave del Polígono de San Cristóbal
Grupos de voluntarios preparan alimentos y artículos de primera necesidad en una nave del Polígono de San Cristóbal
Grupos de voluntarios preparan alimentos y artículos de primera necesidad en una nave del Polígono de San Cristóbal
Grupos de voluntarios preparan alimentos y artículos de primera necesidad en una nave del Polígono de San Cristóbal
Grupos de voluntarios preparan alimentos y artículos de primera necesidad en una nave del Polígono de San Cristóbal
Grupos de voluntarios preparan alimentos y artículos de primera necesidad en una nave del Polígono de San Cristóbal
Grupos de voluntarios preparan alimentos y artículos de primera necesidad en una nave del Polígono de San Cristóbal
Grupos de voluntarios preparan alimentos y artículos de primera necesidad en una nave del Polígono de San Cristóbal
Grupos de voluntarios preparan alimentos y artículos de primera necesidad en una nave del Polígono de San Cristóbal
Grupos de voluntarios preparan alimentos y artículos de primera necesidad en una nave del Polígono de San Cristóbal
Grupos de voluntarios preparan alimentos y artículos de primera necesidad en una nave del Polígono de San Cristóbal
Grupos de voluntarios preparan alimentos y artículos de primera necesidad en una nave del Polígono de San Cristóbal
Grupos de voluntarios preparan alimentos y artículos de primera necesidad en una nave del Polígono de San Cristóbal
Grupos de voluntarios preparan alimentos y artículos de primera necesidad en una nave del Polígono de San Cristóbal
Grupos de voluntarios preparan alimentos y artículos de primera necesidad en una nave del Polígono de San Cristóbal
Grupos de voluntarios preparan alimentos y artículos de primera necesidad en una nave del Polígono de San Cristóbal
Grupos de voluntarios preparan alimentos y artículos de primera necesidad en una nave del Polígono de San Cristóbal
Grupos de voluntarios preparan alimentos y artículos de primera necesidad en una nave del Polígono de San Cristóbal
Grupos de voluntarios preparan alimentos y artículos de primera necesidad en una nave del Polígono de San Cristóbal
Grupos de voluntarios preparan alimentos y artículos de primera necesidad en una nave del Polígono de San Cristóbal
Grupos de voluntarios preparan alimentos y artículos de primera necesidad en una nave del Polígono de San Cristóbal
Grupos de voluntarios preparan alimentos y artículos de primera necesidad en una nave del Polígono de San Cristóbal
Grupos de voluntarios preparan alimentos y artículos de primera necesidad en una nave del Polígono de San Cristóbal
Grupos de voluntarios preparan alimentos y artículos de primera necesidad en una nave del Polígono de San Cristóbal