Un bombero de Valladolid en el infierno de Valencia: "Sorprende la cantidad de gente solidaria"

Están en el infierno provocado por la DANA. Llegaron de madrugada y se pusieron al tajo. No había tiempo que perder. Los nueve bomberos de los diferentes parques de la provincia de Valladolid, cuatro cabos y seis conductores, viajaron a Valencia el pasado viernes. Tenían un cometido claro: "Brindar toda la ayuda posible". Iban convencidos de ello y, por supuesto, lo cumplieron -y lo están cumpliendo-. 

Los efectivos de la Diputación desplegados en Aldaia se han dedicado a achicar agua en la zona urbana y a revisar el centro comercial Bonaire, donde a última del domingo confirmaron a este periódico que no habían encontrado cadáveres. 

 Y lo han hecho de la mano de otros compañeros y de la Unidad Militar de Emergencias (UME). "Estamos trabajando mucho", ha asegurado uno de ellos antes de añadir: "Es sorprendente la cantidad de gente voluntaria que está ayudando a limpiar calles y llevar agua potable y comida". 

Los bomberos vallisoletanos, que proceden de los parques de Arroyo de la Encomienda, Medina de Rioseco, Íscar y Peñafiel,  llegaron con lo necesario, sacos de dormir y manutención, para ser "autosuficientes". Sin embargo, ha reconocido que "gracias a los valencianos" nos les ha faltado nada. Por todo ello, este efectivo de la institución provincial ha afirmado: "Estamos bien, con ganas de seguir ayudando". 

En esta expedición han acudido bomberos que han participado en intervenciones como los terremotos de Haití y Chile y las crecidas del río en Valdestillas. Sus edades rondan entre los 35 y los 45 años. Además, han llevado drones, 1 BRP autobomba 4x4 con el equipamiento de dotación, dos vehículos ligeros de apoyo y un furgón de transporte de personal y carga. El martes serán relevados por otros compañeros. 

La meteorología marcará el ritmo de los próximos días. Este domingo, la Aemet ha establecido aviso rojo en Valencia a causa de la DANA. Se esperan fuertes lluvias. Al estar el alcantarillado colapsado el peligro aumenta. Por esta razón, algunos ayuntamientos ya han avisado a la población para que se refugien en pisos altos.