Las restricciones de tráfico en la Zona de Bajas Emisiones de Valladolid arrancarán en julio

El Ayuntamiento de Valladolid aprobó ayer la ordenanza que regula la Zona de Bajas Emisiones (ZBE), y lo hizo «flexibilizando» su puesta en marcha dentro de las leyes europeas. En este sentido, el concejal de Tráfico y Movilidad, Alberto Gutiérrez Alberca, señaló que la normativa entrará en vigor el próximo mes de enero, pero las multas no l legarán hasta el 1 de julio para los vehículos sin etiqueta y para los coches con distintivo B hasta 2028.

El objetivo, según comentó, fue la restricción de la circulación de determinados vehículos para «preservar y mejorar la calidad del aire». El perímetro quedará reducido a unas dimensiones de 1,1 kilómetros cuadrados, frente a los 3,1 kilómetros cuadrados previstos por el equipo de Gobierno anterior, lo que dejará fuera tanto al Hospital Clínico como al Hospital Campo Grande, que serán accesibles para todos los coches, con independencia de si tienen distintivo ecológico o no.

Como novedad, la normativa permitirá a las familias con niños de hasta 16 años escolarizados en centros educativos dentro de esta área entrar para dejarlos y recogerlos durante el periodo lectivo independientemente de la etiqueta de su vehículo. También lo podrán hacer las familias numerosas, los vehículos de transporte colectivo utilizados por personas con discapacidad, o ciudadanos que necesiten utilizar su coche para acudir a una cita médica. Todos ellos podrán acreditar tanto antes como después del hecho para evitar una sanción considerada «falta grave» y que, por tanto, tendrá una multa económica de 200 euros.

A pesar de las dudas que se han despertado, Gutiérrez Alberca comentó que, tras la aprobación de la ordenanza en el próximo pleno que se celebrará el lunes, se dará a conocer la información a los ciudadanos. Además, se creará una guía con una serie de normas de uso. «Somos muy conscientes de que esta norma afecta a todas las familias que se encuentran en la ciudad», defendió antes de insistir en que la meta es cumplir con la normativa europea en cuanto a la reducción de las emisiones. No obstante, aseguró: «No tenemos graves problemas de contaminación».

La primera fase, que entrará en vigor el 1 de julio de 2025, solo afectará al 16% de los vehículos censados en Valladolid (27.747), según datos de la DGT. La segunda fase llegará el 1 de enero de 2028. En esta ocasión, tendrá que ponerse las pilas el 35% de los coches con etiqueta B (59.217). 2030 es la fecha tope para los vehículos con distintivo C (el 41% del total, 70.552).

Durante el periodo de tramitación de la ordenanza se admitieron numerosas alegaciones de distintos colectivos. Aparte de las exenciones ya comentadas, podrán acceder a la almendra central de la capital del Pisuerga taxis, vehículos de emergencias, vehículos cuyos propietarios estén alojados en establecimientos hoteleros, transportes públicos y propietarios o arrendatarios de plazas de garaje.

Gutiérrez Alberca insistió en que han realizado «una actuación proporcional» con un doble objetivo «mejorar la calidad del aire y evolucionar hacia modelos de movilidad más sostenibles». De hecho, apuntó que cada paso que van a dar ya se ha hecho en otras ciudades como, por ejemplo, Madrid, donde cuentan con diferentes plataformas para que la ordenanza se cumpla. Eso sí, en el caso de Valladolid, el concejal de Tráfico y Movilidad dejó claro que «si hay cualquier duda de si la persona está infringiendo la normativa o no, no se va a multar».

Todos los trámites relativos a la Zona de Bajas Emisiones se podrán realizar tanto a través de una aplicación como de manera presencial para «evitar la brecha digital» de las personas mayores. Es más, ahora mismo los ciudadanos pueden conocer la etiqueta de su coche solo con introducir el número de matrícula en una herramienta habilitada para ello.