El PSOE, contra la Zona de Bajas Emisiones: "Ni protege la salud ni beneficia la economía"

El portavoz del Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento de Valladolid, Pedro Herrero, ha manifestado este lunes su rechazo a la ordenanza que regulará la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) en la ciudad, aprobada por el equipo de Gobierno formado por el Partido Popular y Vox. Herrero ha asegurado que la normativa "ni protege la salud de los ciudadanos ni beneficia la economía local", además de "llegar con retraso y generar confusión".

Según ha señalado Herrero en un comunicado remitido a los medios de comunicación, aunque la ordenanza oficializa su aplicación a partir de enero de 2025, no se impondrán sanciones hasta seis meses después, lo que, en su opinión, incrementa las dudas sobre su efectividad. Además, critica el retraso en la prohibición de circulación para los vehículos con etiqueta B, que se pospone hasta 2028, así como las exenciones que permitirán el acceso de ciertos vehículos al centro de la ciudad, lo que genera "inseguridad" en los ciudadanos.

El Grupo Municipal Socialista ha denunciado que el proceso de elaboración de la normativa, que ha durado más de un año, se ha llevado a cabo con "oscurantismo" y con una "escasa o nula receptividad" a las alegaciones presentadas por diversos sectores. Asimismo, Herrero ha subrayado que la ordenanza finalmente aprobada por el equipo de gobierno actual contradice los argumentos que el Partido Popular defendía cuando estaba en la oposición y reduce "significativamente" el perímetro de la ZBE, pasando de los 3,1 kilómetros cuadrados propuestos por el anterior equipo de gobierno socialista a tan solo 1,1 kilómetros cuadrados.

"Al margen de la tardanza y mala gestión, lo que es evidente es que ni el PP ni Vox creen en la necesidad de acciones integrales para proteger la salud y reducir la contaminación en nuestra ciudad", ha afirmado el portavoz socialista, reprochando la falta de "medidas ambiciosas" en la ordenanza.

En cuanto a los efectos económicos, Herrero ha destacado el rechazo del Ayuntamiento a las alegaciones de la Federación de Comercio y Servicios de Valladolid (FECOSVA), que advertía de un posible impacto negativo en los negocios de la zona afectada. Según el documento oficial del Consistorio, "no existen estudios científicos o de mercado que confirmen una disminución de los ingresos del sector minorista" a causa de la implementación de la ZBE. Un argumento, ha recordado Herrero, que contradice la postura del Partido Popular hasta 2023, cuando todavía estaba en la oposición.

Por último, el Grupo Municipal Socialista ha advertido que esta ZBE podría dificultar el acceso de Valladolid a futuros fondos europeos, ya que las medidas adoptadas no están en línea con las directrices de la Unión Europea, que promueven una reducción del tráfico en el centro de las ciudades y el fomento del transporte público y medios sostenibles, como la bicicleta. Además, la nueva ordenanza no contempla nuevas peatonalizaciones, a diferencia de las que se llevaron a cabo durante la alcaldía de Óscar Puente, donde se peatonalizaron varias calles emblemáticas del centro sin generar conflictos.

"Ataque a la salud pública"

El Grupo Municipal Valladolid Toma la Palabra (VTLP) también ha expresado su rechazo a las modificaciones planteadas por el equipo de gobierno del Ayuntamiento sobre la ZBE. Según Jonathan Racionero, portavoz del Grupo Municipal Valladolid Toma la Palabra, estas modificaciones representan "un grave retroceso" en la lucha por una movilidad más sostenible y en la mejora de la calidad del aire, priorizando "un modelo de ciudad anticuado" que sigue poniendo el vehículo privado en el centro de las políticas urbanas.

De igual forma, ha criticado duramente la "reducción drástica" de la extensión de la ZBE, que ahora cubre solo un tercio del área original propuesta por el anterior equipo de gobierno. “Esta decisión no tiene ninguna justificación técnica y se basa exclusivamente en criterios de proporcionalidad”, ha afirmado Racionero. Además, ha señalado que “es una muestra clarísima de la falta de voluntad política para acometer las mejoras que nuestra ciudad necesita urgentemente”. El portavoz ha alertado de que esta decisión no solo aleja a Valladolid del objetivo de reducir las emisiones contaminantes en un 40%, sino que también pone en riesgo el compromiso de convertir la ciudad en una de las 100 urbes climáticamente neutras de Europa para el año 2030.

VTLP considera que las modificaciones aprobadas "no solo retrasan la implementación efectiva de las medidas necesarias, sino que comprometen directamente la salud pública". Racionero ha criticado que “retrasar las restricciones a los vehículos sin etiqueta ambiental durante seis meses y a los de etiqueta B durante 24 meses, así como ampliar exenciones sin criterios claros y sin respaldo documental, no solo compromete la eficacia de la ZBE, sino que pone en peligro la salud de la gente”.

Citando estudios recientes, Racionero ha recordado que hasta el 80% de las muertes prematuras por enfermedades respiratorias podría evitarse si se adoptaran los niveles de contaminación recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), y ha lamentado que el actual equipo de gobierno haya ignorado estas recomendaciones.

“Desde Valladolid Toma la Palabra seguimos defendiendo un modelo de ciudad más saludable, que priorice a las personas sobre los vehículos”, ha declarado. “Es imprescindible devolver el espacio público a la ciudadanía, fomentar los desplazamientos a pie, en bicicleta y en transporte público, y equilibrar de forma real la movilidad urbana para mejorar la calidad del aire”.