Un alto funcionario de la cárcel de Valladolid a una interna: “¿Tienes pene o vagina?”

Í. Arrúe

El Tribunal Constitucional ha dado la razón a una interna del centro penitenciario de Valladolid que denunció que el jefe de seguridad del penal le preguntó en la celda si tenía pene o vagina y por ello le obligó a desnudarse. Según la denunciante, G.G.R. al oponerse, el funcionario le golpeó con fuerza en los glúteos. Ahora, el TC declara nulos los sobreseimientos del caso decretados en un juzgado de Valladolid y en la Audiencia de Valladolid, y ordena que se investigue la denuncia desde el inicio de actuaciones. El respaldo del TC es a que se investiguen los hechos, ya que no se pronuncia sobre la veracidad o no de los mismos. 

Los hechos sucedieron 9 de agosto de 2021 cuando la denunciante era presa preventiva en el centro penitenciario de Valladolid. Desde ese momento G.G.R. ha emprendido una batalla judicial para que le reconozcan se vulneraron sus derechos a la integridad física y moral, además de denunciar un delito de lesiones. Su primer paso fue denunciar el 20 de septiembre de 2021 ante el juzgado de guardia de Valladolid

La causa, sin embargo, no prosperó en las dos primeras instancias. El Juzgado de Instrucción 1 de Valladolid (que investigó finalmente los hechos), acordó el sobreseimiento provisional de las diligencias previas con fecha de 4 de noviembre de 2021.

Posteriormente, la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Valladolid también desestimó el 6 de septiembre de 2022 el recurso de apelación interpuesto frente al anterior. Le quedaba a la denunciante el recurso de amparo y en esta instancia el TC le ha dado la razón.

Y no solo eso. Lo hace con contundencia contra las instancias inferiores: declara vulnerado su derecho a la tutela judicial efectiva en relación con el derecho a la integridad física y moral y declara la nulidad de los autos dictados el 4 de noviembre de 2021 por el Juzgado de Instrucción núm. 1 y por la Sección Segunda de la AP de Valladolid.

Trato "inhumano"

Y más aún ordena “retrotraer las actuaciones al momento anterior al dictado del primero de los autos anulados para que el Juzgado de Instrucción núm. 1 de Valladolid proceda en términos respetuosos con el derecho fundamental vulnerado”, concluye el alto tribunal.

En su denuncia la recurrente afirmó que desde su entrada en el centro recibió “trato inhumano y denigrante” por su orientación de género, fue hostigada por los funcionarios que realizaban el turno el referido día, que solo le preguntaban si tenía pene o vagina, motivo por el cual, expuso, “desde su ingreso fue sometida a diferentes ataques transfóbicos, xenofóbicos y racistas por parte del personal de dicha institución penitenciaria”.

Se quejó de que la plantilla ignoró la orden del juez que le envió a un módulo de mujeres. Insistió en que el jefe de servicio subió a su celda para «comprobar por él mismo" si dentro de sus piernas "tenía pene o vagina. Palabras textuales dichas por el funcionario».

“Al constatar que yo tenía pene, fui agredida física y verbalmente, ya que él decía que era una burla al sistema penitenciario que un hombre disfrazado de mujer quisiera estar en el citado módulo», prosiguió en su denuncia.

Y añadió: “Al recibir por parte de dicho trabajador tan brutal agresión sufro a día de hoy una lesión con un traumatismo que afecta mis glúteos y entrepierna, ya que en mi proceso de transición me sometí a un aumento de glúteos hace siete años”.