Dos años de cárcel por violar a una joven tras salir de una discoteca de la calle Pasión de Valladolid

Un joven de 27 años ha sido condenado a dos años de prisión por una violación anal a una joven a la que había conocido poco antes en una discoteca de la calle Pasión. En esta sala de fiestas comenzaron los besos, con consentimiento entre ambos, pero fue al salir y refugiarse en un portal, cuando el acusado la agredió sexualmente en contra de la voluntad de la chica.

Esta es la condena de conformidad que ha dictado la sección segunda de la Audiencia Provincial (AP) de Valladolid tras el acuerdo que alcanzaron la defensa, la acusación particular y la Fiscalía de Valladolid.

Las tres partes consideran, tras el acuerdo de conformidad, que los hechos son constitutivos de un delito de agresión sexual, concurriendo en él la atenuante analógica de embriaguez y la atenuante de reparación del daño ya que el acusado consignó, antes del juicio, la cantidad de 3.000 euros para la víctima por el daño moral causado.

La condena, además de los dos años de prisión, se completa con una medida de libertad vigilada por un plazo de cinco años, que se ejecutará con posterioridad a la pena privativa de libertad. Medida que incluye la prohibición de aproximarse a la chica a una distancia inferior a los 500 metros, y comunicar con ella por cualquier medio o procedimiento.

Contacto en la discoteca

Los hechos sucedieron hace justo un año, el 12 de octubre de 2023, en una discoteca de la calle Pasión. Eran las 5 de la madrugada cuando la joven se encontraba en el interior con un grupo de amigos, y en ese momento el acusado, de 27 años, contactó con ella. Comenzaron a hablar, para momentos después comenzar a besarse y realizarse tocamientos, con consentimiento mutuo.

Pasada una media hora ambos abandonaron dicha discoteca, en dirección a una plaza cercana, continuando durante el trayecto con besos y tocamientos consentidos, caricias en las que él la tocaba las piernas y el culo, llegando éste a introducir la mano por debajo de la ropa de la joven.

La presencia repentina de una patrulla policial hizo que siguieran la marcha hasta llegar a un portal, donde el procesado, “guiado por un ánimo libidinoso”, según recoge la sentencia, y sin contar con el consentimiento de aquella y aprovechando que la misma había perdido el equilibrio, la colocó contra la puerta del portal de espaldas a él.

En esta postura le bajó las medias y las bragas y la penetró con su pene por el ano, pese a que ella le dijo que parase, hasta que en un momento dado consiguió separarse de él, empujándole y marchándose del lugar.

Como consecuencia de esa penetración, la víctima sufrió un pequeño desgarro (erosión infracentimétrica) de la mucosa anal. Por tales hechos presentó la oportuna denuncia ante la Policía Nacional, el mismo día 12 de octubre de 2023. En el momento de los hechos, el acusado tenía afectada su capacidad volitiva, por una previa ingesta abusiva de alcohol.