El Ayuntamiento aportará dinero para reconstruir la Vera Cruz y el PSOE habla de "cheque en blanco"

El Ayuntamiento de Valladolid aprobó ayer una enmienda de sustitución para colaborar económicamente con la Cofradía Penitencial de la Vera Cruz en la reconstrucción de la cúpula, que se derrumbó el pasado 25 de junio, con el fin de recuperar «este bien de referencia», dado su importante valor social y cultural para la ciudad. Y lo hizo en el pleno extraordinario convocado a petición del Grupo Municipal Socialista para «depurar» responsabilidades ante este hecho que está siendo investigado por la Fiscalía. 

Con 14 votos a favor de PP y Vox y 11 votos en contra de Valladolid Toma la Palabra (VTLP) y PSOE, dieron luz verde a una propuesta que sustituye a la moción presentada por los socialistas en la que pedían explicaciones por este suceso y denunciaban la «negligencia y mala gestión política» del alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero. «No controla porque no se dedica a la Alcaldía. Si hubiera hecho su trabajo hoy no estaríamos aquí», aseguró Pedro Herrero, portavoz del Grupo Municipal Socialista, antes de exigir al regidor «asumir su responsabilidad». 

En este sentido, comentó que «solo» apoyarían la moción si el Ayuntamiento aportara 200.000 euros procedentes del sueldo que Carnero cobra del Senado. El regidor, que solo intervino cuando desde la oposición sacaron este tema, afirmó que su trabajo «no le supone ningún gasto a los vallisoletanos» e invitó a todos los presentes a «mirar al futuro» comprometiéndose con esta ayuda económica para recuperar el lustre de esta iglesia renacentista, construida en 1581.

De momento, el Ayuntamiento no ha concretado ninguna cantidad y solo se ha remitido «a lo que digan los técnicos». Esta subvención se sumará a los 150.000 euros que aprobó la Junta de Castilla y León el pasado mes de marzo. 

El enfrentamiento entre el equipo de Gobierno y la oposición estuvo presente a lo largo de todo el pleno municipal. Pedro Herrero recordó que la actuación del Ayuntamiento demuestra una «dejadez» que se ha solucionado otorgando «un cheque en blanco». Por ello, insistió en que «asuman responsabilidades» por «no prestar a las obras de la Vera Cruz la atención que merecían».

El Grupo Municipal Socialista también criticó que estos trabajos se hayan gestionado como «si fueran la reforma de un baño» a pesar de que «el mal estado de la cúpula era vox populi». A estas palabras sí que respondió Alberto Gutiérrez, portavoz de Vox en el Ayuntamiento, quien reprochó a Herrero que acudió al templo la Semana Santa antes del derrumbe de la cúpula «para hacerse fotos sin mirar hacia arriba». Por esta razón, consideró que la situación del templo «no sería tan vox populi». 

Ignacio Zarandona, concejal de Urbanismo, en ningún momento entonó el mea culpa. De hecho, en su primera intervención solo comentó «que se remitía a todo lo dicho anteriormente». En su segundo turno calificó el suceso de «lamentable» e insistió en que ya «han dado todo tipo de explicaciones». De igual forma, echó balones fuera invitando a la oposición socialista a «vigilar su casa». Además, reconoció que en este asunto había echado de menos el «calor» de todos los grupos municipales para dar una solución a una situación que «lamentablemente» sucede en todos los países. 

«Estamos intentando que la reconstrucción sea lo más fidedigna posible con materiales y diseño originales, avalados por informes de arquitectos para que más pronto que tarde volvamos a tener este patrimonio recuperado», insistió a la vez que señaló que se «ha dado respuesta» a las peticiones de información por parte tanto de oposición como de los periodistas, pasando por la comisión extraordinaria, que se celebró el pasado 31 de julio, en la que defendió la correcta gestión de todos los permisos. 

Es más, Zarandona aprovechó la ocasión para refutar el argumento de la oposición de que la intervención de la Vera Cruz no debería haberse realizado con la fórmula de Declaración Responsable de Obras y Usos (DROU), ya que es una obra «especial». Y lo hizo con números. Recordó que durante la etapa del anterior equipo de Gobierno se tramitaron más de cien DROU del Arzobispado, la Universidad, la Junta de Castilla y León... 

Jonathan Racionero, concejal de Valladolid Toma la Palabra, por su parte, exigió «una depuración de responsabilidades políticas» por parte del equipo de Gobierno, destacando «la falta de diligencia y transparencia en el proceso». 

A su parecer, el derrumbe de la cúpula sacó a la luz «graves irregularidades y deficiencias» en la gestión municipal «que no se pueden ignorar». En este sentido, lamentó que Zarandona no haya asumido «responsabilidades claras» a pesar de que tardó 20 días en firmar «un decreto crucial» para detener las obras, «lo que habría evitado males mayores».

Por ello, declaró que la enmienda aprobada no es más que un intento de «desvirtuar» la acción política de la oposición y de eludir responsabilidades». También condenó las declaraciones del edil de Urbanismo y del alcalde de Valladolid el día del colapso, puesto que atribuyeron la falta de víctimas a la intervención divina de la Vera Cruz, una declaración, a su parecer, «irresponsable» y «una muestra de desprecio hacia la gravedad del incidente». 

Al pleno no acudieron los concejales José Antonio Otero y Alberto Palomino por motivos personales, situación que reprochó el regidor vallisoletano en su intervención final, puesto que el Grupo Municipal Socialista fue el que había solicitado la celebración de esta sesión plenaria. 

Plan patrimonial 

La Asociación por el Patrimonio de Valladolid intervino en el pleno municipal y dejó claro que estos hechos son «un desastre patrimonial» sin precedentes en Valladolid. En su opinión, en toda la actuación ha habido «un cúmulo de errores y negligencias» que se tienen que incorporar a la minuta de la propiedad del bien inmueble y de la administración pública responsable, es decir, el Ayuntamiento de Valladolid. 

Consideró que la ciudadanía se ha visto «perjudicada» en sus señas de identidad por la desaparición de esta cúpula. Por este motivo, propuso un plan patrimonio para la ciudad, con especial celo en el patrimonio vinculado a la Semana Santa.