Cerrar

Tribunales 

Dos vallisoletanos se enfrentan a una pena de 20 años por comprar billetes falsos

Los suministraba un falsificador austríaco y la pista de sus ventas llevó hasta los compradores / Uno de ello pagó con bitcoins pero en ambos casos no llegaron a entrar en circulación

Remesa de billetes falsos procedentes de un país europeo intervenidos por la Policía y la Guardia Civil en una imagen de archivo.E.M.

Publicado por
Valladolid

Creado:

Actualizado:

Dos vallisoletanos, José Ángel N.F. y José Ángel R.G., se enfrentan a una pena de diez años prisión, cada uno, por un delito de introducción en España de billetes falsos. Esta es la pena que solicita la Fiscalía de Valladoluid en el juicio que se celebrará el 7 de octubre en la sección segunda de lo Penal de la Audiencia de Valladolid. Además, la acusacón pública interesa una multa de 300.000 euros a cada procesado.

Los hechos se produjeron en el año 2018 y en ambos casos el proveedor fue un ciudadano austríaco, Stefan H., que acabó siendo detenido en junio de ese año por dedicarse a la producción y venta de billetes falsos de valor facial de 50, 20 y 10 euros. Una actividad ilegal que le llevó a vender billetes fraudulentos por toda Europa a través de empresas de mensajería postal, concretamente DHL y Austria Postal Service, según recoge el escrito de acusación del Ministerio Público.

Dos de sus clientes fueron los ahora acusados de Valladolid. Así, José Ángel N.F.  compró para su distribución al menos 76 billetes falsos de 50 euros, mediante el pago con bitcoins a través de una cuenta de correos. La dirección que aportó fue la de un domicilio del Camino Viejo del Polvorín de Valladolid. Llegó el paquete el 2 de noviembre de 2018 procedente de Austria y el procesado firmó la conformidad de la recepción.

Pero no llegaron a entrar en circulación, ya que agentes del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) intervinieron los citados billetes (que sumaban un total de 3.800 euros). Los entregó el procesado de forma voluntaria.

En el caso de José Ángel R.G., éste compró para su posterior distribución una remesa de billetes falsos al vendedor de Austria que usó un nombre ficticio. Los abonó mediante tarjeta bancaria. Este envío prosperó aún menos que el anterior. Aunque aportó una dirección en la plaza Chacel de Valladolid, el paquete no se pudo entregar en la citada dirección y fue devuelto a su origen el 19 de abril de 2018.

Los billetes eran reproducidos en tecnología de chorro de tinta, por lo que la rugosidad es diferente al original y los tonos de colores también reproducidos. El papel era distinto aunque estaba bien simulado, pero no de forma perfecta. Presentaban fluorescencia y bajo la luz ultravioleta las fibrillas no fueron imitadas. Pese a todo, el fiscal recalca en su escrito que “a simple vista” los billetes “podían ser confundidos con uno original”.