TRIBUNALES
El guardia civil que estafó a la viuda de un compañero pacta tres meses de cárcel tras devolver los 96.000 euros
El agente ha devuelto el dinero hace unos días, lo que ha llevado a la denunciante a retirarse de la causa
Menos de media hora ha durado este jueves en la Audiencia de Valladolid el juicio celebrado contra el guardia civil P.A.R.P, acusado de engatusar a la viuda de un compañero muerto en acto de servicio para que con distintas excusas le prestara un total de 96.000 euros, cantidad que ha devuelto hace unos días, casi cuatro años después, y que ha llevado a la denunciante a retirarse de la causa.
El abono materializado con carácter previo al juicio, además de traducirse en la presentación de ese escrito de renuncia a acciones penales y civiles por parte de la acusación particular, es el que ha llevado también al fiscal del caso a rebajar en dos grados la petición de pena para el guardia civil, que antes era de cuatro años de cárcel por delito de estafa y ahora ha quedado reducida a tres meses de privación de libertad y al pago de una multa de 300 euros por el mismo delito pero al que aplica la atenuante muy cualificada de reparación del daño.
El breve juicio ni siquiera ha contacto con la declaración del encausado, quien se ha acogido a su derecho de guardar silencio tan solo roto para declararse inocente, con lo que el tribunal ha contado únicamente con el testimonio de la supuesta víctima, R.G, quien ha explicado que en el contexto de la relación de amistad que tenía con el acusado le prestó distintas cantidades desde marzo de 2021, hasta un total de 96.000 euros, si bien terminó por denunciarle al considerarlas "abusivas" y comprobar que le daba largas y no le devolvió ni un euro.
"Decía que necesitaba el dinero porque tenía problemas económicos", ha indicado R.G, quien, en declaraciones recogidas por Europa Press, ha apuntado que en su día estaba convencida de que estaba siendo engañada y ahora tiene "muchas lagunas" y no está tan segura de ello, de ahí su decisión de apartarse de la causa tras, y no menos importante, alcanzar un acuerdo privado con el agente para que le devolviera euro por euro.
"Sumido en la ruina total"
En su informe, el fiscal del caso, tras la modificación a la baja de las peticiones de pena y multa, considera probado que la intención del acusado era lucrarse y aprovecharse de la relación que mantenía con la víctima, sin que en momento alguno pensara devolver esas cantidades, mientras que la defensa ha solicitado un fallo absolutorio al entender que su cliente, acuciado por una "situación económica crítica, sumido en la ruina total", pidió auxilio económico a su amiga.
"El acusado nunca ha negado que recibiera esas cantidades que no ha podido devolver debido a su situación económica", parte de ella debido a una expareja que se llevó su coche a Rumanía, un vehículo que nunca ha regresado a España. "Han tenido que ser su madre y otros familiares los que se han desprendido de bienes para poder hacer ahora frente a la deuda", ha resaltado la letrada para reiterar su solicitud de absolución en una causa que, como así también ha recordado, ha sido archivada hasta en dos ocasiones.
Los hechos investigados se remontan a marzo de 2021 cuando el guardia civil, que conocía que la mujer había sido indemnizada por el fallecimiento de su esposo en acto de servicio, comenzó a enviar mensajes de WhatsApp a la víctima recordando su relación de la niñez y profundizando en cuestiones amorosas.
El acusado comenzó a aprovecharse, presuntamente, de esa relación de amistad con la viuda del guardia civil para solicitarle diversas cantidades de dinero con pretextos, si bien siempre decía que no le iba a pedir más y prometiendo que se lo iba a devolver.
Y aunque sí devolvió una cantidad inicial, el denunciado comenzó a pedir más dinero utilizando excusas como su deseo de morir o suicidarse por deudas con prestamistas heredada por una relación amorosa anterior y la necesidad de rescatar un vehículo que se llevó su expareja.
El acusado consiguió con sus peticiones y con constantes llamadas de teléfono y mensajes de WhatsApp, que la víctima le diera hasta 99.000 euros en diferentes cantidades que realizó a través de transferencias bancarias.
Así consiguió que la mujer le fuera dando dinero, ganándose su confianza al devolverle "premeditadamente" 8.000 euros que previamente le había prestado "a fin de incrementar la credibilidad de ella" de que le devolvería el dinero que le iba prestando.
El encausado pedía dinero, en un principio, para hacer transferencias a su hija; luego alegó que tenía que realizar un pago a una inmobiliaria; posteriormente que tenía que traer un vehículo desde Rumanía y necesitaba dinero para pagar la grúa o que debía repararlo.
También habló a la víctima de que había sido embargada la cantidad que le habían remitido, o que quería cancelar unos préstamos de Carrefour que tenían un interés muy alto.
A raíz de todos estos hechos, la víctima se encuentra en tratamiento psicológico.