Carnero no disolverá la Sociedad Alta Velocidad: la continuidad queda en manos de Puente

De disolver la Sociedad Valladolid Alta Velocidad, nada de nada. El alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero, vuelve a dejar claro que el Ayuntamiento no será quien disuelva la Sociedad Valladolid Alta Velocidad (SVAV) y, por tanto, la continuidad quedaría ahora en manos del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible de Óscar Puente. "El Ayuntamiento nunca pedirá su disolución de la Sociedad, si quiere solicitarlo el Ministerio, ellos serán los que tengan que explicarlo", asegura Carnero a preguntas de los medios durante la presentación de la parada a demanda para mujeres en los autobuses búho desde este fin de semana.

Además, en este punto que «continúa el requerimiento» por parte del Ayuntamiento de Valladolid para que se convoque, lo antes posible, una reunión del SVAV con capacidad de decisión, en la que de nuevo tienen intención de solicitar el cambio en el convenio de la integración de 2017. «Puede modificarse igual que se modificó en 2017», insiste el alcalde.

Carnero descarta, también, que en la próxima reunión de la SVAV se pueda decidir sobre la licitación del paso inferior del Arco de Ladrillo, como había planteado el ministro Óscar Puente durante su último acto público en Valladolid: «Estamos en el estadio previo, en el del requerimiento de una reunión para que se cambie el convenio. Mientras eso no suceda, el Ayuntamiento no se puede pronunciar sobre el Arco de Ladrillo», añadía Carnero, para a renglón seguido recordar que, en ese proyecto, el consistorio requería a Adif para que lo anulara, «porque desde el punto de vista técnico hemos hecho una serie de alegaciones que no se han tenido en cuenta ni se nos ha dado contestación».

En este punto del tira y afloja entre Ministerio y Ayuntamiento sobre soterramiento o integración, la Sociedad Valladolid Alta Velocidad (SVAV) se mantiene sin el presupuesto aprobado para el presente ejercicio y sin licitaciones y, mucho menos, adjudicaciones de nuevos pasos de la integración ferroviaria.

Esa es la realidad en la que está sumida la SVAV, que integran el Ministerio de Transportes, que a través de Renfe y Adif ostenta el 50% de la misma, y Ayuntamiento de Valladolid y Junta de Castilla y León, con el otro 50% restante, como lo evidencia el hecho de la no aprobación de la cuentas del presente ejercicio.

Y es que, más allá que el presupuesto tenga un carácter estimativo al no estar considerada la SVAV como una Sociedad Mercantil Estatal y regirse por el límite de 112 millones de euros que fija el convenio de integración de 2017, el presupuesto fija la aportaciones de los socios a la misma para el desarrollo de las obra. Aportaciones como los 11 millones de euros que el consistorio vallisoletano tiene consignados en el presupuesto recientemente aprobado, pero que no ha entregado a la Sociedad.

Aportación de 11 millones que era lo que hacía que las cuentas de la Sociedad Valladolid Alta Velocidad para este ejercicio no salieran adelante al rechazarlas el Ayuntamiento y la Junta en la reunión de febrero de este año. Y es que para darles el visto bueno necesitan la mayoría cualificada de dos tercios de la sociedad, es decir el 75% de los votos de los socios.