ARQUITECTURA
La fachada de Santa Cruz se despoja de su andamio
Comienza la retirada de la estructura que cubre el rectorado de la UVA después de nueve meses en quirófano / La restauración continúa en las esculturas del cuerpo central
Fachada del Palacio Santa Cruz con andamios.
La retirada del andamio que desde enero cubre la fachada del antiguo colegio de Santa Cruz comenzó ayer y se prolongará durante los próximos días, aunque habrá que esperar todavía unas semanas para poder contemplar en su conjunto los frutos de la restauración sobre esta portada renacentista, sede del Rectorado de la Universidad de Valladolid.
La empresa adjudicataria debía finalizar las obras este viernes (el 4 de octubre) pero dispondrá de cuatro meses más gracias a la prórroga concedida para rematar el cuerpo central, que es la parte más delicada, por la riqueza escultórica y la fragilidad de su piedra (de hecho, presentaba más daños de lo previsto). La actuación en la zona central de este edificio, protegido como Bien de Interés Cultural desde 1955, tuvo que esperar hasta que llegara la autorización de la Comisión de Patrimonio. Ese documento se recibió en junio y ha obligado a retrasar el inicio de los trabajos en esa zona, motivo por el que se ha ampliado el plazo de obra, explican desde la institución académica.
El 19 de septiembre, el arquitecto Óscar Casado Velázquez, de la UVA, emitió un informe favorable para la concesión de la ampliación de plazo solicitada a la empresa (Técnicas para la restauración y construcciones SA), que «se compromete a recuperar en lo posible la demora». En todo caso, esa prórroga de cuatro meses expira el 4 de febrero. El importe de adjudicación de la obra es de 605.000 euros.
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Desde hace nueve meses, la restauración en Santa Cruz ha consistido en curar las heridas de la fachada y de las cubiertas que este histórico edificio acumulaba por el efecto de la humedad, la exposición a la contaminación y los cambios bruscos de temperatura.
La adjudicataria está ejecutando el proyecto de rehabilitación trazado por los arquitectos Eduardo Miguel González Fraile, José Ramón Sola Alonso y Salvador Mata Pérez, con Carlos Sanz Velasco como restaurador.
La intervención abarca los paramentos de la fachada principal, así como la restauración de los contrafuertes y pináculos, la cornisa y balaustradas, incluyendo la consolidación o reintegración de los desprendimientos de la crestería y parte del faldón.
Las principales heridas se situaban en la cornisa y el esquinazo que se asoma a la calle Cardenal Mendoza, que es el más expuesto y donde se registró una caída de cascotes, hace justo cinco años, el 7 de octubre de 2019.