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PLENO MUNICIPAL

PP y Vox aprueban un nuevo paso en Daniel del Olmo pero exigen el cambio del convenio de integración

El equipo de Gobierno municipal rechaza una moción del PSOE que pretendía incluirlo en el actual plan de integración ferroviaria y la reemplaza por una enmienda de sustitución

Irene Carvajal, Jesús Julio Carnero y Francisco Blanco, durante el pleno.J. M. LOSTAU

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Valladolid

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Los grupos municipales de PP y Vox rechazan el 'caramelo envenenado' de un arreglo integral del viaducto de Daniel del Olmo a cambio de aceptar la integración ferroviaria tal y como está planteada. Así lo hicieron este lunes en el Pleno del Ayuntamiento de Valladolid, al refutar una moción presentada por el Grupo socialista y modificarla con una enmienda de sustitución. El texto inicial, descartado, se vestía como un «respaldo al alcalde» para «formalizar, en el seno de la Sociedad Valladolid Alta Velocidad (SVAV) su propuesta de incorporar al Convenio de Integración ferroviaria 2017 un nuevo paso a la altura de la calle Daniel del Olmo».

Ese convenio de 2017 es precisamente el que quiere modificar el equipo de Gobierno, para que la SVAV lo sustituya por uno nuevo que permita acometer el soterramiento. Así, la enmienda de sustitución del PP finalmente aprobada reza dos cosas muy diferentes: «Solicitar en el seno de la SVAV la modificación del Convenio para el desarrollo de las obras derivadas de la transformación de la red arterial ferroviaria de Valladolid 2017», por un lado, e «incorporar un nuevo paso en superficie a la altura de la calle Daniel Del Olmo que restablezca la posibilidad de circular a vehículos pesados , transporte público e incorpore mejoras en la movilidad ciclista y peatonal» por otro. Con este cambio, el PSOE terminó votando en contra de la propuesta, y también VTLP. 

Y es que, según PP y Vox, el actual convenio de 2017 no cumple con lo que los vallisoletanos quieren para su ciudad. El concejal de Movilidad, Alberto Gutiérrez Alberca, aludió a la «mayoría social» que demanda el soterramiento, una mayoría social que «no solo se traduce en los votos, sino en los colectivos vecinales que se decantan por soterrar las vías del tren».

El concejal socialista Luis Vélez expuso la moción de su grupo y apeló a otra propuesta, aprobada por la Corporación municipal en febrero, en la que el Ayuntamiento se comprometía a encargar un estudio para solución del viaducto de Daniel del Olmo. «Desde hace más de un año no pueden circular autobuses ni camiones, de tal forma que Auvasa se ha visto obligada a cambiar el recorrido de sus líneas», advirtió el edil. «Esta restricción perjudica gravemente a los industriales del polígono de Argales». 

Vélez reprochó al equipo de Gobierno que después de siete meses desde que se aprobó la moción «no han hecho nada de nada para resolver esta situación». y señaló que se trata de un viaducto «que habrá que derribar en el corto plazo». También mencionó que el pasado 22 de mayo tras el consejo de SVAV el alcalde realizó unas declaraciones públicas en las que decía que el Ayuntamiento había solicitado que ese paso de Daniel del Olmo se incluyera en el convenio por sus problemas sobrevenidos. 

Pero el viaducto «necesita solución en el corto plazo», apuntó Vélez. «El Ministerio de Transportes estaría a favor de incorporar el paso de Daniel del Olmo dentro de la integración ferroviaria actual», remarcó. «Instamos que alcalde formalice e incluya este paso en el convenio de integración ferroviaria» en lugar de la «patada hacia adelante, el soterramiento con el que mienten a los ciudadanos desde hace más de 20 años», añadió.

El concejal de Valladolid Toma la Palabra, Jonathan Racionero, aseguró que la postura del PP con el soterramiento «no es viable» y que es resultado de una «mala gestión política que antepone una versión populista a una solución práctica». A su juicio, la idea de soterrar «nunca vio la luz al final del túnel». «Es una promesa de la derecha desde hace décadas, pero soterrar las vías costaría 1.500 millones de euros y llevaría 26 años si todo fuera bien, mientras la  integración estaría en menos de una década», aseveró.

Por su parte el portavoz del grupo municipal de Vox, Alberto Cuadrado, acusó a la izquierda de no tomar «en serio» a los ciudadanos: «Una vez más tratamos de soterramiento o de sometimiento al tren. Con el soterramiento se eliminaría de un plumazo los problemas de los pasos en superficie. Dar un paso que impida en el futuro de forma legal o material el soterramiento es algo que Vox no va a consentir», zanjó. Optó por tomar, respecto al viaducto de Daniel del Olmo, «soluciones que no impidan en el futuro soterrar».

«En tanto en cuanto no vuelva al soterramiento, en tanto el PSOE no recupere su compromiso notarial, hay que actuar con cautela», señaló Cuadrado, haciendo referencia a la antigua promesa electoral del ex alcalde y actual ministro de Transportes, Óscar Puente, ante notario, de soterrar las vías del tren. También acusó al PSOE de disfrazar la moción «en un falso interés de los ciudadanos», y denunció que su texto incluía «una lazada para obligar a los ciudadanos de Valladolid a no soterrar».

El concejal de Movilidad, Alberto Gutiérrez Alberca, remarcó, con ironía, que es «una gran novedad que el Grupo socialista quiera apoyar al alcalde», y señaló que el mero hecho de plantear una modificación del convenio de la SVAV «es reconocer que este convenio no es un principio inmutable, que no es la Biblia». También puso de manifiesto que ese convenio, que el Ministerio presenta como algo inamovible, «se modificó dos veces, una para hacer el soterramiento de 2002 del Pinar de Antequera y posteriormente para la variante de Mercancías, y esta es la pretensión del Ayuntamiento de Valladolid». 

Según Alberca, la modificación del convenio es lo que «daría solución a Daniel del Olmo», puesto que «el futuro de este viaducto es derribarlo». La solución da esa infraestructura «es un problema de la ciudad, y es la ciudad, la mayoría social, la que debe plantear la solución, no el Ministerio ni la Junta». 

«Nosotros planteamos que el viaducto de Daniel del Olmo debe recuperarse para el tráfico de todo tipo. Efectivamente está causando un perjuicio importante, pero me temo que nosotros planteamos eso del lado de la ciudad y ustedes sostienen más una posición del Ministerio», reprochó al Grupo socialista.

En su turno de réplica, Vélez criticó que el Ayuntamiento haya efectuado una intervención de 650.000 euros para consolidar la estructura, dinero que se perderá más tiempo de la intervención. «Los propios informes técnicos dicen que es una obra de consolidación que no soluciona el viaducto, y siguen sin poder pasar camiones», apuntó el concejal. «Los técnicos dicen que habrá que derribarlo». Así, tachó la actuación actual de «provisional», y «parece que quieren demorar esa situación durante decenas de años». 

El edil socialista, que lo fue de Movilidad en el anterior mandato, criticó el estudio encargado por el Ayuntamiento para el soterramiento. «Presentarán un power point que nos ha contado 17.000 euros en el que plantearán algo irrealizable», vaticinó. «Ustedes están gobernando por un pacto con la ultraderecha y extrema derecha de este país, esa es la realidad, pero su responsabilidad es gobernar la ciudad y están haciendo dejación de funciones. En algún momento en el viaducto de Arco de Ladrillo o en el de Daniel del Olmo pasará algo, y ustedes serán los responsables», concluyó.

Racionero, por otro lado, subrayó que fue el PP el que «con el 75% de la Sociedad» obligó a iniciar el proyecto de integración. Y es que el soterramiento, a su juicio, «es una opción inviable desde 2017 y así lo decidieron ustedes». También reprochó al equipo de Gobierno: «Desde que se aprobó la moción en febrero sobre Daniel del Olmo no han hecho nada de nada. Deberían mostrar más inteligencia y una salida digna a esta situación».

Cuadrado, que volvió a demandar respeto del grupo del PSOE y que no llamara a Vox «ultraderecha» y «extrema derecha», reiteró que cualquier actuación que descarte soterramiento les tendrá «de frente», mientras Alberca volvió a incidir en que la «mayoría social» demanda el soterramiento y pidió que el PSOE no descalificara «un informe que no han leído».