Denuncian acoso escolar a dos hermanos que se cambiaron de colegio ante "la pasividad del centro"

Unos primeros años de colegio muy complicados. Unos padres denuncian ante el Procurador del Común que dos hijos suyos han sufrido acoso escolar a una edad bien temprana y mantenido en el tiempo: en los tres cursos de Infantil. Esta familia de Castilla y León optó por cambiar a los hermanos de colegio para iniciar Primaria ante lo que entienden que fue la "pasividad del centro", que no solucionó la situación que padecían sus hijos y que no llegó a abrir un protocolo por la corta edad de los niños implicados.

En la queja presentada ante el Procurador del Común, la familia relata que sus hijos (que por anonimato el defensor del Pueblo no precisa en qué provincia estudian) padecieron acoso en primero de Infantil, que se repitió en segundo, cuando informaron al profesorado, y se prolongó otro año más. Tres cursos, los tres primeros escolarizados, sufriendo bullying por parte de otros compañeros. "Ya en tercero de educación infantil, la reproducción de conductas de acoso a uno/a de los/las hermanas motivó que la familia se dirigiera nuevamente al profesorado para solicitar la adopción de medidas", recoge la resolución publicada el pasado viernes.

El colegio, según el mismo escrito, contactó "con las familias de los alumnos agresores sin que se llegara a abrir el protocolo específico de actuación en supuestos de posible acoso".  No activó el protocolo porque la normativa incluye la posibilidad de no hacerlo si los implicados tienen pocos años. En el informe remitido por la Consejería al Procurador por este caso, se indica que las denuncias realizadas por la familia dieron lugar a "una serie de tutorías con las familias de los/las alumnos/as presuntamente acosadores/as, adoptándose la medida de trabajar sobre la conducta de los alumnos implicados, con una actitud colaboradora de las familias". En él se explica que lo consideraron "más efectivo que la apertura de procedimientos sancionadores dada la corta edad de unos alumnos que se encontraron en la etapa de educación infantil". Y es que el protocolo de actuación ante posibles casos de acoso recoge que "en el supuesto de alumnos de muy escasa edad, como los de Infantil, también podría tener efectividad una intervención directa no reglada dirigida a trabajar la conducta de los alumnos", aunque precisa que "siempre que no se percibieran situaciones preocupantes y que pudieran llegar a ser calificadas como de acoso escolar", refleja el Común en su resolución.

Los hechos que denuncian los padres habrían empezado en el curso 2021-2022; al colegio le informaron al término de siguiente (2022-2023) y ya en 2024, con los niños en tercero de Infantil, volvieron a insistir al colegio, sin recibir, según su testimonio, una solución eficaz. Relatan que en mayo de este año uno de los niños "fue objeto de una agresión física en un baño del colegio por parte de otros tres alumnos", y que esto le causó "una lesión que requirió de tratamiento antibiótico", "limitándose este a indicar nuevamente que contactaría con las familias de estos alumnos para comunicarles lo sucedido".

Ante este panorama, los padres solicitaron el cambio de centro educativo para el presente curso y así "evitar que sus hijos fueran objeto de agresiones". Obtuvieron esa plaza con la que volver a empezar ya en primero de Primaria. 

El Procurador concluye que "a falta de otros elementos de juicio [...] cabe entender que la supervisión realizada por el profesorado, las entrevistas llevadas a cabo con las familias y el trabajo sobre la conducta de estos alumnos/as fueron suficientes para dar respuesta a las denuncias".

Sin embargo, apunta que, "dado que la situación ya forma parte del pasado" y "sobre ella ya no se puede intervenir" porque la familia que realizó las denuncias ha optado por solicitar un cambio de centro educativo "fundamentando su decisión en la pasividad mostrada en el centro", sí ve necesario que, "dados los antecedentes, en el centro se lleven a cabo actuaciones de carácter preventivo". Reclama que el colegio en cuestión adopte medidas para prevenir y de concienciación; además de recordarle que si existieran nuevos hechos abra el protocolo inmediatamente. Resuelve así: "Deben llevarse a cabo en el mismo actuaciones de carácter preventivo, dirigidas a la sensibilización, concienciación, mentalización y formación en la lucha contra el acoso escolar; sin perjuicio de que, si existieran nuevos hechos que justificaran la apertura de protocolos frente al acoso escolar así se haga de la forma más inmediata posible". 

"Si se tienen que cambiar de colegio, es un fracaso"

La presidenta de la Asociación Salmantina contra el Bullying y el Ciberbullying (ASCBYC) y también de la federación nacional, Carmen Guillén, lamenta cómo ha discurrido este caso y su final: "Me parece humillante que un niño se tenga que ir del colegio porque no se ponen remedios ni se soluciona. Nadie tendría que irse. Si se tienen que cambiar de colegio es todo un fracaso de la sociedad en la que vivimos; una aberración que alguien se marche porque no sepan hacer su trabajo", subraya. Sobre la resolución, que estima que lo que se hizo fue suficiente, discrepa y asegura que "si alguien se tiene que marchar del centro lo suficiente no se ha hecho". Guillén pone el foco además en "las secuelas que arrastrarán esos niños". 

La Consejería dice que las medidas solicitadas por el Procurador "ya se está llevando a cabo en todos los centros"

El gabinete de Comunicación de la Consejería de Educación sostiene que "la recomendación del Procurador solicita llevar a cabo medidas que ya se están desarrollando en ese centro y en todos". Añade que "es prioridad de la Consejería de Educación la buena convivencia en los centros educativos, por eso se trabaja mucho en la prevención y se desarrollan medidas encaminadas a la sensibilización, concienciación, mentalización y formación para contribuir a mejorar el éxito del proceso educativo del alumnado en un clima de plena normalidad".

El mismo departamento señala que al tratarse de alumnos de Educación Infantil "en esos casos los expertos consideran más efectivo intervenir de forma directa con los alumnos para trabajar en la conducta de los mismos". "Que es lo que se hizo en el caso referido, lo que fue suficiente según el criterio de los profesionales educativos", agrega e incide en que "a pesar de las medidas adoptadas y no se percibía mala adaptación, los padres solicitaron un cambio de centro, por lo que la Consejería respetó la decisión".