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Seguridad

Precariedad ‘paralizante’: dos pistolas eléctricas para 750 guardias en Valladolid

AUGC denuncia que se entregaron en solo una de las 25 unidades de seguridad, con 20 agentes habilitados / «Las agresiones con navajas como en Laguna y Medina no cesan», alertan

Presentación de las pistolas eléctricas en las unidades de la Guardia CivilE.M.

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Valladolid

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La descripción de las pistolas eléctricas de descarga que ya empuñan agentes de los cuerpos policiales españoles es ésta: rápidas e inmovilizadoras. Una definición que debe aplicarse, ojo, a cuando las armas entran en acción.

Si hay que referirse a la tramitación previa para que entren en uso, nada de lo anterior es válido: la burocracia es lenta y la entrada en servicio es por goteo y sin prisa, al menos en la Guardia Civil y más en concreto en la Comandancia de la Benemérita de Valladolid, cuando las estrenó a finales de mayo de este año, más de un año después que el Cuerpo Nacional de Policía (CNP), según denuncia la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) de Valladolid.

Las críticas de esta asociación se concentran en la irrisoria dotación de Dispositivos Electrónicos de Control (DEC), sino en la distribución de los mismos en la geografía de la provincia, ya que Interior ha entregado dos pistolas y solo para una unidad, la dependiente de la Comandancia principal de Valladolid, que, por cierto, según AUGC, «no tiene patrullas las 24 horas del día ni cubre los siete días de la semana», denuncia.

La queja vierte un jarro de agua gélida al comunicado de prensa que lanzó el pasado 25 de mayo la Delegación del Gobierno de Castilla y León para anunciar la implantación de las armas paralizantes en la equipación de los agentes de la Comunidad «para disparar ante situaciones de peligro».

Según detalló el departamento que ahora dirige Nicanor Sen, la Guardia Civil de Castilla y León finalizó en mayo la entrega y formación necesaria para la utilización de las también llamadas Pistolas Eléctricas Incapacitantes (PEI), para ser empleadas desde entonces en las nueve provincias de la Comunidad, por las Unidades de Seguridad Ciudadana de Comandancia (Usecic´s).

200.000 habitantes

Este tipo de dispositivos se incorporan a la dotación de los guardias civiles como una «solución alternativa no letal al arma de fuego y sirve para afrontar situaciones de riesgo tanto para los propios guardias civiles, como para los ciudadanos en general, siendo su función eminentemente disuasoria», aclara el comunicado de la Delegación del Gobierno.

Para la adjudicación de este tipo de arma «no letal», los agentes fueron especialmente seleccionados y recibieron un completo curso de formación, con las instrucciones detalladas sobre su uso. Del mismo modo, y al objeto de documentar gráficamente las intervenciones en las que se utilicen y dar una mayor garantía de seguridad jurídica, a dichas pistolas se une un dispositivo de grabación (cámara personal axon body2).

La delegación de AUGC Valladolid no lanzó cohetes entonces por la entrega «muy testimonial» y «tardía» de dispositivos eléctricos, sin olvidar la ausencia de dotación de escudos, y a fecha de mediados de septiembre, cuatro meses después, no hay semana en la que no lance críticas por el agravio en dotación de PEIs con respecto a a otros cuerpos policiales, y con el agravante del progresivo aumento de riñas, peleas y agresiones con arma blanca en Valladolid.

La asociación ilustra con cifras por qué la Benemérita es la «gran perdedora» en equipamiento, al igual que en renovación de vehículos. Así, recuerda, que el Cuerpo Nacional de Policía (CNP), que tiene una cobertura de atención poblacional de 320.000 habitantes (la ciudad de Valladolid y Medina del Campo), con una plantilla de 816 policías, posee 12 pistolas de descarga (nueve en Valladolid y tres en Medina) desde hace año y medio.

A la Benemérita provincial, que tiene 200.000 habitantes encomendados, han llegado solo dos en mayo de este año, «Pero eso no es lo peor: es que en Valladolid hay 25 unidades de seguridad ciudadana (Usecic), y esas dos se han entregado a la unidad dependiente de la Comandancia principal de Valladolid, que ni hace patrullas las 24 horas ni los siete días de la semana», protesta AUGC.

«A las 24 unidades de seguridad restantes, ni una sola arma», añaden, ¿Y qué contesta la Dirección General de la Guardia Civil ante su reivindicación?. «Lo de siempre, que lo saben, que lo tienen en cuenta y que cuando cuenten con más recursos, irán reforzando la dotación de las necesidades pendientes», responden en AUGC.

En resumen, solo hay 20 agentes habilitados para usar pistolas eléctricas en una plantilla de 748 guardias civiles en Valladolid y la precariedad llega, a su juicio, en el peor momento, con un aumento creciente de agresiones con arma blanca. Solo por citar tres casos críticos recientes en la provincia, la asociación recuerda el enfrentamiento a gentes policiales, cuchillo en mano, de un varón semidesnudo en Laguna de Duero el 23 de junio de 2023.

Con defensa extensible

El hombre, en calzoncillos y sangrando, amenazaba a los transeúntes y se resistió a ser reducido. Los guardias civiles tuvieron que realizar la maniobra de arresto con una defensa extensible.

Más reciente es el asalto, el 22 de agosto de este año, de un hombre que accedió al cuartel de la Guardia Civil de Laguna de Duero saltando la valla perimetral con un cuchillo y un bate de béisbol, con el que golpeó la puerta del puesto. También amenazó a los agentes con el arma blanca. También es reciente o el caso del acuchillado en una multitudinaria reyerta en Medina del Campo con armas y piedras el 3 de julio. Un hombre, de unos 30 años de edad, resultó herido a causa de un corte en el brazo ocasionado por un arma blanca durante la pelea entre diez personas ocurrida madrugada en la calle Adajuela.