Bimbo guarda silencio ante el cierre en Valladolid

Bimbo no responde a las llamadas de las diferentes administraciones que han hecho frente común para pedir explicaciones al anuncio «unilateral» del cierre de la planta de Valladolid» y para buscar una solución para las más de 200 familias afectadas por el cese de actividad.

La secretaria de Estado de Industria, Rebeca Torró, se ha puesto en contacto con los representantes de los trabajadores de Bimbo, así como con la empresa, tras el anuncio por parte de la multinacional del cierre. En concreto, Torró les ha emplazado a reunirse con ella en los próximos días para analizar todas las circunstancias y las posibles salidas a esta situación, según informaron a Europa Press fuentes del Ministerio de Industria y Turismo.

Hay que recordar que la Junta de Castilla y León tiene competencias directas para actuar en casos como el de Bimbo, pero, no obstante, el Departamento que lidera Jordi Hereu tiene previsto realizar un seguimiento de la situación y se estudiarán las opciones existentes para el mantenimiento de las capacidades industriales y el empleo en la planta.

Bimbo anunció este pasado miércoles el cierre de la planta de Valladolid y presentó un expediente de regulación de empleo (ERE) que afectaría a 166 personas que trabajan en ella directamente y 40 de forma externa, es decir, a 206 familias.

Esta decisión se comunicó al comité de empresa, formado por cinco delegados de CCOO y cuatro de UGT, en una reunión que aparentaba ser ordinaria hasta que se unieron la jefa de recursos humanos y el de operaciones, ambos de la empresa a nivel nacional, e informaron del cierre de la planta justificándolo en que Bimbo no alcanza los indicadores económicos necesarios en España.

CCOO considera que la planta es «totalmente viable» porque en Valladolid no se han registrado indicadores económicos malos, además de que los trabajadores en esta planta registran los salarios más bajos comparándolos con las del resto en España. El próximo 25 de septiembre se formará la comisión negociadora y a partir de ese momento habrá, mínimo, 30 días de periodo de consultas sobre el ERE. Este cierre se sumaría a una temporada de cese de actividad en las plantas de Bimbo en España que ya ha afectado a El Vergel (Alicante) o Paracuellos (Madrid). En Castilla y León, Bimbo cuenta con otra fábrica que compró hace dos años a Siro en Medina del Campo (Valladolid), pero fabrica diferentes productos.

La Junta de Castilla y León no ha recibido respuesta del presidente de la empresa tras la reunión solicitada para que explique los motivos del cierre de la planta de Valladolid. La compañía anunció que cesará la actividad de la fábrica que tiene en el polígono San Cristóbal de la capital vallisoletana. El anuncio cogió por sorpresa a los trabajadores, quienes esperaban que la reunión convocada era para tratar aspectos relacionados con el convenio laboral, que concluye en diciembre tras el firmado a finales de 2020. «No lo esperábamos. Fue una puñalada trapera», señaló un trabajador que acumula en la fábrica más de 20 años.

La consejera de Agricultura y Ganadería de la Junta, María González Corral, solicitó el jueves por carta una reunión al presidente de Bimbo Donuts Iberia, José Luis Saiz, para que explicara las razones del cierre de la planta de Valladolid y no ha recibido contestación.

En la carta, la consejera mostraba su «sorpresa» por la decisión «unilateral» y pedía una reunión al máximo responsable para que diera a conocer las razones de este anuncio. La consejera se dirigió al ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu, para solicitar la «implicación del Gobierno en todas las acciones que se planteen para intentar revertir esta situación y minimizar el impacto sobre los trabajadores».

Las administraciones trabajan para intentar evitar lo que a todas luces parece inevitable, que Bimbo se vaya de Valladolid y deje sin trabajo a unas 200 personas. Con esta pretensión escribió el alcalde, Jesús Julio Carnero, una carta al ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu, para «trabajar todos juntos, también el Gobierno de España para el mantenimiento del empleo».

Esta no es la única misiva que trasladó el regidor sobre este asunto, también remitió otra a los responsables de la empresa «para tener un conocimiento exhaustivo de cuáles son las causas para tomar esa decisión». Asimismo también les pidió que «reconsideren está decisión para mantener el empleo» y que si no fuera posible, «estudiar distintas alternativas entre todos».

En la misma línea mostrada el día anterior, el primer edil manifestó su deseo de que «continúe la actividad» y en el caso de que no sea así, que haya «otra actividad industrial, agroalimentaria que mantenga los puestos de trabajo». Así, manifestó su deseo de «conocer las causas que toman esta decisión» y aseguró que trabajará para que «resulte lo más beneficioso para trabajadores de Valladolid».

Carnero señaló que tanto UGT como CCOO han «presentado el protocolo anticrisis a través de la Fundación Anclaje». A su vez, alabó la buena conexión entre el Ayuntamiento, las organizaciones sindicales, la CEOE y la Junta de Castilla y León y agradeció a su presidente, Alfonso Fernández Mañueco, la «iniciativa, la celeridad y la sensibilidad con los trabajadores de Bimbo».

Los secretarios generales de CCOO y de UGT en Castilla y León, Vicente Andrés y Faustino Temprano, respectivamente, confían en el escenario de negociación que se abre en la Fundación Anclaje para «salvar» la planta de Bimbo en Valladolid. En una rueda de prensa para presentar las movilizaciones a favor de la implantación este año de la jornada de 37,5 horas semanales, ambos saludaron que sea la Fundación Anclaje, que «ha salvado empresas y estuvo congelada» en la etapa del consejero Mariano Veganzones (Vox), la que tome las riendas en busca de una solución.

«Es una deslocalización pura y dura, no es una empresa en crisis, sino que quiere llevarse la producción a otro lado para tener más beneficios», argumentó Vicente Andrés, si bien ni CCOO ni UGT conocen el lugar donde puede trasladar Bimbo lo que se fabrica en Valladolid.

Al respecto, manifestaron que es el momento de que la empresa justifique por qué toma la decisión de cierre de la fábrica vallisoletana, en lo que no ha dado explicaciones según el comité de empresa, y de abrir un escenario de negociación para buscar soluciones y evitar que se materialice la clausura de la planta.

La Fundación para el Anclaje Empresarial y la Formación para el Empleo en Castilla y León es una entidad pública sin ánimo de lucro vinculada a la Consejería de Industria, Comercio y Empleo de la Junta de Castilla y León, y su objetivo es apoyar proyectos sociales e industriales creadores de nuevos empleos, así como impulsar y difundir la formación entre empresarios y trabajadores. Su composición es tripartita en la que participan los agentes sociales y económicos más representativos en el ámbito territorial de Castilla y León.