Denuncian la paralización de tratamientos de fertilidad por las obras de un laboratorio del Río Hortega: "El tiempo corre en mi contra"

Esther nunca renegó del sueño de formar una familia, pero los problemas de fertilidad entre ella y su pareja habían alejado esa posibilidad desde el punto de vista biológico. La ciencia, como si de la fábula de la cigüeña se tratase, permitió que la reproducción asistida ayudase a Esther en su camino de ser madre en el que, sin embargo, los obstáculos no faltarían: desde su obligado traslado al Hospital Universitario Río Hortega de Valladolid, siendo ella salmantina; las largas listas de espera existentes, que en su caso fue de nueve meses; y la "gota que colmó el vaso", la demora en las obras del correspondiente laboratorio, que aplazó su proceso. "El tiempo corre en mi contra", clama sobre ese cierre, sirviendo testimonio como voz de decenas mujeres más en la misma incertidumbre, mientras Sanidad reconoce que se "han aplazado algunos procesos hasta que el laboratorio esté operativo", cuyas obras finalizarán "a finales de septiembre o principios de octubre".

Nueve provincias, numerosos tratamientos fertilidad y solo dos hospitales disponibles para su realización que, además, se encuentran en Valladolid: el Hospital Clínico Universitario y el citado Río Hortega, de referencia autonómica. Y en este cúmulo de hechos, la llegada del verano desequilibró la balanza al paralizarse en el Río Hortega los procesos de pacientes asistida al coincidir las obras de "ampliación, renovación y refuerzo" del laboratorio de reproducción asistida, motivadas por las últimas ampliaciones de la cartera de este servicio, desde la ampliación de la edad límite para acceder a estos tratamientos hasta la inclusión de parejas que ya tienen algún hijo, entre otros factores. "Se ha hecho coincidir estas obras con los meses de verano, por ser la fecha que menos trastorno podía causar a las pacientes", justifica Ana Belén Rodríguez Bújez, jefa del Servicio de Reproducción Asistida del Río Hortega.

Con o sin cierre del laboratorio, la página web de la una unidad de Reproducción Asistida del Río Hortega detalla que son aproximadamente diez meses el tiempo de demora medio para recibir un tratamiento. Sin embargo, este rincón de información rehúye de la actualidad al no explicar que el espacio de análisis no está operativo. Pese a ello, la jefa del Servicio de Reproducción Asistida del Río Hortega informa que las mujeres afectadas fueron informadas "de manera previa" y "en todo momento", pero Esther, una de las pacientes con un tratamiento de fertilidad en proceso, asegura que fue "de un día para otro" cuando se enteró de esta circunstancia: "Yo tenía que ir en junio a hacerme la revisión para hacer una transferencia y a través del grupo que tenemos las personas que estamos un poco en este proceso pregunté el horario. Me dijeron que van a cerrar por obras en el laboratorio y pregunté que '¿cómo no me han informado de nada?", recuerda la salmantina, que añade que ese mismo día "había chicas que ya habían ido desde Zamora y Ávila hasta Valladolid porque tenían consulta y después de hacerse la analítica se encontraron con que estaba cerrado porque las obras ya habían empezado".

Con esta situación, Esther empezó a ponerse en contacto con la asistencia telefónica del Río Hortega ante la necesidad de una cita médica como marcaba su tratamiento, ya adentrado el mes de agosto. "Llamé porque ya me había bajado la regla, pero como seguía cerrado y se preveía que fuese para largo, me dijeron que me esperase a la regla de septiembre", atestigua. Y llegado septiembre, repitió la llamada. "Ayer volví a llamar y la pobre chica que siempre está con la extensión de reproducción asistida ya estaba enfadadísima. 'Yo ya no sé qué hacer', 'estáis llamando todas', 'estamos desesperados' me dijo, para repetir que la dirección del hospital no les hacía caso y las obras están completamente paralizadas", narra.

Un cartel a las puertas de la unidad de reproducción del Río Hortega, como se precisa en la imagen adjuntada, fijaba el día 20 para la reapertura laboratorio, lo que suponía una recuperación de la confianza de Esther, pero a 9 de septiembre, su situación sigue igual. "Se espera que las obras estén finalizadas y el laboratorio en pleno rendimiento a finales de septiembre o principios de octubre. Esto no ha supuesto una ampliación de las listas de espera; aunque, como es lógico, ha aplazado algunos procesos hasta que el laboratorio esté operativo", reconoce Rodríguez Bújez.

Sin citas médicas desde agosto, ahora Esther vive con "incertidumbre" al no tener la certeza de poder continuar su tratamiento de fertilidad en el Río Hortega. "Me dijeron que dejase la medicación. Pero si lo hago me he estado hormonando para nada, y si no lo hago se me está hormonando para no poder ir. No se puede jugar con la gente", lamenta la paciente.

Como ella misma relata, el tiempo corre en su contra, y más al contar con una única trompa de falopio que provoca que su reserva ovárica disminuya cada día, lo que dificulta su embarazo. Y sin poder cumplir su deseo, trasciende su situación psicológica. "Es todo muy duro, desde el tema de la medicación, de los cambios hormonales, los pinchazos todos los días, todas las pastillas que hay que tomar... De repente, tienes que paralizar todo por completo porque el laboratorio no se no se abre", narra.

El soporte de la sanidad privada podría ser una opción para ella, pero el desembolso económico que supone lo dificulta, aunque deja la puerta abierta. "Si me dicen que el laboratorio no se va a abrir en cuatro meses, pues igual yo ya decido. Me busco la vida para dejar la Seguridad Social, pedir una hipoteca o buscar el modo de pagar una clínica privada, pero ves que tu sueño de formar una familia se aleja cada vez más", transmite.

Ahora sabe que es el mes de octubre cuándo el laboratorio de reproducción asistida vuelva a su "pleno rendimiento", reconocen desde Sanidad. Estas obras se realizan con el único fin de mejorar el servicio que reciben nuestros pacientes. Y redundarán en el beneficio de todos ya que han supuesto una ampliación del espacio y la incorporación de una nueva estación de trabajo (se pasa de 2 a 3); así como de nuevos incubadores de última tecnología (se ha adquirido un nuevo incubador 'Time-Lapse', que permite observar el desarrollo de los embriones desde el momento de la fertilización hasta la transferencia al útero de la mujer en tiempo real; así como varios incubadores de sobremesa). Además, se ha renovado el equipamiento más antiguo. Y se ha contratado una embrióloga más", detalla la jefa del servicio del Río Hortega.

Con cada casilla del mes de octubre del calendario marcada en rojo, Esther vuelve a encontrarse con la esperanza de ser madre. "Al final es un esfuerzo que hacemos porque queremos lograr un objetivo y porque confiamos en la Seguridad Social y en la sanidad pública", concluye.