TRIBUNALES
El Supremo confirma como tentativa de asesinato el disparo de un cazador a otro en un coto de Villalba
Los hechos tuvieron lugar en octubre de 2020
Imagen de archivo del cazador durante el juicio
Era la última baza, prácticamente, que le quedaba Amando Emeterio R.S., para limar su pena de ocho años de cárcel por delito de asesinato en grado de tentativa de su vecino de Villalba de los Alcores Juan Carlos M.H., pero como ya comprobó con el TSJCyL, que desestimó su primera apelación (noviembre de 2023), ahora el Tribunal Supremo (TS) ha ratificado la condena de ocho años de prisión para Amando E.R.S. que impuso la Audiencia Provincial (AP) de Valladolid en marzo de 2023.
En el juicio, el fiscal solicitó nueve años de prisión por intento de asesinato para Amando Emeterio R. S., por intento de asesinato de su vecino, Juan Carlos M.H., de 66 años en la actualidad, cuando ambos coincidieron cazando en octubre de 2020 en el coto de Villalba de los Alcores, Valladolid. Ambos habían mantenido desavenencias en el pasado y la víctima había sido incluso amenazada por el agresor.
La acusación pública sostuvo que el acusado le disparó con una escopeta por la espalda y, si no murió, fue porque Juan Carlos fue auxiliado por su hermano, que estaba con él practicando la caza.
Los hechos se produjeron el 20 de octubre de 2020, sobre las 10 horas en la zona conocida como ‘Los Majuelos’ del citado coto de caza de Villalba. Juan Carlos M. H., en compañía de su hermano, se encontró de frente con el ahora acusado. Según el escrito de la Fiscalía, la víctima optó por la prudencia, no así su oponente. Así, al verle, debido a que había tenido un incidente con Amando y había sido amenazado por éste, se dio la vuelta «y en dicho momento, cuando se encontraba de espaldas, el acusado disparó con la escopeta de caza a una distancia de entre 10 y 20 metros. Los perdigones le impactaron de lleno en la espalda», recoge el escrito del Ministerio Público.
Como consecuencia del disparo, Juan Carlos cayó al suelo y gritó al acusado: «¡¡H... de p... me has matado!!». Desafiante aún, el agresor, se quedó mirando a la víctima unos instantes, y posteriormente se marchó del lugar. Por fortuna, el herido tenía un ‘ángel de la guardia’, ya que su hermano, que le acompañaba cazando, le auxilió y llamó a los servicios sanitarios y salvó la vida.