Cerrar

Brutal agresión en la zona de San Miguel

C. de B., la joven víctima de una agresión homófoba: “Dieron por sentado que era lesbiana por mi corte de pelo”

A través de Whatsapp, ya que tiene la mandíbula rota, narra el ataque brutal de tres jóvenes / "Me dieron un puñetazo en la mandíbula, huyeron ya mí me dejaron escupiendo sangre en el suelo"

Publicado por
Valladolid

Creado:

Actualizado:

C. de B., la joven brutalmente agredida al grito de “lesbiana de mierda” el pasado fin de semana en la zona de San Miguel, narra cómo fue la agresión y lo hace por Whastapp, ya que tiene la mandíbula fracturada en dos. Uno de los agresores ya ha sido detenido, según fuentes de la investigación. 

En su escrito, que acompaña de imágenes cedidas por ella a este diario, C. de B. relata que a las 6.30 horas de la mañana del domingo 1 de septiembre, se dirigía a recorrer un tramo de 10 minutos para ir a buscar a sus amigas a la discoteca de toda la vida y recalca que no son calles oscuras y ni si quiera poco transitadas. 

Paró en una máquina de vending y llegó a la calle San Ignacio (zona Circular). “A escasos 30 segundos de girar la esquina para incorporarme a la plaza de Santa Brígida me cruzo con tres chicos de unos 18 o 19 años. Les veo reírse pero agacho la cabeza y les paso de largo. Los dos metros de cruzármelos oigo como me chistan y me preguntan mi nombre, a lo que yo les respondo y acto seguido uno de los tres chavales se acerca a mí, me mira con desprecio y sin mediar palabras más que 'lesbiana de mierda' me da un puñetazo en la mandíbula partiéndomela así por dos sitios distintos. Se largaron y yo me quedé escupiendo sangre”, describe la agredida.

Auxiliada por otros chicos

Por fortuna la víctima sí encontró por contra aliados en otros jóvenes. “Gracias a Dios unos chicos en el momento del puñetazo giraron la esquina, les siguieron mientras otro chico se quedó a ayudarme. Se coordinaron con la Policía y les localizaron, si no, se hubiesen ido a casa contándoselo entre risas como una anécdota más”, asegura.

Más allá de la la lesión y las secuelas, el ataque le ha sumido en tristes reflexiones sobre la violencia sin motivo y, como siempre, contra la mujer. “Está agresion no tiene ningún tipo de justificación, no provoqué, estaba indefensa y estaba completamente sola mientras que ellos eran tres.  Dieron por sentado que yo era lesbiana por mi corte de pelo y decidieron creerse con el poder de agredirme solo por apariencias, aunque para este tipo de gente, les da igual que tengas pelo corto, pelo largo, chico o chica solo buscan el conflicto. Quién sabe qué hubiese pasado si en vez de pelo corto hubiese sido largo”, expresa.

La enseñanza de no agredir

“Desde pequeñas siempre nos meten el miedo en el cuerpo de cuidado de ir sola por la calle, por como te vistas (mini faldas, vestidos, maquillajes) o nos enseñan como poder defenderte en ciertas ocasiones (las llaves de casa en la mano, hablando por teléfono todo el rato, compartir ubicaciones etcétera) pero nosotras no tenemos la culpa. Pero debe ser que a ellos no les enseñan que no se agrede y que las calles son suyas y pueden hacer lo que quieran con cualquier persona”, prosigue.

“No fue culpa mi condición sexual que dieron por sobre entendida, no fueron culpa mis vestimentas (vaqueros negros y sudadera negra) y mucho menos fue mi culpa cruzarme con ellos. Luchamos continuamente por no vivir con miedo precisamente por gente así, pero a mis 21 años de vida me parece imposible irme sola a casa otra vez. Quiero darle voz a todo esto porque la gente piensa que España es un país seguro o que estamos evolucionando cuando en verdad lo único que pasa es o que no se pilla a los que lo hacen o no nos atrevemos a denunciar por miedo a que nos pase algo más. No les tengo miedo a ellos, tengo miedo a que haya más como ellos y que estas cosas sigan pasando”. 

La agredida relata cuál ha sido el proceso de recuperación tras una operación quirúrgica. “Me operaron hace escasas 24 horas y me han puesto placas, tornillos, gomas, etcétera. Por lo visto no podré hablar y tendré que comer por pajita durante los próximos 40 días, y a partir de ahí ir progresando”, concluye Carlota que agradece a la Policía y a Sacyl “la cercanía y la tranquilidad” que le han trasmitido “en todo este caos”. “Sigo en shock porque no me creo que a mis 21 años me hayan obligado a vivir esto, solo espero que paguen por lo que me han hecho y ojalá, con darle voz, evitar agresiones”, concluye. 

Cargando contenidos...