La labor voluntaria del médico de Valladolid que cura en África

En Gambia no hay costumbre sanitaria, lo importante es comer un plato al día”, resalta Óscar Martín, médico de Familia en Valladolid, voluntario en países como Gambia y coordinador de Ayepú, una asociación cuyo objetivo, según su propia web, es ayudar a aquellos centros sanitarios que presentan pocos recursos. Y es que Óscar confiesa que decidió embarcarse como voluntario en Gambia por gente de Valladolid que estaba en el país africano y por “conocimiento de compañeros “, quienes también eran voluntarios.

Óscar recuerda cómo fue la primera vez que aterrizó en Gambia en un centro de salud. El médico relata que, cuando llegaron, se encontraron en un centro sanitario con una niña, la cual se encontraba “postrada”, “no podía andar” y presentaba “graves quemaduras”. Según Martín, en una semana y con la ayuda de un equipo que contaba con un fisioterapeuta y una enfermera, lograron curarla con el propio material que ellos llevaron para realizar las curas, ya que allí no disponían de este tipo de herramientas específico. Y es que Martín relata que le llamó la atención en un principio el ver que había “muy poca educación sanitaria”, que “no estaban formados” y que “no sabían realizar curas”. “La salud y la sanidad no es importante allí”, señala.

“Cuando llegué a Gambia vimos que no existía sistema sanitario”, recalca Óscar. Y es que según el médico, el país carece de recursos en Atención Primaria, un nivel que está “desorganizado” y que “no tienen médicos”. Según el propio Martín, cuando están en Gambia siepre trabajan junto a ellos e intentan intercambiar “conocimientos, técnicas y medicinas”. En el caso de estas últimas, precisa que en el país africano tienen medicinas naturales y que, debido a la falta de costumbre sanitaria mencionada previamente, realizan también talleres de Educación sanitaria. “Intentamos enseñarlos a trabajar, a realizar curas”, señala.

Óscar aclara que lleva 20 años trabajando fuera de España. Tras una dilatada experiencia, resalta qué es lo que más le ha marcado como profesional en un país como Gambia. Aunque han pasado los años y, según él, ya no le produce esa sensación, Óscar explica que hay un evidente choque cultural. El médico comenta que se trata de países “muy patriarcales”, donde existe “la poligamia y la mutilación genital”. Además, confiesa que el tipo de enfermedades que presentan allí son muy diferentes a las de España, además de que se trata de un país con falta de recursos y con una sociedad diferente a la española en términos culturales.

En relación a la situación psicológica que pueden llegar a atravesar los voluntarios a la hora de llegar a un país diferente al suyo, Óscar confirma que ellos, por ejemplo, cuentan con la presencia de una psicóloga en el equipo. Si bien es cierto, el médico recalca que, aunque esté con ellos, las personas que viajan con él “saben lo que hay”. Martín precisa que su equipo lleva 10 años viajando a África y que siempre cuentan con gente con experiencia. “ Nosotros no llevamos estudiantes, solo llevamos profesionales, sabemos lo que va a pasar y nos sabemos manejar”, señala, recalcando que nadie se enfrenta a nada desconocido. ”Nadie va sin saber lo que hay allí”, agrega.

Respecto a como es el día a día en Gambia, Óscar relata que, cuando van de voluntarios, en principio “no tienen un horario” y se trata de adaptarse al suyo. El médico señala que trabajan con ellos en los centros y que no suelen avisar cuando llegan, ya que saben que van a ir a trabajar con ellos. Por las tardes recuerda que también se adaptan y realizan las mismas funciones. En algunas ocasiones asisten a talleres de Educación sanitaria y visitan a las personas en los colegios. “Vivimos con ellos e intentamos convivir con ellos”, apunta.

Óscar Martín forma parte de la Asociación Ayepú, formada, según su propia web, por un grupo que ha trabajado varios años en Gambia y que, por lo tanto, están ‘al día’ del sistema de salud. En cuanto a cómo surge la idea, el médico aclara que ellos están en contacto con las autoridades. Según Martín, los centros de salud “suelen depender de un hospital” y ellos se presentan para explicar el trabajo y saber quiénes son. Además, relata que ellos, por ejemplo, venían de otro sitio de la costa donde había turismo solidario y que se metieron al interior a otros tres sitios.

Respecto a los centros, Óscar agrega que hay algunos que no disponen de medicinas, ya que “el Estado debería proporcionarlas y no las da, al igual que tampoco tienen profesionales”. “Nosotros compramos allí las medicinas”, aclara. El voluntario resalta que ellos mismos son los que llevan el material de curas, ya que muchas veces en los centros no disponen de todo lo necesario. Un ejemplo que pone Martín sería un dermatotomo, una herramienta con la que “puedes hacer un auto trasplante de piel” y así “ dar la posibilidad a un niño de que vuelva a andar o de que no tenga secuelas o discapacidades en una pierna, brazo o cara”.

Para llevar a cabo el voluntariado, Óscar informa que existen cursos de formación, tanto presenciales como no presenciales y que van desde grandes ONG hasta asociaciones profesionales. Si bien es cierto, el médico señala que esta formación tendría que completarse con “el trabajo en terreno”. Martín ve necesario que exista una formación previa, ya que, según él, “no puede valer todo” y es fundamental saber a lo que se va.Óscar trabaja en Valladolid y confirma que compagina ser médico con su labor de voluntario de una forma “difícil”. “ Vivimos un momento malo en Atención Primaria en muchas autonomías”, señala. Martín relata que siempre se ha ido con sus vacaciones a Gambia y que, cuando son las catástrofes, su “autonomía tiene un número de días, esta financiado y hay capítulos destinados a los cooperantes que van a trabajar a otros países”, señala. “ Mi autonomía proporciona permisos si eres una ONG, pero ahora tal y como está la atención primaria tampoco hay sustitutos”, añade. Óscar subraya que él se va a África con todas sus vacaciones. “Al final esto es voluntario y cada uno hace con su vida lo que quiera”, opina, añadiendo que es una labor vocacional.

En cuanto a lo mejor y lo peor de ir como voluntario a Gambia, Óscar no encuentra prácticamente aspectos negativos, ya que para él es una labor que sigue desarrollando porque realmente le gusta, pese a que ha observado situaciones que confiesa que “a nadie le gustaría ver”. “Si sigo haciendo esto es porque me gusta”, finaliza.