Los helados para perros que triunfan en Valladolid
Gelati Ernesto, en la Plaza Mayor, extiende su clientela al público animal con tres nuevos helados artesanales realizados con ingredientes aptos para el consumo canino
Pasear al perro bajo el calor estival puede ser, en ocasiones, una tarea poco agradecida. Hacerlo en compañía de un helado mejora mucho el panorama; pero, ¿y si los perros también pudieran disfrutar de uno? De todos es sabido que los dulces no son perjudiciales para los animales, especialmente de nuestros amigos peludos; mas como todo problema es una oportunidad disfrazada, bajo los soportales de la Plaza Mayor vallisoletana se ha sabido dar respuesta a una demanda que, por novedosa o llamativa, no ha dejado indiferente a nadie; especialmente a ellos, los perros.
Gelati Ernesto ha hecho posible este verano que los animales puedan disfrutar junto a sus dueños de su propio postre helado, fabricando un helado apto para el consumo canino y ampliando su clientela a un nuevo público, desconocido hasta ahora, pero, sin duda, uno de los más agradecidos.
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Luis Torío Farto, natural de Benavente y propietario del céntrico comercio, observó que algunos de sus clientes daban a probar los helados a sus mascotas: «Yo tengo perros y sé que nuestro helado no es bueno para ellos. Hay perros a los la leche no les sienta bien», explica Torío, que indica que la sacarosa presente en estos postres «también es perjudicial para su aparato digestivo y para la vista».
Por ello, el pasado invierno, durante sus vacaciones, comentó a varios de sus amigos la idea de fabricar helados aptos para el consumo animal en su establecimiento. «Entre tres nos reunimos, empezamos a investigar y a informarnos. Hablamos con veterinarios que nos pusieron en contacto con nutricionistas especializados en animales y conseguimos hacer un helado adecuado para ellos», concluye.
Así, los acompañantes peludos de los paseos de muchos vallisoletanos pueden degustar hasta tres tipos de sabores: yogur con zanahoria morada, coco con arroz y piña con ginseng, todos ellos elaborados artesanalmente en el obrador y servidos en tarrina a un precio de 3,20€ en esta heladería situada en la desembocadura de la calle Ferrari.
«Estamos muy sorprendidos porque Valladolid no es una ciudad fácil para introducir cosas nuevas y podemos decir que la aceptación ha sido bárbara», afirma el propietario del establecimiento, que no esconde su satisfacción al tiempo que añade que «mediáticamente, es algo que ha llamado mucho la atención por su novedad».
La ya reconocida heladería ‘de la vaca’, llamada así por la estatua del animal colocada a la entrada de la misma, cumple diez años de vida haciéndose también popular entre los perros de Valladolid, que, desde este verano, ‘hacen cola’ en el corazón de la ciudad para disfrutar de algo que muy pocos lugares tienen, los helados para perros.