Un camionero vallisoletano borracho corta la carretera en Navarra e invita a cerveza a la policía

Entre amigo o enemigo, o ambos. Es la paradoja que se asocia al alcohol y que llevó a ser aplicada por un camionero de 58 años, de Valladolid, que pasó de ser retenido por la Policía Foral tras dejar cruzado su convoy en un ramal de Navarra a invitarles a tomar una cerveza en ese momento.

Faltaron las cámaras para captar este "irreal" control de alcoholemia, como ya ocurrió con el famoso 'pim, pam, toma lacasitos'. En este caso, el conductor de Valladolid dejó cruzado su camión en el ramal de la A1 en Olazagutía, bloqueado intentar dar marcha atrás cuando se equivocó de salida.

Sin vistas de poder solucionar el problema y en estado de embriaguez, se acercó a una gasolinera cercana hasta que una patrulla de la Policía Foral de Alsasua le localizó. Con síntomas evidentes de alcoholemia, le efectuaron la correspondiente prueba que arrojó la sorprende tasa de 1,02 mg/l cuando la permitida es de 0,15. Es decir, la septuplicaba.

Sin mucha preocupación por el resultado, como por el corte que estaba provocando su camión en la carretera navarra, los agentes procedieron a formular la denuncia y la citación para un juicio rápido por un delito contra la seguridad del tráfico. Fue entonces que el alcohol sacó el lado más amistoso del camionero vallisoletano, tratando de invitarles a tomar una cerveza para intentar 'olvidar' el problema.

Pero la jugada no le funcionó y además de quedarse sin cervezas también se quedó sin las llaves del camión, que fue inmovilizado tras haberlo retirado de la carretera. Y hasta el momento, la resaca parece que le dura al individuo ya que todavía no ha reclamado que sea retirado el cepo de su vehículo.