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Bienvenida del Ayuntamiento de Valladolid al paso de Padre Claret : "Es un nuevo túnel del miedo"

El concejal de Urbanismo, Ignacio Zarandona, advierte de que el nuevo cruce bajo la vía viene a crear un "punto conflictivo" para al circulación y es la prueba de que hay que  "detener" el proyecto de integración y volver al soterramiento

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Valladolid

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El concejal de Urbanismo en el Ayuntamiento de Valladolid, Ignacio Zarandona, se adelantó este miércoles a la apertura del nuevo paso peatonal y ciclista bajo la vía entre las calles Estación y Guipúzcoa, esta última en Delicias, y advirtió de que supone abrir un nuevo "túnel del miedo",  una prueba más para el edil de la necesidad de frenar el proyecto de integración y volver al soterramiento.

El paso de Padre Claret es el cuarto que se abre, después del de Rafael Cano, en La Pilarica, aunque este no forma parte del proyecto de integración del tren en superficie,  el de Andrómeda, en el barrio de Belén, este para vehículos y peatones, y el de Panaderos, y todo apunta a que, al menos por ahora, no habrá más paso. En la lista de una veintena de pasos similares a lo largo de la vía a su paso por la ciudad el próximo sería el del Arco de Ladrillo, para vehículos, peatones y ciclistas, ya con proyecto, pero antes habría que derribar el viaducto, a lo que el Ayuntamiento se opone si antes Adif no acepta incluir una intervención en Daniel del Olmo para dar fluidez al tráfico mientras duren las obras que conllevaría la demolición y construcción del nuevo túnel.

Así las cosas,  la apertura del paso de Padre Claret, prevista para hoy, fue recibida por el concejal de Urbanismo con un lluvia de críticas, tanto por su coste como por la, a su juicio, escasa operatividad tanto para peatones como para ciclistas. Zarandona recordó que el nuevo paso "ha costado 5,3 millones de euros más IVA" y añadió que las obras, empezadas en el anterior mandato, han terminado, con ellos en el equipo de gobierno, "por responsabilidad". Tras pedir a los ciudadanos que "juzguen de manera sosegada si esta es la solución a los problemas y desigualdades a ambos lados de la vía", enumeró una retahíla de inconvenientes del nuevo paso, al que se refirió como "un nuevo túnel del miedo".

El concejal aseguró que "su accesibilidad es tremendamente precaria", para las personas con dificultades de movilidad, para los mayores",  pero también para los ciclistas "que lo tienen que atravesar desmontados ante las peligrosas rampas y los giros de 90 grados". No acaban aquí los inconvenientes que enumeró el edil, sino que añadió que el nuevo paso "complica la circulación en la calle Estación" al crearse "una curva y una contracurva peligrosas por la necesidad de tener que abrir una grieta para encajar las escaleras y las rampas". Como consecuencia, Zarandona señaló que la parte trasera de los autobuses que circulan por la calle Estación hacia Padre Claret "invade la acera, con el consiguiente riesgo para los peatones", crítica a la que añadió "la falta de elevadores". 

Sumado todo, el edil de Urbanismo dijo que la apertura del nuevo paso no puede ser "un motivo de alegría", pero, al menos, pidió que sirva para "unirse todos y detener el convenio de integración para volver a la situación soterrada", aunque el alcalde, Jesús Julio Carnero, reitera que no denunciará el convenio de 2017, firmado por el Ayuntamiento, que daba carpetazo al soterramiento y recogía la construcción de una veintena de pasos bajo la vía.

Plataforma del soterramiento

También la Plataforma del Soterramiento se pronunció este miércoles, con argumentos calcados a los del concejal de Urbanismo. La plataforma señaló que estos pasos suponen "mantener los túneles del miedo, con largas rampas y escaleras que perjudican a todas las personas y especialmente a las personas mayores y a las que tienen problemas de movilidad".

Tras reclamar "que no se tire ni un euro más a la basura y que se retome urgentemente el soterramiento como única obra de integración" añadieron que "es evidente que el soterramiento tiene muchos más beneficios que estos túneles del siglo pasado que no resuelven los problemas de accesibilidad y que no integran ni urbanísticamente ni socialmente a los ciudadanos. Entre los argumentos a favor de soterrar, destacan que incorporaría más de 150.000 metros cuadrados para espacios públicos frente a los túneles que no sólo no lo incorporan, sino que  lo invaden a ambos márgenes de las vías del tren".

No faltó la crítica al ministro de Transportes, Óscar Puente, aunque sin citarlo. "Es lamentable que un ministro de Valladolid trate tan mal a su ciudad hipotecando su futuro urbanístico y social con proyectos que no contribuyen a mejorar la ciudad ni el bienestar de los ciudadanos y ciudadanas.", señalaron en un comunicado.