ESPERANZA
El ‘WhatsApp’ de Valladolid para que los jóvenes lancen su SOS
El Chat de la Esperanza ofrece ayuda confidencial, busca llegar a los más jóvenes y complementa el servicio del teléfono que en Valladolid atiende a 150 llamadas al día
"Las crisis emocionales dan vergüenza porque nos sentimos vulnerables". Así argumenta Asunción González, presidenta del Teléfono de la Esperanza en Valladolid, por qué cree que los jóvenes deciden usar el servicio psicológico de mensajería en vez de la tradicional llamada. Y es que el Teléfono de la Esperanza se ha adaptado a unos tiempos donde la tecnología está ‘a la orden del día’ y desde el año 2022 cuenta con una aplicación a modo de ‘Whatshapp’ más orientada a un público joven.
El Chat de la Esperanza es un "servicio psicológico, gratuito y anónimo" dirigido especialmente a usuarios entre 18 y 35 años, ya que han detectado que las personas de esta franja de edad "se mueven mejor por redes sociales" y que "al teléfono llaman menos". Y es que ante la falta de datos disgregados por provincias, a nivel nacional el Teléfono ha observado que en 2023 solo 10.538 llamadas de las 187.553 registradas pertenecían a menores de 25 años. Sin embargo, con la irrupción de la aplicación, la presidenta de la entidad en Valladolid señala que desde marzo de 2022 se han registrado 18.000 ‘chats’ en el país y un 70% de ellos pertenecen a menores de 35 años.
Asun resalta que la iniciativa surge al detectar que era una franja de edad "desatendida" y que, sin embargo, necesitaba "muchas atenciones", ya que se ha observado que presentan "muchos problemas psicológicos, relacionales, depresivos y de todo tipo".
Los voluntarios atienden en la sede vallisoletana alrededor de 150 llamadas al día. Con respecto al Chat, el servicio fue presentado en Valladolid junto al Ayuntamiento el pasado 19 de abril y la plantilla cuenta con tres o cuatro voluntarios que empezaron ese mismo mes a formarse en la aplicación.
El Chat lleva funcionando desde 2022 y González, debido a su experiencia dilatada al otro lado del Teléfono de la Esperanza, conoce en profundidad las temáticas.
Sobre los miedos y preocupaciones que llevan a los usuarios a pedir apoyo, la presidenta explica que, aunque es "diverso", prevalecen "los problemas relacionales, psicológicos y de soledad". Sin embargo, confiesa que les llama la atención el «aumento» de mensajes con una temática suicida en jóvenes. Aunque confiesa que «no siempre es tan evidente», la presidenta indica que los usuarios que presentan este tipo de situación suelen dar pistas. «¿Qué hago en esta vida?», «Esto es una mierda» o «¿Qué hago aquí?», son algunos ejemplos de alertas que reciben a través del Chat de la Esperanza.
Asun expresa que, en estas situaciones , los voluntarios «están formados» para «tener las alertas suficientes» y así «poder entrar directamente» en el asunto.
En cuanto al funcionamiento de la aplicación, González indica que los interesados podrán usarla desde las seis de la tarde hasta las doce de la noche. Este horario concreto se debe a que "aún no hay suficientes voluntarios que atiendan el servicio con calidad" y a que "es la franja horaria donde más jóvenes pueden conectarse". Añade que la respuesta es "inmediata", ya que hay varias personas trabajando a la vez en el sistema.
Con respecto al número de mensajes que envía una persona a través del Chat, Asun cree que escribirán una segunda vez "dependiendo de su crisis emocional" y, sobre todo, si han "ventilado bien emocionalmente" tras ponerse en contacto una vez con el servicio.
Para la presidenta, el Chat no equivale a recibir una atención psicológica. "Es una manera de no explotar por dentro", añade. La presidenta afirma que el servicio de mensajes es "una vía de escape" que puede ser capaz de ayudar a las personas en un momento de crisis, pero resalta que si un usuario necesita atención psicológica, tiene que solicitar esa ayuda específica. "Nosotros no somos profesionales, solo sabemos escuchar", enfatiza.
Una problemática que cada vez aparece más son los pensamientos suicidas. Ante este problema, González confiesa que si detectan que es una situación "bastante importante" siempre se deriva a un profesional y, en el caso de que se trate de una emergencia y de un posible suicidio en curso, "se ponen en contacto con los servicios de emergencias".
Con respecto a otros tipos de situaciones más leves, Asun explica que "no siempre se deriva al profesional", ya que "no siempre es necesario" y "saturaríamos también los servicios".
Aunque el Chat de la Esperanza esté orientado a jóvenes y los que más recurren al Teléfono son los mayores de 35 años, la presidenta hace hincapié en que el Chat también es usado por gente ‘mayor’ y que un 30% de los usuarios de estas edades expresan cómo se sienten a través del servicio de mensajería.
En el caso de los jóvenes, Asun señala que escogen la aplicación por el anonimato y por ser gratuito. Ante estas elecciones, la presidenta reflexiona que es "normal" que las personas tengamos crisis emocionales. "No siempre se puede con todo y no siempre tenemos que ser felices", razona. Indica que si compartes con alguien tu malestar puedes ser capaz de estructurarlo y acabar encontrando una solución a tu preocupación. "El chat es una manera para que nadie te juzgue", expresa, añadiendo que el hecho de que hables y que alguien te escuche es "terapéutico".
Los voluntarios realizan tres cursos para formarse en la aplicación. En el momento en el que ya son voluntarios, cada tres o cuatro semanas llevan a cabo una formación interna. La presidenta expresa que este año realizan justamente una en prevención del suicidio, donde se imparten un total de diez sesiones de dos horas. "No se trata de correr, si no de hacerlo bien", recalca González en relación al tiempo invertido en el proceso de formación.
Aunque el Chat es anónimo, Asun lanza un mensaje para todos aquellos usuarios que se plantean expresar su malestar a través de la aplicación: "Hay que buscar ayuda cuando uno no puede con todo", aconseja. La presidenta ‘tiende la mano’ a aquellos que no disponen de familiares o de amigos para conversar sobre los problemas y los pensamientos rumiosos que albergan en su cabeza: "Nosotros estamos aquí".