La construcción en Valladolid se dispara con 930 viviendas nuevas el primer semestre

La construcción de vivienda nueva en Valladolid va viento en popa en el primer semestre del año. Hasta el mes de junio, el Ayuntamiento concedió 48 licencias para edificar 930 viviendas, ya por encima de las 873 que se autorizaron durante todo 2023. Al ritmo de los seis primeros meses, el 2024 puede superar las 1.343 viviendas de 2022.

El sector de la construcción también es sensible a circunstancias como la inflación o el elevado coste de los materiales, eventualidades que pueden reducir la demanda y explicar la oscilación entre unos años y otros. O bien puede deberse, sin más, a demoras en el proceso de tramitación de las licencias.

Tras la desaceleración de 2023, parece evidente que este ejercicio se superará de forma clara la barrera de las mil viviendas, la media en la que suele moverse una ciudad como Valladolid, aunque hubo un tiempo en el que se doblaba esta cifra. Antes del pinchazo de la burbuja inmobiliaria en 2008, las autorizaciones superaban los dos millares al año, un número a todas luces desmesurado.

A partir de 2008 se produjo un desplome que se prolongó durante diez años, con cifras que cayeron hasta el centenar de viviendas anuales. El sector tocó fondo y no fue hasta 2019, el año previo al estallido de la pandemia, cuando se volvió a la senda de las mil, 1.268 en concreto.

Con independencia de factores externos, el desarrollo urbanístico de nuevo sectores que llevaban años ‘aletargados’, como la zona de los cuarteles, junto a la carretera de Madrid, pueden explicar en parte las buenas cifras del sector de la construcción en esta primera parte del año.

Para saber dónde están las zonas de mayor actividad constructora sólo hay que seguir el rastro de las grúas que dominan el horizonte urbano y uno de los puntos a los que conduce la vista está en el barrio de Delicias. Donde antaño se levantaban dos cuarteles de Artillería y Conde Ansúrez, por los que pasaron miles de jóvenes para hacer el servicio militar, ahora está en marcha un proyecto urbanístico que contempla la construcción de 839 nuevas viviendas.

El pasado año el Ayuntamiento aprobó las dos primeras licencias de obra para construir las primeras 106 y en 2024, en los meses de febrero y marzo, se autorizaron otras 155, con lo que todavía hay mucho margen por delante.

En las inusuales cifras de nueva construcción durante el primer semestre tiene bastante que ver la Junta de Castilla y León y su promoción del parque de viviendas colaborativas. Son tres las licencias concedidas por el Ayuntamiento a la Sociedad Pública de Infraestructuras y Medio Ambiente de Castilla y León, Somacyl, para la construcción de 261 viviendas colaborativas en régimen de protección destinadas a alquiler social en tres puntos de la ciudad, 50 en la calle Mieses, Huerta del Rey, 152 en la calle Campo Charro, en Parque Alameda, y otras 59 en la calle Jardines de Sabattini, en el plan parcial Los Viveros, próxima a San Pedro Regalado y al campus universitario Miguel Delibes. El ‘cohousing’, vivienda colaborativa en español, nació en Dinamarca en 1969 y su peculiaridad consiste en que los residentes del edificio comparten espacios como la cocina o las áreas de descanso, aunque cada uno dispone de su espacio o estancia privada.

En otro punto de la ciudad, el cerro sobre el que se construyó el barrio de Parquesol todavía tiene espacio para nuevas viviendas y prueba de ello son las 104 autorizadas el pasado mes de mayo, 78 de ellas en la calle Paseo Ciudad de la Habana, con vistas a José Garrote Tobar, y otras 26 en la ladera sur. Esta, la ladera sur, es el único espacio con suelo todavía sin desarrollar en Parquesol. El Plan General de Ordenación Urbana de 2020 reactivó un proyecto urbanístico que se remonta a 2014 para el desarrollo de unos terrenos que ocupan 37,5 hectáreas a lo largo de la ladera, 375.556 metros cuadrados, en las que se construirán más de 800 nuevas viviendas. Estarán repartidas en varias parcelas residenciales que suman 53.000 metros cuadrados. Todavía hay, por lo tanto, margen también aquí.

Al noreste de la ciudad, el plan parcial Los Santos-Pilarica brinda un goteo de licencias que en lo que va de año suma 45 viviendas en la calle Nube de Magallanes. Es una de las áreas que ha experimentado un importante crecimiento en los últimos años y en la que todavía hay mucho terreno por edificar.

Un acaso similar al de Los Santos-Pilarica es el de la Avenida de Burgos, un sector que todavía tiene mucho recorrido. El pasado año se autorizaron 96 viviendas nuevas, a las que hay que sumar otras 91 en este primer semestre.

Y entre zonas de expansión de Valladolid, destaca El Peral , al sur de la capital. El número de grúas en el horizonte es la mejor prueba de la actividad constructora y El Peral da fe de ello. Es un sector en plena expansión que abarca una superficie de 33,6 hectáreas entre el Colegio del Pilar, la Ronda Exterior y el Camino Viejo de Simancas y que acogerá mil viviendas, algunas de ellas ya entregadas, otras promociones ya avanzadas y alguna más a punto de empezar. El pasado mes de abril, la junta de gobierno del Ayuntamiento concedió licencia para otras 32, que se suman a las que ya están en marcha.

Aunque parece que Villa de Prado ya está completado después de muchos años de actividad constructora, también aquí hay suelo disponible todavía y prueba de ello son las 41 viviendas autorizadas este año. En suma, la construcción de vivienda nueva se reactiva tras un año flojo como el pasado y lo hace por los cuatro costados de la ciudad.