Diario de Valladolid

Integración ferroviaria

Carnero asegura que la situación en Arco de Ladrillo se debe a "la inoperancia de Óscar Puente"

El alcalde de Valladolid afirma que la demolición del viaducto solo se contemplará cuando exista una "solución circulatoria" y no podrá ser incompatible con un "futuro soterramiento"

Acceso a Arco de Ladrillo desde el Paseo Hospital Militar.

Acceso a Arco de Ladrillo desde el Paseo Hospital Militar.J.M. LOSTAU

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Valladolid

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«En el Arco de Ladrillo lo que confluye es la inoperancia del anterior equipo de gobierno, estando al frente un señor que se llamaba Óscar Puente». Esta es la conclusión a la que llegó el alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero, respecto al proyecto del viaducto que divide al Ayuntamiento, que quiere conseguir el soterramiento, y al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, que opta por la integración ferroviaria. Entre este debate, su única coincidencia tiene que ver con la demolición de la estructura, si bien Carnero afirmó que esta actuación únicamente se acometerá cuando exista «una solución circulatoria» en la ciudad.

Un día después de conocerse que el Ayuntamiento de Valladolid rechaza el proyecto de Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) para construir un paso inferior en el viaducto de Arco de Ladrillo por no coincidir con los términos del proyecto y por el «caos circulatorio» que supondría, Carnero afirmó que no se opondría a la licitación de la ejecución del paso subterráneo si «no fuera una actuación que no permitiera acometer en un futuro el soterramiento», como puntualizó que es la «única condición sine qua non que este equipo municipal ha establecido desde el principio y sigue manteniendo». Es decir, se podrá acometer «una solución parcial» que debe ser compatible con soterrar las vías del tren, un requisito que recordó que ocurre en otros túneles de la ciudad como el de Labradores, donde acometieron «modificados y actuaciones sin ningún problema porque no se da de bruces contra el soterramiento».

Los tiempos con los que tiene abordar la demolición también reflejan la división entre Carnero y Puente, porque si el Ministerio de Transportes quiere que sea «ya», el alcalde de Valladolid mostró más cautela ante la «necesidad» de hacer un estudio circulatorio al ser el viaducto «una de las principales vías de entrada a la ciudad», con casi 20.000 vehículos al día en cada sentido.

Por tanto, antes de la «desaparición» de la estructura, Carnero indicó que debe llegar una «alternativa» y que pasa por tener finalizadas las obras del túnel de Labradores, trabajos que no acabarán hasta dentro de nueve meses, y por las condiciones en toda la calle Daniel del Olmo para que se permita la circulación de vehículos pesados y de transporte colectivo. Sobre este paso elevado, el Ayuntamiento ya apuntó el miércoles a través de comunicado «la necesidad de estudiar la problemática», cuyo deterioro» obliga a establecer restricciones de uso del tráfico, a efectos de buscar la solución más adecuada dentro del cómputo de las actuaciones que se realicen para lleva a cabo la transformación de la red ferroviaria a su paso por la ciudad de Valladolid»

Además, el primer edil de Valladolid también recordó el inicio de las obras de humanización de la VA-20, trabajos que tienen un plazo de ejecución de 19 meses. «Si queremos acometer una obra de alrededor de 22 meses en Arco de Ladrillo, antes es necesario tener una solución circulatoria para la ciudad», aseveró, sin considerar necesario un estudio del impacto del tráfico como el que tiene previsto el Ministerio de Transportes, según trasladó el secretario de Estado de este departamento, José Antonio Santano.

En esta línea y ante unas obras sobre el viaducto de Arco de Ladrillo que durarían en torno a 22 meses, Carnero incidió en la necesidad de una «solución circulatoria» y a continuación se realizarían los siguientes pasos en relación a la demolición. «Unos quieren hacerlo para la integración, la mal llamada integración ferroviaria, otros lo queremos hacer para el llamado soterramiento», reflejó.

El alcalde de Valladolid también quiso responder a las últimas declaraciones del Grupo Municipal Socialista sobre un «despilfarre» de dinero para intervenir tanto en el Arco de Ladrillo como en la estación de autobuses de la ciudad. «¿Y yo me pregunto qué ha hecho esta gente durante ocho años?», contestó al bando socialista, calificando como «inmundas» e «infrahumanas» las condiciones en las que han mantenido ese punto de la ciudad.

Asimismo, achacó que desde el Ministerio de Transportes y ADIF no se haya ofrecido una mayor colaboración para el Ayuntamiento en el proyecto de Arco de Ladrillo más allá de comunicarles que busquen «una solución más económica». Es por ello que el primer edil justificó que se está realizando «una obra de emergencia porque el Arco de Ladrillo lo requiere en este punto» y con el fin «dar respuesta a las necesidades circulatorias de la ciudad de Valladolid».

«Eso se llama ejercer la responsabilidad, no tiene otro nombre», destacó Carnero, considerando a su vez que en Arco de Ladrillo «lo que confluye es la inoperancia del anterior equipo de gobierno», estando al frente del mismo Óscar Puente y que ahora es ministro de Transporte y Movilidad Sostenible, y de quien «todos los españoles están pudiendo ver su inoperancia en Chamartín, Atocha y toda la actividad ferroviaria en este país».

Lucha por soterrar

Carnero, que volvió a insistir en que no se opondrían a la licitación de un paso subterráneo, hizo un llamamiento a los vecinos y vecinas de Valladolid para «luchar por el soterramiento», como ha ocurrido en Palencia, donde el Ministerio a cargo de Óscar Puente anunció que se compromete a realizar un estudio sobre el coste actualizado de la operación. Así, el alcalde recalcó que seguirá luchando para que este proyecto se haga realidad. «No es un capricho del alcalde, estamos ante un proyecto de transformación social que dará lugar a otra Valladolid en la que se elimina su actual barrera», dijo, considerando a su vez que es Puente quien «mata el soterramiento».

En cualquier caso, Carnero trasladó que su equipo de Gobierno tiene como «partido» la modificación del convenio para la integración ferroviaria en el seno de la Sociedad de Alta Velocidad. «En este momento no parece que sea factible, pero ya vendrán tiempos buenos», concluyó.

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