Recta final para el paso de Padre Claret, para Zarandona "el ejemplo claro de lo que no hay que hacer"

El 7 de agosto es la fecha en la que abrirá el paso de Padre Claret, el cuarto de la integración ferroviaria tras 17 meses de obras. Si bien, la semana que viene se abrirá el tráfico de la calle Gipúzcoa, según lo señaló el concejal de Urbanismo y Vivienda, José Ignacio Zarandona. "No vamos a decir que no mejore en algún sentido", indicó el edil sobre este nuevo paso de la integración, pero criticó este tipo de actuaciones y apuntó que, tras la finalización de las obras del túnel de Panaderos, no se darán más pasos en la integración: "Por responsabilidad no vamos a continuar con este tipo de obras que repito no resuelven ningún problema". Unas actuaciones que no son del agrado de este equipo de gobierno, que defiende el soterramiento, pero esta obra ya comenzó en el anterior mandato (con PSOE y VTLP): "Es el claro ejemplo de lo que no hay que hacer". 

Durante esta visita a la inmediata finalización de las obras se produjo un hecho cuanto menos curioso: un edil de Urbanismo criticando una nueva infraestructura, al haber estado iniciada por el anterior equipo de gobierno que defendía la opción opuesta al soterramiento, realizar túneles por debajo de las vías del tren. "Es un túnel oscuro, un túnel del miedo, un túnel que no resuelve para nada la integración entre las dos partes de la ciudad", criticó. En esta misma línea aseguró que la Sociedad Valladolid Alta Velocidad ha tomado un "mal camino" al apostar por la integración: "La accesibilidad es realmente muy limitada y por tanto creo que es añadir problemas, cuando una solución no es buena, por multiplicarla, por hacerla 27 veces no mejora nada, sino que tienes 27 problemas", aseguró sobre la realización de más pasos inferiores en la ciudad. 

El concejal de Urbanismo criticó este paso inferior que se inaugurará dentro de dos semanas y lo primero que hizo fue remarcar el coste de la misma: "5,3 millones de euros más el IVA correspondiente". El propio Zarandona señaló que en un principio el montante económico destinado a esta obra era de 4,6 millones, pero hubo un modificado que incrementó la cuantía en 700.000 euros.

"No estamos por esta integración que no integra, nuestro proyecto es el soterramiento, vamos a luchar por él y no gastaremos dinero en obras que sean incompatibles y que no aporten nada a la ciudad ni a los ciudadanos", remarcó el edil del Partido Popular. Si bien, indicó que se trata de un "día feliz", ante la inminente finalización de las obras: "Tranquilizará un poco al comercio y a los vecinos. No es una intervención que podamos considerar como meritoria y que la ciudad salga ganando de manera óptima". 

Así, cargo contra este cuarto paso de la integración y lamentó que "ha habido que abrir una grieta enorme para encajar escaleras y rampas". "Es una grieta que obliga a hacer una serpenteante forma a la calle para que los coches circulen de una manera complicada", detalló. En esta línea, alegó que a personas con dificultades de movilidad no les parecerá sencillo "ascender por esas escaleras y rampas para llegar a la acera". "Ni siquiera se han podido encajar ascensores", lamentó, sobre la inexistencia de unos elevadores, como sí se han colocado en el túnel de Panaderos: "No había espacio para poderlos encajar".