Diario de Valladolid

La reforma del pinar de Antequera de Valladolid elimina 500 aparcamientos en las piscinas de Fasa

La intervención, de un millón de euros, incluye también la recuperación de la Cañada Real como vía verde, un circuito adaptado y un área recreativa

Recreación del futuro parking para las piscinas de Fasa.

Recreación del futuro parking para las piscinas de Fasa.JCYL

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El pinar de Antequera de Valladolid, entre el sur de la ciudad y Puente Duero, se va a someter a varias intervenciones medioambientales valoradas en cerca de un millón de euros y, entre las acciones previstas, destaca la que se va a llevar a cabo en el exterior de las instalaciones de ocio de Fasa-Renault, centrada en la reordenación de las zonas de aparcamiento. De los aproximadamente 1.500 vehículos que pueden estacionar ahora se pasará a mil, lo que supone reducir un tercio la capacidad actual.

La razón que justifica esta medida es la degradación que sufre el entorno porque durante los meses de julio y agosto «la circulación y tránsito de vehículos y personas» imposibilita «completamente» la regeneración de la superficie, lo que «pone en riesgo de persistencia del pinar en estas zonas», según refleja el estudio técnico encargado por la Junta de Castilla y León para diseñar las actuaciones.

Así que los empleados de la empresa del rombo con carné de acceso al recinto tendrán que adaptarse la próxima temporada al nuevo parking, dividido en cuatro zonas. De ellas, sólo una, la referenciada como ‘zona 3’, no estará delimitada y en ella la forma de aparcar será «libre», pero en el resto se van a crear viales de seis metros de anchura (y un sólo sentido para la circulación) y se van a marcar los espacios de aparcamiento. ¿Cómo? Con troncos durmientes tanto en los laterales como en la parte trasera, para definir bien cada una de las plazas, que tendrá 5 metros de longitud y 2,5 metros de anchura.

El ‘parking 1’ es el más grande y en él se ubicarán 531 plazas, seguido del ‘parking 4’, que sumará 198 ,y del ‘parking 2’, que dispondrá de 190. Todas estas áreas estarán acotadas con pilonas de madera que impedirán invadir superficies que no estén destinadas al estacionamiento, con identificación de las calles mediante balizas de madera. Al finalizar la primavera estos entornos se desbrozarán.

Más allá de reordenar los aparcamientos para coches, en las instalaciones de Fasa también está previsto reservar un picón para motos y se instalarán diez unidades con capacidad para ocho bicicletas cada uno (80 en total) en torno a la entrada principal. Además, este proyecto impulsado por el Ejecutivo autonómico, que cuenta con un presupuesto de 959.715 euros gracias a los fondos Next Generation de la Unión Europea, contempla que en el futuro el Ayuntamiento de Valladolid instale una estación de Biki y un Parkibici.

Y es que uno de los objetivos de esta intervención es favorecer la llegada de visitantes al pinar desde alternativas sostenible, teniendo en cuenta que el aumento de público en los últimos años está afectando a su conservación, según refleja la memoria del expediente de intervención, elaborada por Zenit Ingeniería.

«La creciente demanda por parte de la sociedad de espacios verdes para el ocio y el recreo ha supuesto un incremento del número de visitantes y actividades realizadas en el Pinar de Antequera, lo que conlleva la incompatibilidad entre alguna de ellas en determinadas zonas de máxima afluencia y la manifestación paulatina de efectos negativos no deseados», dice el documento.

Esa «máxima afluencia» hace referencia a las 4.000 personas que cada día llegan a las instalaciones de Fasa en verano, lo que «amenaza a medio y largo plazo» la existencia de diez hectáreas de pinar, añaden. Y a este problema se suman otros que dificultan o impiden la regeneración natural del entorno, como la proliferación del chinche de las piñas, la reducción del cómputo anual de lluvias por el cambio climático, las elevadas temperaturas más allá de la época estival o el «uso público difuso» por todo el pinar, según enumera el estudio. «Salvo que seamos capaces de revertir la situación, a día de hoy nos encontramos con amplias zonas de monte que podemos calificar como fósiles (sin capacidad de autogeneración), antesala a la progresiva desaparición del pinar de Antequera tal y como hoy lo conocemos», advierten los expertos.

Por eso el proyecto no se centra únicamente en el acondicionamiento del aparcamiento en el recinto de ocio de Fasa, sino que se acompañará de labores de reforestación en otros espacios degradados, se quitarán las especies exóticas o invasoras que pueden suponer un peligro para las autóctonas, se retirarán los escombros hallados para evitar que «se conviertan en focos incontrolados», y se cerrarán varios de los accesos desde la CL-610.

En concreto, de las ocho entradas que existen ahora desde la principal carretera que llega al pinar desde el barrio de Covaresa, sólo se van a mantener cuatro, mientras que en las otras cuatro se excavarán zanjas para impedir el paso. Los pasos actuales «se consideran excesivos» y «provocan un cierto descontrol en el tránsito y la circulación de vehículos a motor», por lo que se ha optado por «clausurar» la mitad de ellos.

Sin olvidar que uno de los principales retos de la propuesta que está en vías de contratación –el plazo de presentación de ofertas está abierto hasta el 5 de agosto– es la mejora de la Cañada Real Merinera para convertirla en un «corredor verde» que facilite la llegada a peatones y usuarios de bicicleta. Los casi dos kilómetros de esa vía pecuaria, recoge el pliego, «se encuentran muy degradados y ocupados por diferentes infraestructuras», lo que no impide que tenga el suficiente «potencial» como para convertirse en un «corredor natural» que conecte la ciudad con el entorno medioambiental.

En este caso las labores comenzarán con la demolición de los antiguos vestuarios del campo de fútbol y con la retirada de los escombros localizados, para después acondicionar el terreno, habilitar un sendero para bicicletas de montaña, promover la restauración forestal y colocar vallas protectoras de madera en algunos tramos.

Al inicio de vía pecuaria también se va a aprovechar para ubicar un área recreativa formada por ocho conjuntos de mesa con dos bancos de madera sobre una alfombra de zahorra delimitada por un bordillo de madera.

Otra de las novedades es el acondicionamiento de un «pequeño circuito deportivo adaptado para las personas con movilidad reducida», que se ubicará junto al inicio del circuito del “cola cao”, para cubrir la demanda existente. En este entorno se colocarán seis elementos engarzados para hacer dominadas, dorsales, press pecho horizontal y vertical, fondos tumbados y fuerza en soporte. Se accederá al nuevo recurso a través de un sendero también adaptado y se habilitarán plazas de aparcamiento.

En definitiva, un conjunto de actuaciones bajo el objetivo general de «mantener una alta capacidad de uso público sin que se supere la capacidad del pinar para absorber actividades y sin que se produzca una degradación progresiva del monte», lo que implica «ordenar los usos conforme a los objetivos y criterios de ordenación, de manera que se optimicen las utilidades del monte al tiempo que se asegura la persistencia del mismo».

A finales de este verano podrían estar adjudicados los trabajos, cuyo plazo de ejecución es de doce meses.

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