Diario de Valladolid

Indignación vecinal en Valladolid por la reapertura de la antigua sala Mambo como pub musical

"Nos hicieron la vida imposible durante años", afirma una de las vecinas afectadas que han presentado alegaciones contra la solicitud de licencia ambiental

Entrada a la antigua sala Mambo abierta para las primeras obras

Entrada a la antigua sala Mambo abierta para las primeras obrasE. M.

Publicado por
Valladolid

Creado:

Actualizado:

Temor e indignación, a partes iguales, asaltan a los vecinos de la calle San Felipe Neri, de la plaza del Salvador y de parte de Teresa Gil ante la reapertura de la antigua discoteca ‘Mambo’, cerrada en 2015 por sentencia judicial al incumplir la normativa de medio ambiente. Los vecinos todavía recuerdan la batalla judicial que tuvieron que librar hasta conseguir el cierre de la sala, ubicada entre los números 1 y 3 de la calla San Felipe Neri, a unos metros de la estatua de San Pedro Regalado, de la iglesia del Salvador y de las librerías Oletum y Sandoval.

Fue un recurso de tres comunidades de propietarios del entorno de la sala el que llevó al Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 4 a anular en 2015 tanto el acuerdo de la junta de gobierno del Ayuntamiento, de fecha 11 de abril de 2008, por el que se otorgó la licencia ambiental para discoteca, como el posterior Decreto de la Alcaldía, de fecha 29 de julio de 2008, por el que se concedía la licencia de apertura.

Nueve años después la historia parece que vuelve a repetirse y varias comunidades de vecinos, las de los portales 1, 3 y 5 de San Felipe Neri, con sus viviendas encima de la antigua discoteca, del número 7 de la plaza del Salvador y del 16 de la calle Teresa Gil, así como los propietarios del kiosco próximo a la antigua sala de fiestas, han iniciado ya una nueva batalla para intentar paralizar la reapertura de la sala.

Presentada el pasado mes de mayo ante el Ayuntamiento la solicitud de licencia ambiental y el proyecto básico para la apertura de un pub musical y un café cantante por la promotora, la empresa Mambo 2025 S.L. constituida en diciembre de 2023, las cinco comunidades de propietarios del entorno y los dueño del kiosco elevaron a su vez un escrito de alegaciones a la concejalía de Urbanismo en el que concluyen que el documento incumple la normativa vigente.

Los vecinos sostienen, entre otros argumentos, que en el proyecto básico no se cumple «el que diferentes salidas al exterior estén a más de cinco metros de distancia, por lo que, estando a menos, no podrán considerarse como independientes».

Tampoco se cumple, a juicio de los alegantes, «lo prescrito para esta situación de que la distancia mínima entre la salida y el punto más próximo de cualquier ventana situada en paramento, será de 3,5 metros».

Con posterioridad a la presentación de la solicitud de licencia medio ambiental, Mambo 2025 solicitó una declaración responsable de usos y obras, Drou, para la demolición de falsos techos y así comprobar la altura del local con vistas a al instalación, en caso de la obtención final de la licencia, de un tubo de ventilación. Los trabajos están en marcha desde ayer, lo que ha vuelto a suscitar la polémica que ya se desató tras el derrumbe de la Vera Cruz: ¿pueden iniciarse las obras, esta vez en la antigua sala Mambo?

Desde el Grupo Municipal Socialista señalaron ayer que «llama la atención la coincidencia de que el proyecto presentado por Mambo 2025 esté elaborado por el director de las obras que se estaban llevando a cabo en la cubierta de la Iglesia de la Vera Cruz cuando su cúpula se derrumbó el pasado 25 de junio» y recordaron que «las obras en la iglesia que se estaban acometiendo con otra polémica DROU, cuya gestión por parte de la concejalía de urbanismo será objeto de análisis en una próxima comisión extraordinaria solicitada por los socialistas».

Mientras desde el PSOE apuntaron que la solicitud de la licencia y a la vez de una ‘drou’ es incompatible y, por tanto, no deberían de haberse iniciado los trabajos, desde la parte solicitante defendieron que en esta caso, al ser una declaración responsable para la demolición, no para ejecutar el proyecto del nuevo local en sí, no existe incompatabilidad.

Como vecina afectada y una de las representantes vecinales que encabeza la lucha contra la reapertura de la sala, Ana Vela afirma que «el barrio está muy preocupado porque ha luchado durante muchos años para que cerrarán este establecimiento». Vela dirige su enfado contra el Ayuntamiento, al que acusa de «no haber notificado nada a los vecinos», cuando la sala «está sobre los cimientos de la comunidad de propietarios».

Pese a que la solicitud de licencia es para pub musical y café cantante y a que, por los escasos detalles avanzados, el tipo de público potencial para el nuevo establecimiento sería más adulto, no el aluvión de adolescentes que llenaba Mambo y se repartía por las calles próximas y la plaza del Salvador, Vela advierte de que lo que ha trascendido es que «cerrarán a las cuatro de la mañana», con lo que vuelven a temer que se reproduzcan las escenas que «hicieron la vida imposible a los vecinos durante muchos años».

Además de presentar las alegaciones a la licencia ambiental, las comunidades que han tomado la iniciativa contra la reapertura también han solicitado al Ayuntamiento la declaración responsable de usos y obras pedida por Mambo 2025, contra la que también tienen previsto alegar.

Vela considera que una calle como San Felipe Neri, estrecha y de apenas cincuenta metros, no puede volver a tener un establecimiento que, aunque sin ser una discoteca como lo fue en su día Mambo, será un local que cerrará a altas horas de la madrugada y contará con un afluencia de público que se presume numerosa.

tracking