FUNDACIÓN EUSEBIO SACRISTÁN
El sueño cumplido de un niño y su balón
Una exposición recorre la vida y la trayectoria deportiva del futbolista y entrenador vallisoletano Eusebio Sacristán
40 años dan para mucho; pero cuando se habla de sueños, todo ese tiempo parece un suspiro. Las paredes de la sala de exposiciones del Teatro Zorrilla de Valladolid, en el corazón de la ciudad, exhiben desde ayer toda una vida de «sueños detrás de un balón» perseguidos por Eusebio Sacristán, un joven garrapo que, a los 19 años, dejó su oficio de frutero para saltar al césped del José Zorrilla y comenzar una meteórica trayectoria por el fútbol español.
Esta muestra, que podrá contemplarse hasta el 18 de agosto, es un recorrido por la vida del ex futbolista y entrenador vallisoletano cuando se cumplen cuatro décadas de su debut en la formación blanquivioleta, y que pone el punto y final a la celebración del 20 aniversario de su Fundación, creada en 2003 para, en sus propias palabras, «devolver a la ciudadanía lo que el deporte me ha dado».
La sala, ubicada en la segunda planta del recoleto teatro, se quedó pequeña para acoger a todas las personas que quisieron acompañar al ex futbolista. Autoridades, familiares, amigos y compañeros de profesión se dieron cita para homenajear a ese niño que dedicaba su tiempo libre a «tocar el balón» y que siempre quiso «jugar al fútbol y ganar títulos».
Entre ellos, Conrado Íscar, presidente de la Diputación, que quiso recordar la gran cantidad de jóvenes que han participado en las actividades de la fundación durante estos 20 años, destacando la «sencillez, humanidad, superación y determinación» del entrenador nacido en La Seca, un pueblo que ha dado «grandes deportistas y grandes futbolistas».
Preside la exposición, como no podía ser de otra forma, el trofeo de la Copa de la Liga de 1984, el mayor título alcanzado por el Real Valladolid en sus casi 100 años de historia y con la que Eusebio conoció, por primera vez, ese éxito que tanto había anhelado durante su juventud.
A ambos lados cuelgan de las paredes camisetas, recortes de prensa y fotografías inéditas; testimonios y recuerdos del paso del mítico jugador por el Real Valladolid, equipo donde comenzó y terminó una carrera que también transcurrió por el Atlético de Madrid, el F. C. Barcelona, el Celta de Vigo e, incluso, la Selección Española.
Aunque quizá sean los logros de su fundación los que más emocionen al ex centrocampista, y que pueden contemplarse también en esta muestra. Son fotografías de niños y niñas disfrutando de lo que él siempre disfrutó, materializando su deseo de «hacer posible que todas las personas tuvieran acceso al deporte».
Y es que en estos 20 años, proyectos deportivos y sociales como la Escuela 100x100 deporte, las competiciones de minifútbol, los campamentos de inmersión lingüística o las actividades en centros educativos, han llevado el fútbol a miles de jóvenes de la comunidad, atendiendo especialmente a los más vulnerables.
Con razón, un Eusebio visiblemente emocionado, que declaraba encontrarse «mucho mejor» después del accidente que sufrió en 2022, apenas podía contener las lágrimas mientras exclamaba «¡lo conseguí!», el mejor titular que alguien puede ponerle a una vida que hoy ve cumplidos «todos los sueños que perseguía desde niño».